Capítulo 99

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POV Matt

Es curioso, cómo un sitio que en su día me agobiaba tanto ahora me trae tantos recuerdos agradables. Tenía amigos, el equipo de atletismo, a mi familia...y era feliz de una manera que no comprendía, pero que me bastaba. Pero entonces llegó el día en que descubrí una parte de mí mismo que hasta el momento desconocía, y tuve que elegir entre seguir mi propio camino o mentir. Y elegí mentir.

Un pitido familiar me saca de mis pensamientos. Saco mi teléfono de la guantera del coche y veo que tengo un mensaje de mi hermana.

Lisa: ¿Dónde estás?

Matt: En el aparcamiento, esperándote.

Lisa: Necesito pedirte un favor.

Entonces me lo cuenta todo. Cómo hizo que Mel pusiera ese anuncio en el periódico, la respuesta anónima, cómo descubrió quién era el chico misterioso y cómo lo descubrió Ben. Solo hay una cosa que no me cuenta, pero se nota por cómo habla de él...algo que yo llevaba tiempo sospechando, pero que no me atrevía a confirmar. Lisa siente algo por Ben.

Me lo cuenta todo a trompicones, con mensajes cortos que intentan resumirlo todo en el menor tiempo posible. Apenas me da tiempo de decirle que no se preocupe antes de que suene la campana.

Lisa: Di algo, por favor.

Matt: Puedes contar conmigo, hermanita.


- No quiero hablar contigo.- me dice Ben en cuanto me bajo del coche y me acerco a él.

- ¿Qué te he hecho yo?- le contesto, tanteando el terreno.

- Nada.- me responde, retirando la mirada y retomando el camino.- No quiero hablar con nadie.

- Pues vas a tener que hablar conmigo.- le digo al mismo tiempo que le retengo del brazo y le llevo hasta mi coche. Sorprendentemente, no se resiste.

Fin del POV


***


POV Melanie

- ¿Qué has hecho qué?- preguntamos Evan y yo al unísono.

Lisa nos mira con el rostro inexpresivo, y luego vuelve a fijar la vista en la carretera.

- No esperéis que me arrepienta, porque no lo vais a conseguir. Confío en mi hermano, y sé que él conseguirá hacer salir al Ben que todos conocemos.

- Ojalá tengas razón.- contesta Evan. El pobre está pagando el pato por nuestros errores. Como mi hermano no me habla y Matt se lo ha llevado con él, de nuevo le ha tocado llevarnos hasta mi casa. Y me preocupa de verdad que le esté afectando tanto todo esto, porque yo sé que Ben y él siempre han estado muy unidos. Me rompería el corazón ver que Sam pierde a su amigo por mí, pero mucho más si encima Evan lo pierde también.

Durante el resto del trayecto ninguno de los tres dice una sola palabra. Evan nos deja en mi casa y me dice que pasará la tarde con Sam, así que si necesito cualquier cosa puedo contar con ellos. Yo le doy las gracias por enésima vez, y él se marcha por donde ha venido.

Una vez en mi dormitorio, me cuesta saber qué decir. Lisa agarra un cojín de mi cama y se acuesta en el suelo, manteniendo cierta distancia pero sin dejarme sola con todos mis demonios. Tiene la vista fija en el techo, pero no dice nada. Yo solo puedo pensar en lo que dijo en la cafetería. "Ben no puede ser así". "Necesito que haya algo más".

- Lisa, ¿por qué te gusta mi hermano?- le pregunto de repente. Ella gira el rostro y me mira con escepticismo.

- ¿De verdad quieres hablar de eso ahora?

- Sí.- Siento que debería habértelo preguntado hace mucho tiempo, pienso.

Por toda respuesta, Lisa vuelve a fijar la vista en el techo. Antes de hablar, piensa muy bien las palabras. Sé que por dentro está muy mal, pero lo cierto es que nunca la había visto tan serena como ahora.

