Idiota busca a idiota [Saga Idiota #1]

Capítulo 39

Melanie: ¡Idiota! ¡Lo he hecho!¡Lo he hecho!

Idiota: ¿El qué?

Melanie: He hablado con Roberto, ¡lo he hecho! Me quitado un peso de encima...¡Soy libre!

Y es cierto. No me había dado cuenta de lo mucho que me pesaba el tema sobre los hombros hasta que me lo he quitado de encima. ¡Nada, no siento nada! Podría ponerme a bailar en medio del pasillo, pero me contengo. Estoy tan tan contenta que hasta me he olvidado de mis estúpidos complejos y he hablado al idiota por primera vez en dos días. ¡Y me ha contestado! Ni siquiera me detengo a pensar en lo que eso supone. Con todo lo que me ha pasado estos últimos días, quitarme un peso como este me ha dejado tan ligera que siento que podría levantar las alas y echar a volar. Si tan solo pudiera tener conmigo al idiota...y a Lisa. ¿Para qué negarlo? Siento que podría arreglar cualquier cosa, perdonar cualquier cosa.

Idiota: Entonces...¿ya no le quieres?

Melanie: No, estoy segura.

Durante varios minutos no me contesta. Yo corro hacia el comedor y me dirijo directamente a la caja, suplicando porque quede un trozo de pizza para mí. Después de conseguir milagrosamente un pedazo me llevo el plato hasta la mesa en la que como siempre, y me siento al lado de las gemelas. Evito sentarme al lado de Harry. Porque no quiero darle explicaciones, pero sobre todo porque todavía no he decidido qué contarles sobre lo que acaba de pasar. Y, me guste o no, él puede leerme como un libro abierto.

- ¿Dónde has estado? Siempre que hay pizza vienes la primera para poder coger doble ración- pregunta Ámbar. Yo le doy un largo bocado a mi porción de pizza antes de contestar.

- Me he pasado por la biblioteca. Necesito unos cuantos libros para un trabajo de lengua y he pensado que a estas horas habría menos cola para el servicio de búsqueda de los libros. ¡Ya sabes que soy un desastre con eso de encontrar libros! No quiero ni pensar en lo perdida que estaré en la universidad...

Me quedo sorprendida por la velocidad de mi respuesta, pero no me quejo. Ámbar asiente, y Alice y Harry se encogen de hombros. No hay más preguntas. Me como a toda prisa el trozo de pizza que me queda y me levanto para ir a mi siguiente clase, dejando al resto todavía en la mesa. Quiero volver a clase antes para poder hablar con él, pero también para procesar lo que acaba de pasar. A partir de ahora, las cosas tienen que cambiar.. Por el camino vuelvo a escribirle.

Melanie: ¿No dices nada?

Idiota: Prefiero decírtelo en persona.

Cuando leo eso, los ojos se me salen de las órbitas. Miro el reloj del teléfono. Faltan apenas o diez minutos para que suene otra vez la campana y todos salgan del comedor como una manada de elefantes. ¿Qué quiere decir con que prefiere "decírmelo en persona"? ¿Va a aparecer? ¿De dónde? De repente se oye un golpe, y me doy cuenta que la única ventana que hay en esta parte del pasillo se cierra de golpe. Justo cuando me giro para mirar qué ha sucedido, todas las luces del pasillo se apagan, dejándome a oscuras. Dejo caer el móvil al suelo por la impresión, y me agacho para recogerlo, pero estoy tan nerviosa que solo consigo tantear el aire a ciegas. Intento serenarme, pensando en un corte de luz momentáneo. Pero no, no puede ser eso. Si lo fuera, las luces de emergencia se habrían activado...me levanto con cuidado, pero entonces siento una presencia detrás de mí que me hace soltar un gritito ahogado.

- Tranquila, ya te tengo.- Me susurra alguien al oído, cogiéndome por la cintura. No, alguien no. Me estremezo.

El idiota.

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¡Muajajajajajajajajajajajajajajajaja!

Mañana sigo, chicos.

Un saludo ;)