Medianoche. Hace un buen rato que mi hermano se ha marchado, pero yo sigo plantada en el mismo sitio. Ya está, Sam y yo somos libres de estar juntos. Parece que ya está todo resuelto, pero nada más lejos de la realidad. Ben me lo ha dejado claro: necesita tiempo. Y lo entiendo...¡está pasando todo tan deprisa!
Pienso en los últimos meses, en cómo ha cambiado mi vida. Pasé de estar con el que yo creía el chico de mi vida a encontrarme totalmente sola...y luego apareció el idiota. ¡Dios mío! Lo mire como lo mire, es una locura. Debería haberle bloqueado y seguido con mi vida. Pero entonces, ¿qué hubiera ocurrido? Tal vez nuestros caminos no se hubieran cruzado nunca...o quién sabe, tal vez él se hubiera acercado de otra manera.
Unos golpecitos en mi ventana me sacan de mis pensamientos. Al ver la cara de Sam a través del cristal no puedo evitar que se me escape una sonrisa.
- ¿Estás loco?- le riño, a la par que abro la ventana.- Acabo de solucionar las cosas con Ben, no es buena idea que de repente...
No termino la frase, porque Sam entra en la habitación y me calla con un beso. Mi cuerpo reacciona antes que yo misma, y empiezo a caminar hacia atrás hasta que chocamos con mi mesita de noche. El golpe me hace reaccionar y me separo de Sam.
- Calma, fiera.- le digo, intentando normalizar el ritmo de mi respiración.- Si nos descubren...
- Ben me matará, lo sé.- me responde con una sonrisa. No intenta besarme de nuevo, pero me toma de la mano y me conduce hasta la cama para que podamos sentarnos uno al lado del otro.- Es que te echaba tanto de menos, Mel...¡Y Ben ya no es un problema!
- Bueno, yo no estaría tan segura de eso.- le digo entre risas. No ha sido hasta que he vuelto a verle que me he dado cuenta de lo feliz que soy.- Pero igualmente tenemos que tener cuidado...no creo que esta sea la mejor manera de presentarte a mis padres.
Al momento la sonrisa de Sam se borra, y yo tengo que hacer grandes esfuerzos para no reírme.
- No habías pensado en eso, ¿verdad?- al momento Sam niega con la cabeza, y yo le acaricio el rostro con suavidad.- No te preocupes, iremos paso a paso.
Nos miramos a los ojos, y por un momento nos perdemos el uno en el otro. De repente todas mis dudas desaparecen, y de algún modo sé que las suyas también. Es él, y siempre será él.
- Te quiero, Idiota.- le digo en un susurro.
- Y yo a ti, pequeña loca.- me responde justo antes de besarme.
Cuando nos separamos, me siento como en una nube. Quiero pensar que todo va a salir bien. TIENE que salir bien.
- Hablando de ir paso a paso.- dice justo antes de levantarse para irse.- No hemos tenido una cita como Dios manda.
- Es verdad.- le digo, recordando el encontronazo que tuvimos con Harry en nuestro intento de cita clandestina.- Tendremos que tener unas cuantas antes de presente a mis padres de manera oficial.
- A tus padres y a tus amigos.- dice, sonriendo de oreja a oreja.- Va a ser un fin de curso movidito.
- Es verdad...- le respondo, cayendo de pronto en lo poco que falta para que todo termine.- Para mi será un fin de curso normal, pero para ti será el último.
- Sí, y será todo un honor poder celebrarlo contigo.
Con eso me basta. Me levanto de la cama y le abrazo, intentando acostumbrarme a esta nueva sensación. De algún modo, saber que estos son nuestros últimos momentos como pareja clandestina me hacen sentir que este es un momento importante. Permanecemos un momento así, hasta que Sam se despide con un beso en la frente.
- No hagas planes para mañana por la tarde.- me pide justo antes de salir de la habitación. Yo asiento con una sonrisa y él se marcha por donde ha venido. Después de cerrar la ventana, observo cómo camina hasta la caseta del árbol y baja por la escalera.
- Hasta pronto, idiota.- me digo a mí misma, con una sonrisa.
Fin del capítulo extra
PD: Aquí lo tenéis :). Falta el epílogo y luego...¡Empieza la segunda parte! Un saludo a todos y un abrazo. Hasta pronto ;)
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Idiota busca a idiota [Saga Idiota #1]
Genç KurguDespués de que le rompan el corazón, Melanie decide tomar las riendas de la situación y buscar por sí misma a un chico que valga la pena. ¡Ya está cansada de los príncipes azules que luego se convierten en ranas! *** Cuando Melanie publicó el anunci...