Melanie: ¿Dónde estás?
Idiota: En la caseta, esperándote.
Melanie: Voy. Ya empiezo a sentirme como Romeo...
Idiota: No me fastidies...¿tengo que ser yo Julieta?
Melanie: Por supuesto,¿qué esperabas?
Idiota: Por ahora, solo quiero centrarme en que vas a subir aquí conmigo y no vas a bajar nunca...
Me cuesta respirar. Acerco el teléfono a mi pecho y cierro los ojos, intentando concentrarme. Nunca. Para siempre. No sé qué es lo que más miedo me da en un momento como este. Evan me ha mandado un mensaje hace apenas quince minutos diciendo que tiene a Ben distraído con la saga completa del Señor de los Anillos, así que tengo tiempo para prepararme. Digo prepararme porque no quiero pensar en que esto es una despedida. Sí, Ben tendrá que aceptar lo nuestro.
Tiene que hacerlo.Idiota: ¿Mel? ¿No subes?
Melanie: Sí. Voy.
No me lo pienso dos veces más, o me retiraré de la partida. Guardo en el teléfono en el bolsillo trasero de mi pantalón y me agarro a la escalera de cuerda que llevo tanto tiempo sin utilizar. Aunque perdí el miedo a las alturas a base de escaparme por la ventana, los nervios a la reacción de Ben hace que me tiemble el pulso. Pese a todo, no tardo más de un minuto en llegar a lo más alto. Sin embargo, cuando al fin entro en la caseta del árbol casi me caigo hacia atrás por la impresión.
- Sam, ¿qué es todo esto?
- Por si no regreso de la guerra.- dice él entre la penumbra.
- Pero ¿cuándo...?- quiero continuar, pero me he quedado sin habla: Sam ha recogido todos los escombros que había por el suelo y ha iluminado la estancia con velas. Al fondo de todo ha colocado una colchoneta de cuerpo y medio y ha hecho unos cojines improvisados con las mantas que suele llevar en el coche. Él está sentado en la colchoneta, y ante nosotros se extiende una mesa improvisada con una caja envuelta en un enorme lazo azul.
Todavía con la mente bloqueada, entro a gatas en la caseta y me siento a su lado. No he dicho una sola palabra desde que he entrado, y Sam se muerde el labio con inseguridad.
- ¿No dices nada...?
- Sé que piensas que Ben se va a enfadar mucho pero tú y yo solo llevamos...esto...una semana juntos y yo...hay ciertas cosas que aún no me siento capaz de hacer...
No puedo terminar la frase, pero no es necesario. Sam me agarra una mano y se la lleva a los labios. Pasan tantos pensamientos por mi cabeza ahora mismo que me cuesta distinguirme entre ellos. Pero confío en Sam más que en nadie, así que cierro los ojos y espero a que hable.
- No voy a intentar nada contigo esta noche, Mel.- En cuanto dice eso, abro los ojos y los clavo en los suyos. Sam me sonríe con timidez.- No es el momento, y menos ahora que vamos a hablar con tu hermano de lo nuestro. ¿No crees?
- Sí.- asiento lentamente, y Sam relaja los músculos.- Es que todo esto es tan surrealista...
- Sí que lo es. Pero estamos juntos, y lo demás ya no tiene importancia para mí.
- Ni para mí.- Una vez he podido aclarar con Sam lo que NO va a pasar esta noche, me siento más relajada.- Conseguiste recoger los pedazos rotos que quedaban de mí y recomponerlos...
- Te equivocas.- me responde él, tomando mi rostro entre sus manos.- Eres mucho más fuerte de lo que piensas. Y yo siempre he amado eso de ti.
- ¿Amado?- le pregunto, repitiendo sus mismas palabras. No sé por qué, pero cuando él habla de amor parece que todo tiene sentido, mientras que cuando lo hago yo suena como una palabra extranjera. Por toda respuesta, Sam acerca su rostro al mío y me da un tierno beso en la frente. Yo cierro los ojos de nuevo, emocionada.
- ¿Es demasiado pronto para hablar de amor?- me pregunta él, hablando contra mi cabello. Yo empiezo a temblar, sintiendo de verdad que Ben va a matarnos dentro de unas horas. No puedo contárselo, no todavía. ¿Y si por culpa Ben pega una paliza a Sam? ¿Y si dejan de ser amigos? O casi peor, ¿qué pasará conmigo? Porque he estado mintiéndole casi un mes...debería haberle contado la verdad sobre Sam en cuanto la supe. Pero, claro, entonces todo hubiera sido distinto. No hubiera podido estar con él, y luego hubiera empezado la Universidad y...
- ¿Melanie?- Sam me mira con el ceño fruncido.- Si quieres que deje de hablar de esto yo...
- No.- Le interrumpo.- No es eso. Es solo que yo...estoy asustada. Cuanto más se acerca el momento de hablar con Ben, más real se vuelve todo.
- ¿Más real?- Sam se incorpora en su asiento, y yo coloco una mano sobre su pecho, intentando evitar mirarle a los ojos.
- Hasta ahora, todo parecía un sueño. Pero ahora veo que es real, y que todo esto tiene fecha de caducidad.
- No digas eso.- me interrumpe.- Seguro que Ben...
- No lo digo solo por él, Sam. Dentro de unas pocas semanas se acaba el curso, y tú tendrás que enviar las solicitudes de acceso a la Universidad. ¿Qué será de nosotros? Si conseguimos sobrevivir a Ben, tal vez no pasemos la prueba siguiente...
- No. Para.- Sam toma mi rostro entre sus manos, obligándome a mirarle a los ojos. Estamos tan cerca que nuestras frentes se tocan. Incluso ahora, con toda la tensión acumulada, lo dejaría todo por un beso suyo.- No pienses en eso. Aún no sé qué nos deparará el futuro, pero sea lo que sea lo pasaremos juntos, ¿de acuerdo?
Asiento en silencio, y Sam se gira para coger la caja que hay en el suelo. Después de dedicarme una tierna sonrisa, toma un poco de distancia y deja el paquete entre nosotros. Todavía ensimismada en mis pensamientos, acaricio la rugosa superficie de la caja.
- ¿Qué esto?
- Ya te lo he dicho.- dice casi en un susurro.- Por si no vuelvo de la guerra.
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Holaaa! No me matéis, os prometo que hoy subo la segunda parte. La estoy escribiendo ahora mismo. Es que voy un poco mal de tiempo pero casi acaboooo. ¡SE ACERCA EL MOMENTO!
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Idiota busca a idiota [Saga Idiota #1]
Teen FictionDespués de que le rompan el corazón, Melanie decide tomar las riendas de la situación y buscar por sí misma a un chico que valga la pena. ¡Ya está cansada de los príncipes azules que luego se convierten en ranas! *** Cuando Melanie publicó el anunci...