Idiota busca a idiota [Saga Idiota #1]

Capítulo 78

Lisa: ¿Sally te ha contado lo que sucedió?

Melanie: Sí...

Lisa: Siento haber pegado a Harry. Sé que ese tipo de cosas no te gustan.

Melanie: ¡No pasa nada...! Lo entiendo.

Lisa: Llevo días dándole vueltas a muchas cosas...estoy decidida a cambiar las cosas.

- Ya hemos llegado.-me indica el conductor del autobús. Yo le doy las gracias y me bajo del vehículo. He tenido suerte de que el bus estuviera vacío...sin la ayuda del conductor no hubiera podido encontrar este lugar.

Melanie: Yo también he estado pensando.

Melanie: Luego te llamo.

Saco el papel que me ha escrito Evan e intento orientarme en este barrio desconocido para mí. Esos dos han pasado tanto tiempo en mi casa los últimos años que hasta empezaba a dudar que tuvieran una...pero desde la excursión Sam no ha vuelto a pasar por casa, y después de lo que pasó...simplemente necesito verle.

Tardo varios minutos en encontrar la casa, pero cuando lo hago no tengo problemas para reconocerla. La casa no tiene nada en especial: es la típica casa con planta baja y primer piso, con un pequeño jardín alrededor. Y ahí está Sam, sentado en uno de los escalones que dan a la puerta de la casa. Atravieso la verja sin decir nada, absorta en él. En su cabello negro, en los mechones que caen sobre sus ojos castaños. Está tocando la guitarra, y cuando estoy lo suficientemente cerca como para darme cuenta el corazón me da un salto dentro del pecho. Ya sé que es el idiota, pero cada vez que da un indicio de serlo y recuerdo toda nuestra historia se me saltan los colores. Me sigue costando procesarlo, pero de alguna manera siento que no me arrepiento de nada de lo que ha sucedido en los últimos meses.

- Es la primera vez que te veo tocar.- le digo, a modo de saludo. Sam levanta la cabeza y me mira sorprendido. Me siento a su lado, sin decir nada más, y él me sonríe con cierta vergüenza.

- Es verdad. Ya no tengo que esconderme de ti.

- He aprobado el examen de matemáticas.- le respondo, con una sonrisa.- Y todo gracias a ti.

- Evan ayudó un poco también, ¿eh?- a pesar de su tono de burla, sonríe de oreja a oreja, y eso me basta.

- Fuisteis muy buenos conmigo. Aún no sé cómo agradecéroslo...

- A Evan no sé, pero a mí...podrías darme una oportunidad.

Sam se calla de golpe, mirándome fijamente. Por una vez no me siento nerviosa y le aguanto la mirada con ojos serenos. Sé por lo que estoy aquí.

- ¿Para qué crees que he venido, idiota? He tardado más de una hora en llegar a esta casa.

En cuanto digo esto los dos rompemos a reír, acabando con la tensión que estaba empezando a crecer entre nosotros. Esa es una de las cosas que me gusta de Sam: es tímido, pero en cuanto pierde el miedo es tan fácil estar con él...nos dejamos de reír al mismo tiempo, quedándonos en silencio. Pero no es un silencio incómodo; los dos sonreímos.

- ¿Por qué no me cantas nuestra canción?- le pregunto, de improviso.- Hoy es uno de los pocos momentos en que podremos estar juntos sin escondernos.

Sam sonríe ante mi comentario, entendiendo lo que eso implica.

- ¿Así que vamos a estar juntos?- acerca su rostro al mío, pero yo me aparto con una sonrisa.

- Tú empieza a tocar.

Sam afina la guitarra, obediente, y se pone a tocar los primeros acordes de la melodía. En cuanto empieza a cantar empieza a latirme el corazón a mil por hora. Es la primera vez que lo veo así: con el pelo revuelto y su hasta ahora oculta pasión por la música reflejada en su rostro. Es tan guapo...y no, no me había dado cuenta hasta ahora. ¡Yo también soy un poco idiota! Pero todo eso se me olvida cuando empieza a cantar. Cuando termina las dos primeras estrofas le hago callar poniendo una mano sobre sus labios. Durante un segundo se confunde con la melodía, pero enseguida recupera el ritmo y empiezo a cantar yo con la letra que estuve trabajando la últimas semanas.