- Tienes un aspecto horrible.- me dice Peter a modo de saludo.
- Gracias. Tus bellas palabras son lo único que me inspira para venir a clase cada día.- Peter ríe por lo bajo y se adelanta para conseguir un buen sitio en el comedor. No importa lo que le diga, está demasiado acostumbrado a mí como para tenerme miedo.
Abro el candado de mi taquilla, poniendo la combinación a ciegas. Entre que me acosté tarde y que no he pegado ojo, no necesito confirmación alguna de que parezco una auténtica zombie. Igualmente saco un espejo de la taquilla y miro mis ojeras. No hay maquillaje que pueda retocar eso. Me arreglo el pelo como puedo, dejándome los largos mechones de pelo negro detrás de las orejas.
- ¿Poniéndote guapa para tu príncipe idiota?- Lisa aparece detrás de mí con una sonrisa. Yo pego un salto y por poco tiro el espejo al suelo.
- ¡Casi me matas del susto!- Mi amiga se ríe de mí, como siempre.- ¿No puedes estar dos horas sin mencionarlo? Tengo hambre.
Después de nuestra conversación de anoche no ha vuelto a hablarme, pero no logro sentirme aliviada. Aunque ya no me escribiera más (cosa que no creo que deje de hacer), no estaré tranquila hasta que sepa quién demonios es.
- ¡Aquí, chicas!- Lisa y yo buscamos a Peter entre la multitud, y tardamos un rato en verle. Cuando al fin le encontramos, me da un vuelco al corazón. Está sentado en la mesa grande, al lado de la ventana. Con él están las gemelas Ámbar y Alice, el chico nuevo de intercambio y...
-Hola, Melanie. Te veo más...tranquila.- Sebastian me dedica una de sus mejores sonrisas, y de repente quiero morirme. ¿De todos los días en que podía sentarse con nosotros tiene que elegir justo el día en que estoy hecha un desastre?
- Estoy KO.- Le digo, sentándome frente a Peter. Sebastian está sentado a su derecha, así que puedo verle de cerca: tiene la piel morena, bronceada por las horas que pasa en el campo de atletismo. Sus ojos son preciosos: de color azul claro, pero con puntitos azul marino. Es como si fueran una tormenta, y yo quisiera perderme en ella.
- ¿Quieres un pañuelo? Se te cae la baba.- Me dice Lisa a mi oído. Yo suelto un gruñido bajo y le pego con la servilleta.
- Aquí está la Melanie que yo conozco- Sebastian se ríe, y todos le siguien. Dios, quiero que me trague la tierra.
- ¿Alguna novedad acerca de tu chico misterioso?- dice Peter con malicia. Le regalo una de mis miradas asesinas. ¡Lo mato!
- Corta el rollo, Pete.
- ¿Chico misterioso?- Añade Ámbar, que hasta entonces no había dicho nada. Entonces me fijo en el chico de intercambio, que ni siquiera ha probado su plato. En realidad creo que nunca le he oído decir más de dos palabras.
- ¿Melanie?- De repente me encuentro con los ojos de Sebastian fijos en los míos. Me gustaría ver algún tipo de preocupación en ellos, pero sé que no voy a encontrarla.
- Nada, solo un chico que me manda unos estúpidos mensajes.
- A mí me parece muy romántico.- Añadió Alice.- Es tímido, seguro.
- Te aseguro que no.- me río. Entonces suena mi teléfono, y todos se quedan mirándome.
Idiota: mira a tu izquierda.
Giro la cabeza, y todos los demás hacen el mismo gesto que yo. No veo nada en particular, solo los chicos del equipo de atletismo comiendo.
Melanie: ¿Qué se supone que tengo que ver?
Idiota: Fíjate en Gareth.
Le miro, intrigada. Nada interesante que ver: está comiéndose una hamburguesa, como todos los demás. Es una imagen bastante repulsiva de ver, la verdad.
Melanie: ¿Y?
Idiota: Ya ves, no está con el teléfono.¿Me crees ahora? No soy Gareth.
Melanie: Supongo que sí...
Miro a mi alrededor de nuevo, buscando a alguien que tenga el teléfono o el ordenador cerca. Nadie. Ni en mi mesa, ni en la de al lado.
Melanie: Esto está empezando a asustarme...
Idiota: Eres tú la que no quiere verme. Yo solo estoy esperándote.
- ¿Qué te dice? - Lisa mira por encima de mi hombro, pero yo le doy la espalda para que no lea la conversación. Noto los ojos de los demás clavados en mí, pero ahora mismo son el menor de mis problemas. Tardo unos segundos en contestar. ¿Tengo elección? No me dejará en paz hasta que acepte verle. Está claro que viene al instituto, y si estamos rodeados de gente no creo que pueda pasar nada...¿verdad?
Melanie: ¡De acuerdo! Tú ganas. ¿Cuando nos vemos?
Idiota: Cuando menos te lo esperes.
Espero unos segundos más, pero no obtengo respuesta.
- ¿Qué te ha dicho?- me insiste mi amiga.
- Luego te lo cuento- le respondo, bajando la voz. No sé muy bién cómo reaccionar.
¿Qué diablos acaba de pasar?
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Idiota busca a idiota [Saga Idiota #1]
Teen FictionDespués de que le rompan el corazón, Melanie decide tomar las riendas de la situación y buscar por sí misma a un chico que valga la pena. ¡Ya está cansada de los príncipes azules que luego se convierten en ranas! *** Cuando Melanie publicó el anunci...