Capítulo 14: Sorpresa

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- ¡Emma, las sábanas! - exclamó Liam tironeándolas hacia su lado pero las agarré con fuerza. - Oye, no estoy bromeando. - comenzó a moverme y bufé. - ¡¿Puedes ser consciente de que tengo frío?!

- ¡¿Qué quieres?! - volteé agitando mi mano por lo que golpeé su nariz.

- Vaya, eres capaz de lastimarme en dos segundos ¿Qué tienes contra mi nariz? - se quejó.

- Ay cállate. - me di vuelta para seguir durmiendo sin importar la hora.

Volví a despertar pero esta vez me encontraba sola en la cama, amaba que eso pasara ya que podía estirarme y que nadie saliera golpeado, aunque bueno, de eso ya me encargué con Liam.

- ¡Una hemorragia! - Brooke entró a los gritos mientras una manta tapaba desde su cintura para abajo dirigiéndose al baño.

Fruncí el ceño confundida y me levanté para tocar la puerta.

- ¿Brooke? ¿Estás bien?

- ¡Estoy desangrándome como una mujer que acaba de parir siete hijos! - arrugué mi nariz.

- ¿Necesitas algo?

- ¡Ser hombre! ¡Eso necesito!

Reí ante ese tipo de problemas que teníamos todas las mujeres y Liam entró en la habitación masticando una manzana.

- ¿Quieres algo de comer? - me preguntó con la boca llena.

- Liam... - lo miré con ternura. - Siempre quiero comer.

- Uff... - mi amiga salió del baño suspirando aliviada. - Si vieras como quedaron las sábanas de sangre te da un ataque de asco y furia como para lanzarte del balcón. - dijo mientras observaba sus uñas por lo que ni siquiera notó la presencia de Liam.

- ¿De qué estás hablando? ¿Alguien se lastimó? - frunció el ceño.

- ¡Liam! - gritó asustada. - Eh... no, nada. Todos estamos bien... - suspiró alejándose incómoda.

- ¿Si llegamos a vivir juntos voy a tener que soportar esos ataques de rareza?

- ¿Vivir juntos? - alcé una ceja.

- En algún momento tendremos que hacerlo. - se encogió de hombros ¿En serio quería vivir conmigo sin siquiera ser su novia legal?

- Wow, cálmate rapidin, aún no pasamos por la tortura o también llamada charla de paternidad que nos va a dar mi madre, no creo que sigamos vivos luego de eso.

- Es verdad. - musitó aterrorizado.

- Probablemente me encierren en una torre custodiada por un rottweiler cuando sepan que no soy virgen a los 17 años. Y a ti... bueno, que en paz descanses.

- Creo que tengo ganas de que nos mudemos a otro continente.

- Eso será mejor. - asentí.

Me sonrió y salió de la habitación. Observé mi maleta por unos segundos, qué más da, mi pijama negro de estrellas verdes será el outfit del día de hoy.

- Wow. Tenemos que hablar seriamente sobre moda. - dijo Emily al verme bajar de la escalera.

- ¡Eso está genial! ¿En dónde lo compraste? - gritó Jace tomando mi mano para que diera una vuelta sobre mi propio eje.

- Tienes un gusto horrible, Jace.

Seguí mi camino hasta encontrarme la mesa de la cocin. Una taza de café con espuma, medialunas y jugo de naranja era lo que prácticamente posaba para mí.

- ¿Por qué miras la comida como si fueras a violarla? - me preguntó Alex divertido.

- Déjame contestar esa pregunta. - Dijo Will tomando una medialuna. - Emma, eres una pedófila de comida.

Conocerte Es Difícil © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora