De nuevo, me quedo embobada mirando el teléfono, ignorando los demás mensajes. ¿Qué puedo contestar a algo así? Por un lado me arrepiento de haberle hablado, pero por otro...¡Mierda! ¿Qué está pasando?
Idiota: ¿Melanie?
Idiota: ¿Estás bien?
Melanie: Sí...solo es que no sé qué decirte.
Idiota: jajaja podrías insultarme, pero agradezco que no lo hayas hecho.
Melanie: ¡Veo que quieres pelea!
Una sonrisa me aparece en la cara de manera involuntaria. Al darme cuenta sacudo la cabeza y me pongo de pie, dispuesta a ayudar a Sam con Lisa. Pero cuando estoy a punto de salir recibo otro mensaje.
Idiota: Si tener pelea supone hablar contigo, sí.
Melanie: Si quieres que hable contigo tienes que dejar de decir esas cosas. No creo que estés enamorado de mí de verdad y que me lo intentes demostrar a cada minuto es más que incómodo.
Idiota: Tendré que convencerte sin decírtelo, entonces.
Melanie: Jajaja de acuerdo.
- ¡Melanie, baja ya!- La voz de mi hermano me devuelve a la realidad. Tiene que estar muy harto de Lisa para llamarme con tanta insistencia.
- ¡Ya bajo!- Grito mientras salgo de mi cuarto y bajo las escaleras a toda pastilla. Mi hermano es muchas cosas, pero nunca ha sido maleducado con Lisa. Así que debe estar al límite. Cuando llego al comedor, Ben está en un rincón del sofá, tan apretado que solo le queda sentarse encima del reposabrazos. Lisa está sentada a su lado, y le tiene agarrado del brazo. Sam estira el otro, murmurando algo de salir a jugar al baloncesto. Yo sacudo la cabeza y vuelvo a mirar el teléfono.
Idiota: Ahora tengo que marcharme, pero prometo volver. ¿Prometes tú dejar de ponerte a la defensiva si dejo las adulaciones?
Dudo antes de contestar. ¿Quiero seguir hablando con él? Podría bloquearle, olvidarme de esta historia. Sería lo más sencillo, lo más inteligente. Pero está claro que estoy empezando a acostumbrarme a él...
Melanie: Puede.
Antes de que pueda replicar, apago el teléfono y lo dejo tirado en la mesa del comedor. Después de todo, si mis padres tienen que llamarme pueden hacerlo al fijo, y Lisa está conmigo. Puedo permitirme desconectar.
- Ben, necesito tu ayuda- Le digo, buscando parecer lo más natural posible.- Papá quiere que le mandes un documento por fax y no consigo hacer funcionar ese trasto.
- ¡Claro!- grita, levantándose de un salto. Es la primera vez que lo veo tan entusiasmado con un recado, aunque sea falso.- Sam. ¿Me acompañas? Ya sabes lo que pasó la última vez que me dejaste solo con un bicho de esos.
Sam asiente y desaparecen juntos por el piso de arriba. En cuanto nos quedamos solas, Lisa me lanza una mirada asesina.
- No tenéis fax.
- Y tú estabas haciendo el ridículo- me encojo de hombros y me tumbo en el sofá, poniendo la cabeza en su regazo. No me aparta, así que lo veo: se está dando cuenta de que tengo razón.
- ¿Por qué te gusta tanto?- Le pregunto, mirándola a los ojos- Si es imbécil.
- Eso lo dices porque es tu hermano.- Me devuelve una mirada azul, triste. Por primera vez, me doy cuenta de que le gusta de verdad.- Además, ¿desde cuando nos han gustado los príncipes?
Sonrío, triste y melancólica al mismo tiempo. Robert parecía un príncipe, pero no lo era.
Nos pasamos así unos minutos, hasta que oímos la puerta de atrás cerrarse y nos quedamos solas en la casa.
- ¿Y si es Peter?- dice de pronto mi amiga, rompiendo el silencio.
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Idiota busca a idiota [Saga Idiota #1]
Roman pour AdolescentsDespués de que le rompan el corazón, Melanie decide tomar las riendas de la situación y buscar por sí misma a un chico que valga la pena. ¡Ya está cansada de los príncipes azules que luego se convierten en ranas! *** Cuando Melanie publicó el anunci...