Capítulo 16

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Y de repente, lunes.
El resto del fin de semana surgió sin mayor novedad. El domingo fui con Peter al restaurante italiano, y por mucho que le dimos vueltas no conseguimos descubrir qué le pasaba a Lisa. Le conté todo lo que había sucedido menos sus dudas de que él podía ser el Idiota. No quiero complicar más las cosas.

Por lo demás, todo ha ido bien. El idiota no ha dado señales de vida, pero estar con Peter me alegró el domingo. Y aquí estoy, delante de mi taquilla, esperando con todas mis fuerzas que todo haya vuelto a la normalidad.
- Buenos días, princesa.- Unos ojos azules me sacan de mis pensamientos. La sonrisa de Sebastian siempre me había cortado el aliento, pero hoy solo me parece una sonrisa más.- ¿Estás de mejor humor?
- Sí- le sonrío.- Soy de esas personas raras a las que les gustan los lunes.
- Entonces tendré que pasarme por aquí más a menudo. Es raro verte de buen humor.
- ¡No tientes a la suerte!- la sonrisa se me congela cuando la veo. Lisa está peleándose con su taquilla, como cada mañana. Ella sí que odia los lunes, y no hace nada por ocultarlo.
- Qué raro no veros juntas.- Sebastian suelta un silbido.- ¿Problemas en el Paraíso?
- La verdad es que no lo sé- me despido con un gesto y camino hacia ella lo más rápido que puedo para no perderla de vista. Pero por el camino me choco con alguien, y tanto sus libros como los míos se esparcen por el suelo.

- ¡Perdona!- gritamos los dos a la vez mientras intentamos recogerlo todo de manera apresurada. Al mirarlo mejor caigo en la cuenta de quién es: es el alumno de intercambio que estaba sentado el otro día en el comedor con las gemelas. Tardo unos segundos en recordar su nombre.
- ¿Damien?
- Sí...Perdona de nuevo. Es que siempre me pierdo y no quiero que me riña Mr. Fisher.- habla con un fuerte acento francés, marcando mucho las erres. Me fijo por primera vez en su aire desgarbado, en su timidez. Le hace parecer vulnerable.
- Yo te acompaño, tranquilo.- Vuelvo a mirar hacia la taquilla de Lisa, pero esta ha desaparecido.- No está lejos.

De camino de vuelta a clase sigo dándole vueltas al tema de Lisa. ¿Está enfadada porque ayudé a Ben a escapar de ella? ¿Porque no la creí cuando me dijo lo de Peter? No puede ser eso. No somos esa clase de amigas que nos peleamos por ser sinceras las unas con las otras. ¿O sí? No puedo dejar de pensar en lo último que me dijo: "Cuando te atrevas a decir todo eso que te bulle por la cabeza me llamas". ¿Qué es lo que le estoy ocultando?

Piiiiiiiip.

Idiota: ¡Buenos días!
Melanie: Buenos días.
Idiota: ¿Puedo decirte que estás muy guapa?
Melanie: Jaja, no.
Idiota: ¡Vale, vale! Lo retiro.

- Es toda una rareza ver a un estudiante tan feliz un lunes a las ocho de la mañana.- La voz de Alice me sorprende por detrás, y yo oculto el móvil en un movimiento instintivo.- No hace falta que lo escondas, se te ve en la cara.
- ¿El qué?- le respondo, inocente.
- Que estás enamorándote.

Después de decir esto, Alice se marcha sin darme tiempo a contestar. Me quedo mirando cómo se va, dando pequeños saltitos. Es fácil distinguirla de su hermana Ámbar. Aunque genéticamente son iguales, en el día a día son totalmente opuestas. Alice es color, alegría y positivismo, mientras que Ámbar es más serena, más espiritual. Pero las dos tienen algo en común, y es que siempre dicen lo que piensan, aunque suene tan raro como lo que me acaba de decir Alice. ¡Qué tontería! ¿Verdad?

Idiota busca a idiota [Saga Idiota #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora