Capítulo 44

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No consigo que Lisa se recupere hasta el final de la primera hora. Durante ese tiempo he intentado dejar de lado mis propias paranoias pero ahora, cuando recorremos juntas los todavía vacíos pasillos del instituto, no puedo evitar que todo el peso de lo que ha ocurrido hace tan solo una hora recaiga sobre mí como una losa.

- Voy a tener lista la linterna del móvil, por si a tu admirador secreto le da por apagar las luces de nuevo.- dice Lisa, riéndose de mí. Yo le golpeo en un hombro, casi sin pensarlo. Las cosas han vuelto a ser como antes demasiado deprisa, y no sé si eso me gusta. Pero cuando pienso en lo destrozada que estaba antes...puedo ver a través de la coraza tras la que siempre se protege.

- ¡No seas capulla! Aún sigo en shock.

- Pues por lo roja que te estás poniendo creo que la experiencia te ha gustado más de lo que quieres reconocer...

Lisa se encoge sobre sí misma, esperando otro puñetazo, pero esta vez no se lo devuelvo y abre los ojos, sorprendida. No quiero saber qué conclusiones estará sacando por mi falta de reacción, porque bastante tengo con las mías. Cierro los ojos y recuerdo sus manos sobre mi cintura, su rostro hundido en mi cuello. Necesito. Saber. Quién. Es.

Suena la campana y el pasillo se llena de estudiantes que se preparan para volver a casa. Yo me despido de Lisa y me dirijo a mi taquilla para dejar los libros de la clase a la que he vuelto a faltar. Sam y Evan salen de la cafetería y se dirigen directamente a sus taquillas, que están a un poco más de un metro de la mía. Sam hunde la cabeza en su taquilla, buscando algo del fondo, pero Evan cierra la suya en seguida y me saluda con un gesto. Yo cierro mi casillero y me acerco a ellos para preguntarles si hoy van a venir a casa. El examen está a la vuelta de la esquina y con todo lo de Lisa y lo del idiota me va a costar más de lo normal concentrarme...

- Hola, chicos.- les saludo. Después de tanto hablar del idiota con Lisa, se me hace raro de hablar de algo diferente.

- ¡Hey, Melanie!- me saluda Evan. Sam sigue buscando en su taquilla, pero oigo un "Hola" amortiguado por la pequeña puerta de metal. Tardo bastante en responder, y Evan me mira con cara de preocupación.- ¿Estás bien?

- Sí...solo estoy distraída.- Evan frunce el ceño, y yo hago un gesto con la mano para quitarle importancia al asunto.- Yo me voy ya a casa, ¿os venís?

Evan abre la boca para contestar, pero se calla cuando ve a Harry acercándose a nosotros. Yo doy un paso hacia atrás de manera instintiva. No estoy preparada para enfrentarme a sus evidentes manifestaciones de afecto. Y menos si sigo con el idiota en la cabeza...

- ¡Hola, guapa!- Harry me sonríe y me saluda con un abrazo.

- Vaya, sí que te alegras de verme.- le contesto, intentando parecer lo más animada posible.- hace una hora comimos juntos...

- Contigo siempre.- instantáneamente me pongo colorada, y Harry se ríe por lo bajo.- Nos vemos mañana.

Después de eso me da un beso en la mejilla y se va. Los tres nos quedamos mirando cómo se marcha, hasta que vuelvo a poner los pies en la Tierra.

- En fin. ¿Venís o no? Ben ya debe estar en el aparcamiento.

- Qué va.- Se adelanta Sam.- Mañana tengo examen, así que tengo que irme a casa ya.

- ¡Pero hoy íbamos a ayudar a Melanie con el examen de matemáticas!- se queja Evan.- ¿Vas a volver a dejarme solo con ella?

Yo miro a Evan con expresión ofendida, a la vez que le doy un puñetazo en el hombro. Sam se ríe, lo que hace que le pegue también a él.

- ¡Auch! Te prometo que mañana te daré una clase extra, pero no me mates.- yo asiento, satisfecha, y él se marcha masajeándose el hombro dolorido.

- ¡Qué burra eres!- Se ríe Evan.

- Sé que me queréis así.- Evan vuelve a reírse de nuevo, pero esta vez no le golpeo. Una vez más, me pregunto porqué no me había hecho antes amiga suya. En menos de dos meses ya siento que podría contar con él para cualquier cosa...menos para hablar del idiota. Me gustaría hablar con alguien de lo que ha pasado, pero no soy capaz. A Lisa se lo he contado porque me ha pillado desprevenida, pero algo me dice que es mejor mantener en secreto nuestro primer encuentro.

- Melanie, ¿seguro que estás bien?

- Sí...Me voy a casa, ¿te vienes?

Evan niega con la cabeza.

- Lo siento, pero yo también tengo cosas que hacer esta tarde. ¡Hasta mañana!

Cuando llego a casa lo primero que hago es revisar mis mensajes. Es la quinta vez que lo hago en media hora, pero no he recibido un solo mensaje. Hasta ahora. Cojo aire y me siento en la cama, intentando serenarme. No lo consigo.

Idiota: ¿Estás muy enfadada?

Vuelvo a leer el mensaje, con el ceño fruncido y una expresión interrogante en mi rostro. Es lo último que esperaba oí.

Melanie: ¿Enfadada?

Idiota: Ya sabes, por lo de antes...

Melanie: ¡Ojalá fuera solo eso...!

Idiota: Estás enfadada...

Melanie: No...no lo estoy. Desconcertada, perdida, confundida, asustada. Pero enfadada...no

Idiota: ¿Eso es lo que he conseguido? ¿Que tengas miedo?

Melanie: ¡Necesito verte, idiota! Pero verte a la luz del día, como una persona normal. ¡Y ese beso...! ¿Cómo se supone que tengo que lidiar con eso?

Idiota: ¿Y yo? ¿Qué voy a hacer yo? Llevo todo este tiempo conteniéndome, y ahora que he empezado no sé si voy a poder parar. Tú te quejas de no saber quién soy, pero olvidas una cosa. Yo sí sé quién eres. Y no sabes lo que es tenerte delante, mirarte, querer besarte...y saber que no soy nada para ti.

El idiota no dice nada más durante un rato, y yo siento como todo mi mundo se pone patas arriba una vez más. Me encantaría sincerarme con él, abrirle mi corazón como he hecho con Lisa hace un rato. Pero no puedo, no hasta que no sepa quién es y qué siento por él.

Melanie: No digas eso. Sabes que me importas. Mucho más de lo que debería.

Idiota: Hasta que sepas quién soy...

No sé qué responderle. Me gustaría tranquilizarle, decirle que nunca podría odiarle. Pero no estaría siendo sincera. Solo se me ocurre algo que puedo hacer, y es escaparme. Al menos por ahora.

Melanie: Prométeme que me lo dirás pronto.

Idiota: Tú prométeme que me perdonarás.

Respiro hondo, resignada. Acepto, y él también lo hace. Y así, después de nuestro beso clandestino, nos juramos sin darnos cuenta que vamos a dejar que las cosas funcionen.

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Hello! Perdón por tardar, he llegado a casa ya de noche y no me puse a escribir hasta después de cenar. Son las 2 am y estoy MUERTAAA.

Buenas noches y muchas gracias por estos 23.5 k

¡Saludos!

Idiota busca a idiota [Saga Idiota #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora