Epílogo®

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Lamento si les apareció la actualización varias veces pero tuve problemas para corregirlo, aunque finalmente aquí está... (Lean la nota del final)








                 

Los nervios estaban carcomiéndome por dentro.

La mayor parte de los invitados ya se encontraba cada uno en su lugar preparados para que comenzara la boda. Yo estaba afuera, esperando la señal de la organizadora y así poder avanzar.

- Bien chicas ¿Ya están listas? -  nos preguntó a mis amigas y a mí.

- ¡Nacimos listas! -  exclamó Ana y solté una risa. Las cuatro vestíamos con el mismo color que previamente había elegido Alli, ella estaba empeñada en que todo debía salir perfecto para su boda. Y aquí estoy, dejando ir a la segunda de mis amigas. Si antes me hubieran preguntado algo sobre estas cosas habría dicho que no, me negaba a aceptar que algún día creceríamos y estaríamos dispuestas a formar una familia al lado del hombre que eligiéramos. Pero ya era hora de madurar.

- Ahí viene. -  habló Brooke también nerviosa. Las cuatro volteamos a ver a nuestra amiga que salía de la limusina vestida de blanco. Mis ojos se llenaron de lágrimas.

- Estás hermosa. -  susurré abrazándola.  - Dios, se me correrá todo el maquillaje. -  reí lanzándome aire con mis manos para que las lágrimas se secaran.

- Gracias por compartir esto conmigo. Las amo tanto. -  dijo abrazándonos esta vez a todas, y no creo que alguna se salve de un silencioso llanto emocional.

- Chicas, es hora. -  nos avisó una de las encargadas.

- Me voy a casar. -  susurró Alli con la respiración agitada, de un momento a otro dejó de sonreír y se puso seria.  - Voy a vomitar.

- ¡No! -  se alarmó Amalia.  - Tranquila, todo estará bien, respira hondo ¿Si?

- Okay... -  asintió preocupada.

- Ahora vamos. -  habló Brooke.  - Es normal esto, cuando estés al lado de Will vas a olvidarte de todo, créeme. -  le sonrió consiguiendo tranquilizarla un poco.

Dos hombres parados en las puertas de la Iglesia nos hicieron señas para pasar. Las organizadoras de la boda nos entregaron pequeños ramos de flores comparados con el de Alli y escuchamos la típica música de entrada. Tomé aire profundamente, esto era lo que quería para mi futuro, pero la noche no era mía, sino de Alli. Los invitados voltearon hacia la puerta y empezamos a caminar en fila, con una sonrisa plasmada en el rostro. Yo era la primera, en frente de mí estaban Will y Jace a su lado. Cielos, hacía tanto que nadie sabía de él, por suerte vino a la boda de su hermano. Cuando llegué a ellos seguí el camino para estar al costado de donde se quedaría la novia.

Y entonces lo vi.

Sentado en primera fila, el hombre más hermoso del mundo para mis ojos sostenía a un bebé tratando de calmarlo. Y a su lado, una mujer elegante me observaba con atención, era obvio que me conocía.

- Te dije que eras más linda. -  me susurró Brooke desde atrás.

- Es perfecta. -  murmuré cerrando los ojos por un momento.  - Pero no importa, si él es feliz yo también lo soy.

La ceremonia siguió su curso cuando Alli entró dejando a todos enamorados de ella y del vestido. Para qué decir que no, estaba realmente hermosa. Al rato llegó la parte del sí, miré atentamente a Will quien ahora se encontraba de frente a su novia. Era inexplicable la forma en la que ellos se miraban, por poco no desborda amor de sus ojos ¿Quién no desearía que alguien te mirara de esa forma?

Conocerte Es Difícil © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora