Conocerte Es Difícil ©

Capítulo 14: De la muerte y la friendzone nadie se salva

Y entonces habíamos vuelto a lo mismo de hace poco más de una semana.

Estaba en la puerta de mi casa mientras me despedía de mi familia y mis amigas, el chofer de mi papá era quien me iba a llevar esta vez al internado. Desgraciadamente, mis progenitores viajaban a Alemania por temas de negocios, vaya a saber lo que iba a hacer Luke con mi casa...

La verdad es que casi nunca veo a al chofer de mi padre porque, según él, trabaja más que nada en los viajes al extranjero, pero ahora querían que vaya con alguien de confianza y Harold fue el elegido.

En el auto estaba todo en silencio, que luego de un rato me acostumbré pero aún así era incómodo. Tuve una madura decisión para pasar el rato entretenida: escuchar One Direction hasta terminar dormida y feliz.

— Señorita Price, acabamos de llegar.

Mierda. Era volver a la misma rutina y no quería, me gustaba estar en casa sin ser responsable por quién podía entrar en mi habitación.

— Muchas gracias Harold, saluda a mi padres de mi parte. — dije mientras él bajaba mi maleta del auto y me la entregaba.

— No de qué, cuídese. — dicho esto se volvió a subir y salió nuevamente por los portones del internado, dejándome en el edificio de mujeres.

— ¡Llegaste! — sentí tres gritos al unísono que provenían de atrás, supongo que se pueden imaginar quiénes son. Sonreí abrazando a todas mis amigas al mismo tiempo. Era lo único bueno que tenía volver.

— No sabes de todo lo que te perdiste mientras no estabas. — comenzó hablando Amalia.

— ¿Y que están esperando para contarme? — les pregunté alzando una ceja.

— Primero, Liam terminó con la perra de Amber. — dijo Emily.

Ya lo sabía, pero preferí no decirles nada para que no tenga que contarles de Chris y cómo lo acosé. Aunque les había dicho por encima, no quería quedar como tan loca.

— Luego, ella lo estuvo persiguiendo por todo el edificio de los chicos y Liam terminó humillándola aún más, aunque según Emily está arrepentido de haberla tratado así. — lo que dijo Brooke me sorprendió. Liam la había defendido de mí una vez, y resultó extraño saber que al fin de cuentas no era tan importante como parecía.

— Eso es lo que él me contó. — dijo Emily pero de repente miró a alguien detrás mío y abrió sus ojos como platos.

— ¿Qué estás mirando? — pregunté.

Ni siquiera me respondió así que decidí voltear y creo que mi expresión fue la misma que ella. Amber estaba saliendo de la cafetería en pijama y con un moño todo desarreglado en su cabello.

«Está hecha un desastre.»

La verdad es que sí. Se veía pálida y se le notaban ojeras, y eso que era la chica con mejor piel que había visto en mi vida.

«El maquillaje lo puede todo.»

Así parece.

— Amber ¿Estás bien? — le preguntó una chica morena que estaba detrás de ella.

— ¿Acaso me ves con cara de estar bien? — habló al borde del llanto y salió prácticamente corriendo del lugar, consiguiendo darme pena.

Que imbécil es Liam. Aunque ella sea una zorra ¿Tenía que haberla dejado en ridículo frente a todos los hombres?

— Mejor vámonos. — la primera en hablar fue Brooke.

— ¿Y qué más pasó en mi ausencia?

— Eso te quería decir, parece que Amber estaba coqueteándole a Chris Powell. — abrí mis ojos como platos al escuchar a Amalia y quedé atónita.

— Pe—pero él es amigo de Liam, ¿Cómo va a hacer eso?

Me retracto, ella es una perra y se lo merecía.

— No lo sé, además mi hermano no quiso hablar conmigo acerca de ese asunto.

Christopher sólo me había comentado que ellos ya no estaban juntos. Claro ¿Quién se delataría como el "causante" de la ruptura entre su amigo y su novia?

Sin decir más nada dejé mi maleta en la habitación y salí corriendo en dirección al edificio de los hombres. Presioné el botón 10 en el ascensor y esperé a que subiera, cuando ya estaba frente a la puerta decidí tocar.

Liam POV

No he salido de mi habitación desde que todos comenzaron a preguntarme sobre lo que pasó con Amber. Sinceramente ni siquiera me dolió, es más, yo le había pedido un tiempo pero cuando quisimos retomar nuestra relación hizo eso y terminé definitivamente con ella.

Debía dejárselo en claro a todo el mundo.

Liam White no tiene cuernos.

El sonido de golpes en la puerta me hizo salir de mis pensamientos y cuando abrí me encontré con Emma, quien sólo me abrazó sin decir nada. Era un abrazo cálido, hacía mucho que no me abrazaban de esa forma.

— Emma ¿Estás bien? — le pregunté extrañado.

— Me enteré de lo que pasó, quería saber cómo estabas.

Oh, no. Lo que me faltaba.

Solté una leve risa antes de invitarla a pasar y así poder hablar tranquilo con ella.

— Mira Emm, no sé lo que te habrá dicho mi hermana pero yo estoy mejor que nunca. Lo mío con Amber no funcionó y así es mejor.

Ella me miró sorprendida y abrió sus ojos como platos ante mi respuesta.

— No entiendo, Liam. — luego de eso tuve que explicarle con detalles cómo sucedieron las cosas y ella pareció más tranquila.

— Amber está destrozada, hoy la vi en el edificio y parece una típica chica con mal de amores. — dijo y sonrió con algo de... ¿vergüenza? Eso fue raro.

— Todos andan diciendo que la dejé en ridículo frente a los chicos, pero en realidad le dije que no quería saber nada de ella como algo más que una simple amiga, aunque bueno, entendieron otra cosa.

— Wow, de la muerte y la friendzone nadie se salva. — dijo con un tono de diversión lo que provocó que yo riera.

Era hermosa.

¡No! ¿Qué estás diciendo? Es una loca, sólo me cae bien.

Basta, Liam.