Harry clava sus ojos en los míos, vacilante. Le mantengo la mirada durante unos segundos, pero enseguida tomo una decisión. Recuerdo todas las oportunidades que hemos tenido para besarnos, cómo he mantenido las distancias porque no estaba segura de lo que sentía. ¿Y voy a dejar que me bese aquí, en medio de todos, por un estúpido juego? Él me rodea el rostro con las manos, pero yo niego con la cabeza y me levanto de golpe.
- ¿Qué pasa?- Me pregunta Lisa con enfado. Harry no dice nada, pero me regala una mirada confundida. Le pido perdón sin articular ningún sonido, solo moviendo los labios. Recojo el bolso y salgo corriendo del jardín ante la mirada atónita de todos.
Solo Lisa viene tras de mí.
-¡Melanie, espera!- mi loca amiga corre tras de mí y yo decelero mi paso para que pueda alcanzarme.- No te marches, íbamos a dormir todos juntos, ¡como en las películas!
- Lo sé.- le digo, intentando fingir una sonrisa.- Pero no me encuentro bien...creo que algo me ha sentado mal.- Como tu estúpido juego, bruja.
- Pero...¡Estábamos a punto de desenmascarar a Harry! Estoy segura de que es él.
- También lo estuviste de que era Peter, y nada que ver.- le reprocho.- ¿De verdad esto es lo único que se te ocurre, avasallar a Harry a preguntas estúpidas para que te diga lo que te interesa oír? ¡Podrías haberme avisado al menos de lo que ibas a hacer...!
Pensaba que tendríamos un momento drama (se han vuelto algo habitual, por lo que parece), pero Lisa baja la mirada, arrepentida.
- Tienes razón, Mel. Soy una estúpida.
- Un poco sí que lo eres.- le respondo en un susurro. Ella sonríe con tristeza y me toma de la mano.
- ¿Me perdonas?
Me quedo mirando a mi amiga, pensativa. Es así desde que la conozco: loca, cabezota, despreocupada. Y sigue siendo todas esas cosas, pero ahora se empieza a dar cuenta de las consecuencias de sus actos. Han sido unas semanas muy duras para las dos, y a pesar de todo no me apetece castigarnos más. Le respondo con una media sonrisa.
- Sí.
Justo cuando Lisa me abraza entra Harry con una expresión vacilante en el rostro. Tiene el pelo revuelto y las mejillas sonrosadas, y no puedo evitar apartar la mirada. No sé cuántas veces podrá soportar que le haga algo así.
- ¿Podemos hablar? Solos.
Lisa me mira con expresión vacilante, pero yo asiento y le hago un gesto con la mano para que se marche.
- Vuelvo con los demás, chicos.- dice ella, justo antes de desaparecer.
Harry no dice nada. Se limita a seguir caminando, y cuando pasa por mi lado yo le sigo en silencio. Salimos de la casa y nos alejamos una o dos calles, hasta llegar a un parque cercano que a estas horas está completamente desierto. Harry no dice nada en todo el camino.
- Me encanta este árbol.- le digo, acariciando el tronco de un enorme roble que hay a un lado del parque.- Lisa y yo solíamos jugar al pilla-pilla por aquí. Una vez a la semana se juntaban nuestras familias y hacíamos un picnic bajo sus ramas...era todo mucho más sencillo.
Por toda respuesta, Harry se acerca a mí y me rodea con sus brazos. Yo me dejo abrazar, siendo consciente de que él lo necesita mucho más que yo.
- Me estás volviendo loco.- me susurra al oído.
- Lo siento...- le contesto, aún más bajito. Sigo un poco atontada por lo que he bebido hace un rato, pero aún así puedo sentir que algo va mal. Cuando dice que le estoy volviendo loco, lo dice de verdad. Y no se lo merece. Él se separa unos centímetros y vuelve a tomar mi rostro entre sus manos. Yo cierro los ojos y junto su frente con la mía. No sé lo que quiero, ni mucho menos lo que debo hacer.
- Me gusta mucho estar contigo.
- A mí también.- le respondo en un susurro.
- Entonces, ¿por qué no podemos estar juntos?
- Ya sabes por qué.
Harry se separa de mí, pero no aparta las manos de mi rostro. Una expresión seria cruza su mirada. Cuando al fin vuelve a hablar me dice lo último que me esperaba.
- Soy un cobarde.
- ¿Pero qué...?- Harry cubre los dedos con la boca, silenciándome. El hecho de que haya elegido justo esa palabra hace que me ponga alerta.
- He dado por hecho que bastaba con estar cerca de ti, con dar a entender que me gustabas. Es mucho más difícil de lo que parece, Mel. Mantenerse oculto pero visible, intentar abrirme a ti pero sin dejar que me conozcas de verdad...Tengo miedo de que me conozcas tal y como soy, y descubras que no soy más que un idiota.
Abro los ojos como platos, desconcertada por esta confesión. Es cierto que Harry nunca ha ocultado las intenciones que tenía conmigo, pero es la primera vez que es tan directo. No puedo evitar recordar el día en que estaba tocando una canción parecida a la que me mandó el idiota, o las dudas que tiene Lisa sobre él. ¿Y si es por eso que Sally no quiere decirme quién cree que es el idiota? ¿Es posible que él...? ¡Dios, no sé qué pensar! Ojalá no tuviera tan embotados los sentidos.
Antes de que pueda pensar en algo más, Harry me acerca a él y junta sus labios con los míos. Al principio me resisto un poco y doy unos pasos hacia atrás, pero Harry también avanza conmigo y acabamos los dos apoyados en el viejo roble del parque. Sus labios buscan los míos, suaves pero impacientes, y sus manos rodean mi cintura haciendo que me estremezca. No sé si es por el alcohol o por el torrente de emociones que han corrido hace unos instantes, pero acabo por sucumbir al beso y entreabro mis labios para corresponderle. Harry reacciona de inmediato, atrayéndome más hacia sí. Intento no pensar, simplemente dejarme llevar por él. Por sus manos recorriendo mi espalda, por las mías enredadas en su pelo. No pienses. No pienses. ¿Y si él es el idiota? No, no pienses. Con él eres feliz, con él QUIERES ser feliz. ¿No me has oído? ¡No pienses!
- ¿Mel?- Harry se separa de mí unos segundos, dejando la suficiente distancia como parar mirarme a los ojos.- ¿Quieres que pare?
Le miro a los ojos, dubitativa. Quiero ser sincera, al menos conmigo misma. Si no hubiera llegado el idiota a mi vida, me hubiera enamorado de él sin dudarlo. De hecho, me gusta. Es atractivo, bueno, amable...y, sobre todo, es real. Y si encima existe la posibilidad de que él sea el idiota...
Me muerdo el labio, indecisa. Cada vez me cuesta más pensar.
- No, no quiero que pares.
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Por favor, no me matéis. Os prometo que tengo buenas intenciones :(
Recordad, ¡sin conflicto no hay historia!
Yo no quería pero Harry me obligó :(
No sé qué más hacer para que no me matéis jajajaja.
¡Muchas gracias por leer! Mañana sabréis qué piensa de todo esto Melanie al despertar ;).
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Idiota busca a idiota [Saga Idiota #1]
Novela JuvenilDespués de que le rompan el corazón, Melanie decide tomar las riendas de la situación y buscar por sí misma a un chico que valga la pena. ¡Ya está cansada de los príncipes azules que luego se convierten en ranas! *** Cuando Melanie publicó el anunci...