- Cuando era pequeña odiaba a Ben. Venía a pasar el día con mi hermano y yo me quedaba sola en mi cuarto, contando los minutos para que se fuera. Pensaba que me estaba arrebatando a Matty. Yo no tenía edad para escaparme contigo, así que...estaba sola.

>> Pero pasó el tiempo, y todos cambiamos. Peter, tú y yo empezamos a pasar más tiempo juntos, y dejé de sentirme tan sola. Me acostumbré a que rondara por la casa, como tú te acostumbraste a que lo hicieran Sam y Evan.

Durante unos segundos no dice nada más, pero no me atrevo a interrumpirla. Parece pensativa, concentrada en ordenar sus recuerdos. Estoy tan acostumbrada a compartir mis cosas con ella...nunca pensé que ella también necesitaba compartir las suyas. No soy tan buena amiga como yo creía.

- No sé cuándo empezó.- continúa al fin.- pero sí el día en que me di cuenta. Fue el día que Matty se marchó de casa. Recuerdo que Ben vino a despedirse...no sé por qué, pero fue él solo, sin los chicos. Estuvo todo el día con mi hermano, jugando a videojuegos y haciéndose el macho. Pero cuando Matty se marchó...

- ¿Sí...?- la interrumpo, impaciente.

- Ben fue Ben, sin más.- después de decir esto, Lisa da media vuelta, tumbándose de lado.- Matt tuvo que marcharse antes por un imprevisto, así que salimos a despedirle a la terraza. Recuerdo que me dio un beso en la frente, como cuando era niña, y fue cuando me di cuenta de lo horrible que era que se marchara. Por eso me quedé ahí de pie hasta que su coche ya no se veía por la carretera. Y cuando me di la vuelta para volver a casa...ahí estaba Ben, de pie, mirando el vacío.

- ¿Y ya está?- le pregunto, un tanto decepcionada.- ¿Simplemente le viste ahí plantada y te enamoraste de él?

- Ya lo estaba.- me dice ella riendo.- Pero al verle ahí, de pie, despojado de sus aires de chico malo... Me hubiera gustado consolarle, ¿sabes? Y ahí me di cuenta.

- Entiendo.- le contesto, poco convencida.- ¿Y qué pasó después?

- Yo no me atreví a decirle nada. Estaba como hechizada...él me miró a los ojos y me sonrió apenado. Me dijo que no llorara, que todo iría bien. Me acarició la mejilla y me acompañó hasta la puerta de casa...luego cogió sus cosas y se marchó.

- Vaya...

No decimos nada más, pero no hace falta. De repente, todas esas veces que me hablaba de Ben y yo reaccionaba mal pasan por mi mente, tomando un nuevo sentido. Yo quiero a Ben porque es mi hermano, pero nunca se me había ocurrido pensar en él de esa manera. Cuando Lisa se levanta y me pregunta si me quedan helados en la nevera, hace mucho tiempo que mi mente ya se ha marchado. Tal vez Ben no sea el único que tenga que replantearse algunas cosas...

Saco el teléfono del bolsillo, dispuesta a llamarle y arreglarlo todo, pero cuando lo hago salta el contestador. Cierro los puños, decidida a mantenerme en mis trece. Cojo el móvil de Lisa y (avisándole de que soy yo, claro) le pido a Matt que se encargue de que Ben vuelva a casa esta noche. Hoy voy a hablar con él, aunque tenga que derribar la puerta de su dormitorio. 

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¡Hello! Siento el retraso. Escribir y vivir en Mordor (¡qué caló!) no es compatible. Pero no queda nada para acabar este primer libro, así que prometo ponerme al día. Mañana subiré una versión alternativa (la última) y en cuestión de días tendréis el capítulo 100, el final de la primera novela.

La segunda parte, si todo va bien, se llamará Cómo enamorar a un Idiota y se centrará en...pronto lo sabréis ;).

¡Un abrazo! 

Idiota busca a idiota [Saga Idiota #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora