Capítulo 36

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En cuestión de horas todo el mundo se entera de lo sucedido. Bueno, no de la historia real, pero cada uno se la inventa a su manera. Nunca pensé que algo así podría importar a tanta gente, pero en parte es de esperar. Yo no soy muy popular, pero él sí. Más incluso que los guaperas de último curso.

El idiota no me contesta en lo que queda de mañana, y no puedo evitar preguntarme si se ha enfadado. Siempre dice que está enamorado de mí y todo eso, pero es difícil creerle sin poder mirarle a los ojos. Por otro lado, Harry no parece molesto. De hecho, en el almuerzo ha vuelto a hablar de nuestra segunda cita. Yo he asentido, no tan convencida como la primera vez que me la pidió. A ver...él me gusta (¿cómo no iba a gustarme alguien así?), pero no como a él le gustaría. Si tan solo supiera quién es el idiota...¡Maldición! ¿Por qué tiene que ser todo tan complicado?

Al llegar a casa entro de puntillas, rezando para que mi hermano no me esté esperando con una de sus charlas. En su lugar me encuentro a Evan, que me espera en la mesa del comedor con todos los apuntes de matemáticas.
- Lo habías olvidado, ¿verdad?- me pregunta, con una sonrisa de oreja a oreja. Yo cierro los ojos y me río, sintiéndome estúpida una vez más. Por supuesto que lo había olvidado.
- Ven.- me invita a sentarme a su lado, y yo le hago caso sin rechistar.- Hoy tocan ecuaciones de segundo grado, y no me voy a ir hasta que te entren en la mollera.
- Pues voy a ir llamando a tus inseparables para que traigan la cena. Esto va a ser largo.
- Ya verás que no.- me guiña un ojo.- Ya lo sabes, soy el mejor en esto.

Y de verdad lo es. No solo porque es el único que parece saber entender esta parte del temario, sino porque tiene una paciencia infinita. Sam también es un buen maestro, pero a él se le da mejor la geometría. Y a mí...a mi se me da mejor alimentarles, por lo que he visto. Después de más de dos horas de intentos fallidos, Evan consigue que entienda el concepto. Casi me da algo: ¡parecía imposible! Y más con todo el cacao que llevo encima.
- ¿Te has arreglado ya con Lisa?- me pregunta, cuando ya hemos terminado y estamos esperando a los demás para que traigan la cena.
- Qué va.- niego con la cabeza- ni siquiera la he visto hoy. Supongo que lo nuestro no tiene remedio.
- ¡Siempre tiene remedio!- responde Evan, optimista.- Siempre que quieras que lo tenga, claro.
- No estoy tan segura, la verdad. ¿Merece la pena perdonar a alguien que te ha hecho algo así?- Evan se revuelve el pelo, dubitativo.
- Depende de muchas cosas. De lo que ha hecho, de lo que realmente significa para ti...y de toda la historia que tengáis detrás.

De toda la historia...toda una vida, más bien. Nos recuerdo de pequeñas, cuando las dos éramos iguales. Pero luego crecimos, y empecé a sentirme bajo su sombra. A veces era cómodo pasar desapercibida, pero otras...Por primera vez me pregunto en qué momento empecé a sentirme inferior a ella. Y cuando eso empezó a importar.

Poco después llegan los chicos con dos enormes cajas de pizza, interrumpiendo nuestra charla filosófica. Como mis padres sigan con este ritmo de trabajo, voy a estallar. Mi hermano no solo nos alimenta fatal, sino que hago lo más mínimo por evitarlo. ¡Me encanta la comida basura!

No subo hasta mi dormitorio hasta pasadas las once, cuando esos dos impresentables se marchan a sus respectivas casas. Yo cierro la puerta de mi dormitorio y enciendo el teléfono, que Evan me ha hecho apagar mientras estudiábamos. Cuando lo enciendo, veo que tengo un mensaje del idiota. Se me salta el corazón del pecho, temiéndome lo peor.

Idiota:
No miro atrás
no importa nada más.
No importa lo que piensen
o sientan
los demás.
Y aquí estoy, deseando
tenerte entre mis brazos.
Esperando que me puedas
comprender.
Yo te esperaré.

Me quedo paralizada. No entiendo nada. ¿No está enfadado? ¿Sí?
Melanie: ¿Qué es esto?
Idiota: Es parte de la letra de la canción. Estaba inspirado...

Me gustaría preguntarle si es por lo del beso, pero no quiero romper el momento. Si decidiera desaparecer de mi vida y nunca llegara a saber quién es...me quedo unos minutos en silencio, sin saber qué responder, hasta que lo hace él por mí.
Idiota: No pienso rendirme sin luchar, ¿de acuerdo?

De nuevo, me da miedo contestarle. Releo la letra de la canción, intentando adaptarla al ritmo de la base a guitarra. Siento que me está dando una parte de él, algo muy importante que no debo compartir con nadie. Me gustaría tanto poder decírselo...pero tendría que hablarle de Harry, y no sé si estoy preparada. ¿Puede tenerse el corazón dividido en dos sin habérselo entregado a nadie? Porque me da la sensación de que tengo dentro de mí todas las emociones a la vez, pero que estas emociones están tan arremolinadas unas con otras que se sienten como un único y palpitante vacío. Pero son sentimientos demasiado complejos como para expresarlos con palabras. Suspiro, resignada. Luego escribo:
Melanie: De acuerdo.

Instantes después apago el teléfono y me meto dentro de las sábanas. Mañana, mañana será otro día.

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¡15k! ¡No me lo creo! ¡Y entré en el puesto #96 de Novela Juvenil! ¡AAAAAAAAAAAA!

Gracias por todo, chic@s. Mañana tengo un exámen de Mordor, así que estaré un poco ausente. Pero ya os digo que en el próximo capítulo van a pasar cosas muuuuy idiotiles muajaja.

Gracias a Thelittledebiita por ayudarme con la canción :).
¡Hasta pronto!

Idiota busca a idiota [Saga Idiota #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora