Lo primero que hago al despertar es mirar el teléfono a la espera de un mensaje del idiota, pero tengo el buzón de entrada vacío. Me siento tentada a escribirle yo, pero me entra el miedo. Sé que suena raro, pero prefiero que esté enfadado y no saberlo a que sí lo esté y que me lo diga.
Pero por otro lado, ¿qué puedo hacer? Harry es un chico genial, y es real. No puedo estar esperándole eternamente, y menos si no tengo la menor idea de quién es. Todavía le estoy dando vueltas a esto cuando bajo a desayunar. Normalmente estoy sola a estas horas, ya que mis padres siguen durmiendo a esta hora tan temprana y mi hermano siempre se escapa antes que yo. Por eso me sorprende tanto encontrármelo abajo, esperándome con dos boles de cereales.
- Madre mía, esto no puede augurar nada bueno.- le digo por todo saludo. Ben pone los ojos en blanco y me llena el tazón de leche.
- Yo también te quiero, hermanita.- me responde, mientras cojo mi tazón y le miro con recelo.- Quería hablar de lo que pasó ayer en la cafetería.
- ¡Mucho estabas tardando tú!- me quejo, hundiendo la cuchara con furia en los cereales.
- Anoche no dije nada porque no quería hablarlo delante de ellos.- Desvía la mirada. Lo que me faltaba, que se enteraran sus dos inseparables. Si es que no lo saben ya...en nuestro instituto las noticias vuelan insultantemente rápido.
- Venga, suéltalo.
- ¿Estás con ese chulo playa de Harry?- no puedo evitar sorprenderme por lo entrometido que es.
- ¿Cuántas veces tengo que recordarte que no eres mi padre?
- Melanie, por favor. Respóndeme.
- Salimos a cenar, me intentó besar, le dije que no y le pareció bien. ¿Contento?- mi hermano suspira aliviado, como si realmente su vida fuera en ello. Estúpido.- De verdad está empezando a ofenderme este comportamiento tuyo. No tienes derecho a tratarme así.
- Me preocupo por ti, ¿vale?- los dos acabamos de desayunar y Ben coge las llaves del coche, indicándome así que va a tener el honor de llevarme a clase.- Hace dos meses estabas con Rob, luego se comportó como un cabrón y después pasó lo de Lisa y ahora aparece el melenudo este de la nada y pretende hacerse el enamorado...no pretendo tenerte atada con una correa, ¿vale? Solo que no quiero que te hagan daño otra vez.
Me quedo mirándole varios segundos, muy callada. Nos metemos en el coche y arranca en silencio. ¿Cómo se supone que debo reaccionar? Vuelvo a mirar el teléfono, preocupada. Hay muchas cosas ante las que no sé cómo reaccionar.
- Harry es un buen chico, de verdad.- Le aseguro a Ben. Él no dice nada, pero me lo tomo como una buena señal.- Pero no te preocupes, ya aprendí de Rob. Nada de precipitarse.
Ben se vuelve para decirme algo, pero me bajo del coche y me voy corriendo a clase. Rob es otro de los problemas que falla en la ecuación...y tengo que eliminarlo para poder seguir hacia adelante, sea con Harry, con el idiota o sola.
Durante las tres primeras horas de clase le doy mil vueltas: desde que ocurrió lo del anuncio en el periódico, he intentado hacer como si Rob no existiera. Incluso mis amigos lo han hecho, borrándolo prácticamente del mapa. Entre eso y la bronca que le echó Ben, al chico se le bajaron los humos y había empezado a evitarme, desapareciendo de mi vida.
Y esa no era la solución, pero no me había dado cuenta hasta ahora.
Melanie: Rob, soy Mel. ¿Podemos hablar?
Roberto: No creo que sea buena idea.
Melanie: No voy a montarte ningún drama, lo juro.
Roberto: ¿Y Ben?
Melanie: Sin Ben.
Espero varios minutos, cada vez más impaciente. La última vez que hablé con él me destrozó completamente, sin pestañear. De hecho, lo único que hizo que me respetara mínimamente fue mi hermano, que se puso en plan asesino con él. Si voy a hablar con él, tengo que hacerlo a sabiendas de que va a comportarse como un capullo. Justo antes de que acabe el descanso se digna a responder:
Roberto: A la una en el gimnasio.
Melanie: De acuerdo.
Ya está. Pienso. No hay marcha atrás.
- ¿Con quién hablabas?- me pregunta Harry. Por suerte me da tiempo a bloquear el teléfono antes de que se incline para darme un beso en la mejilla. Empezamos a caminar hacia el aula de biología mientras guardo el teléfono en el bolsillo.
- Con mi hermano.- improviso.- Me he dejado las llaves y quería saber si estará en casa cuando vuelva de clase.
- Siempre puedes venir a la mía.- me dice, guiñándome un ojo.- Somos casi vecinos después de todo.
- ¡Seguro que eso a mi hermano le encantaría!- me río. Harry se detiene y yo hago lo mismo, desconcertada.- ¿Qué pasa?
Harry me toma de la mano y me atrae hacia sí, dejando apenas unos centímetros entre los dos. Enseguida pierdo la concentración.
- ¿Vienes a casa esta tarde? Todavía me debes una segunda cita.
- No puedo, lo siento.- No termino la frase. "He quedado con mi exnovio" no es una buena manera de terminarla. Harry me suelta y sigue caminando, intentando de nuevo fingir que no ha pasado nada.
- De acuerdo.- llegamos a clase y nos colocamos en nuestros respectivos asientos. Cuando Peter nos ve entrar juntos, sacude la cabeza. ¡Si él supiera...! Me gustaría contarle lo que voy a hacer, pero sé que no me dejaría. A pesar de mi mal humor, todos piensan que soy frágil. Y no lo soy, o al menos no quiero serlo.
Las dos últimas horas de clase pasan angustiosamente lentas. Harry no para de mirar en mi dirección, y Peter no para de mirar en la suya. Y el reloj, que no para de recordarme lo que estoy a punto de hacer.
Al fin suena el timbre, y yo salgo como impulsada como un resorte, huyendo de posibles preguntas. Prefiero dar las explicaciones cuando ya haya hablado con Rob.
Me pierdo entre el gentío, que se dirige al comedor. Por suerte, nadie me ve colarme en el gimnasio. Me siento en las gradas y le espero diez, quince, veinte minutos. Pero cuando por fin me convenzo de que no va a venir, aparece.
Ahí está, el origen de todo. Roberto.
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Holiis! Estoy pensando en hacerme un insta, ¿qué os parece? Podría subir fotos de los personajes y el booktrailer cuando encuentre tiempo para hacerlo jajaja.
Un saludo! Mañana nuevo capítulo :)
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Idiota busca a idiota [Saga Idiota #1]
Teen FictionDespués de que le rompan el corazón, Melanie decide tomar las riendas de la situación y buscar por sí misma a un chico que valga la pena. ¡Ya está cansada de los príncipes azules que luego se convierten en ranas! *** Cuando Melanie publicó el anunci...