Capítulo 26: No lo puedo creer

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Luego de clases, pasé el día entero viendo Los Juegos del Hambre y comparándolo con Divergente, no encontré nada ya que me dormí a mitad de la primera película. Desperté gracias al sonido que mi teléfono emitía indicando mensajes de nuestro grupo, pensaba en salirme pero no quería quedar como la aguafiestas que no soporta ni cincuenta mensajes seguidos sin comenzar una pelea o algo por el estilo.

Así que, volví a dormir.

Se hicieron las 9:30 pm y tenía que bajar al comedor para la cena pero no tenía ganas de ver la estúpida cara de Amber. Aún así, mi cuerpo pedía a gritos comida y no podía abandonarlo en estos momentos. Apenas entré, noté que estaba lleno de mujeres desesperadas por comer y por lo que escuché, hablaban sobre el nuevo director.

A lo lejos vi a Brooke amenazando a una de las amigas de Amber con una zanahoria mientras Amalia trataba de tranquilizarla.

— Guarda eso, la lastimarás con ese vegetal. — le dije quitándole la zanahoria de la mano. Ella suspiró calmándose.

— Está celosa porque esa chica besó a Jace esta tarde. — me susurró Amalia.

— ¿Qué? Pero a Jace le gustas tú.

— Gustaba. — dijo Brooke sin apartar la vista del jugo que ahora estaba en su bandeja.

— Estuve un día en mi habitación y me perdí de todo. — bufé cruzándome de brazos.

— No te perdiste nada que importe. — el tono de voz de mi amiga se volvió frío.

— Oye, tú nunca le prestaste atención a Jace y ahora estás celosa. Lo siento pero lo perdiste, Brooke y tienes que darte cuenta. — le dijo Amalia un poco cansada de la situación anterior.

— Cállense, no me están ayudando. — dijo tomándose todo el jugo y dejándole la bandeja a una chica que se encontraba a su lado, para luego irse.

— Tengo que hablar con él.

— Fuiste muy dura con ella. — comenté masticando la ensalada.

— Pero Emma, Jace intentó estar con Brooke desde que la conoció y después de años decidió buscar a alguien más. Ella es mi amiga pero tampoco puedo dejar que se enoje con él es la única culpable.

— Por un lado tienes razón, pero aunque sea así lo golpeare. Oye, ¿y Emily?

— No salió de su habitación en todo el día, hasta vi que Liam la visitó pero al rato se fue bastante molesto.

— Qué raro, vamos a hablar con ella.

— Mejor no, Emily tiene un temperamento muy fuerte cuando está enojada, es mejor dejar que se le pase y luego ella nos va a contar todo.

(...)

Me estaba pintando las uñas de un color azul Francia luego de bañarme, pero justo tres golpes en mi puerta me interrumpieron ¿Será posible que cada vez que quiero pintarme las uñas algo pasa para que tenga que moverme?

«Es ley de vida.»

Abrí la puerta encontrándome a Brooke con los ojos llenos de lágrimas. Quedé estupefacta cuando me abrazó y al instante correspondí su abrazo, invitándola a pasar.

— Jace... — murmuró mientras me agarraba la mano.

Mierda, adiós a veinte minutos de dedicación a mis uñas.

— ¿Qué pasó con ese idiota?

— Me dijo cosas horribles Emm, me odia por haberlo rechazado tanto tiempo y ahora resulta que está en algo con la tal Melanie, una de las amigas de Amber. — dijo sollozando mientras agarraba una almohada y depositaba sus lágrimas en ella. Acaricié su cabello.

Conocerte Es Difícil © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora