Capítulo 6: Terapia para parejas

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Até mi cabello en una coleta alta para complementar mi aspecto deportivo ¿Por qué? Fácil. Hoy teníamos que asistir a esa terapia para parejas.

Han pasado tres días desde el ensayo y sinceramente no puedo olvidarme lo que pasó, más exactamente, lo que sentí estando con Liam. Y me preocupa. Me preocupa el hecho de volver a enamorarme sabiendo que él está con otra persona. Bueno, con una zorra, en realidad.

- ¿Estás lista? - me preguntó Amalia apoyada en el umbral de la puerta.

- Eso creo. - suspiré.

- No te preocupes. Es sólo un día y no tendrás que pasar más por eso.

- Claro que no. - sonreí. - Adiós.

Bajé prácticamente corriendo las escaleras cuando escuché el claxon del auto de Brooke.

- Dios. - dijo sorprendida cuando subí al auto.

- ¿Qué te pasa?

- Vas a enamorar a Liam con ese cuerpo ¿Has ido al gimnasio en Canadá?

- Salía a correr por las mañanas... - recordé lo que dijo anteriormente. - No voy a enamorarlo Brooke, creo que ya debes superar el hecho de que no pasará nada.

- Si te llegas a quedar permanentemente aquí no creo que eso suceda.

- ¿A qué te refieres?

- Es obvio Emma. Creo que todos notamos a kilómetros lo que pasó el otro día en el ensayo, cómo se miraban. Dime que tú también lo notaste. Por eso te fuiste corriendo.

- Puede ser. Aún así no, quiero hacerme ilusiones.

- ¡Lo sabía! - chilló soltando el volante y rápidamente lo tomé. - ¡Lo amas!

- Brooke, sigue conduciendo por favor. - dije con dificultad.

- Oh, sí. - regresó sus manos al volante. - Pero lo amas, lo sigues amando, él te sigue amando. Creo que les voy a pegar en cualquier momento.

- Brooke. - suspiré. - Liam está con otra. En una relación. Con otra. - pronuncié lentamente las últimas palabras. - ¿Qué es lo que no entiendes de eso?

- Lo que no entiendo es cómo pueden fingir que no pasa nada entre ustedes, o que ya no sienten nada el uno por el otro.

- A ti te está pasando lo mismo con Jace, estás confundida. Puedes entenderme a la perfección.

- No creo entenderte. Yo estoy dudando seriamente en casarme, pero lo que a ti... - me señaló. -... te pasa es que tratas de fingirlo, al igual que el otro imbécil. Hacen como que lo de ustedes ya está superado pero creo que es muy difícil olvidar todas las cosas que pasaron juntos. Sé sincera, lo extrañas.

Fruncí el ceño.

¿Lo extraño de verdad?

- El silencio otorga. - sonrió con autosuficiencia.

- No lo sé. - murmuré. - Creo que sí.

- ¡Sí! - chilló soltando otra vez el volante y la miré con miedo. - Yo te voy a ayu...

- ¡No! - la interrumpí tomando sus manos y colocándolas en el lugar correspondiente. - Ni tú, ni Emily, ni nadie tiene que meterse en esto. Liam está con otra y no soy quién para ir a arruinar su relación de la misma manera que ella hizo con nosotros.

Bufó rodando los ojos.

- Ahora cambiemos de tema ¿Ya tienes pensado más o menos cómo será el vestido?

Conocerte Es Difícil © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora