- Tú estás mal. - sentenció mi abuelo viéndome serio. Ni siquiera preguntó cómo me sentía, simplemente lo dijo, como si tuviera algún detector de rupturas y grietas cardíacas no literales.
- Para nada. - negué y seguí comiendo.
Hace apenas unos minutos había tomado una decisión: olvidar. Era difícil, cielos que sí. Me costaba demasiado sabiendo que esa persona culpable de mi sufrimiento se encontraba a sólo cinco metros de mí. Maldito. El plan sería dar por terminada esta noche y, junto con ella, todo lo que algún día sentí por Liam.
Una vez que la cena había finalizado, la gente se levantó dirigiéndose a la sala para bailar. Ya que, desgraciadamente, mi abuelo no pensaba acabar con la fiesta hasta que cumpla otra decena de años.
Me senté junto a Luke en un sofá cuando vi que observaba a las parejas desde una prudente distancia.
- ¿Y bien? - le sonreí pervertidamente, pero no demostró haber captado el sentido de la pregunta.
- ¿Y bien qué?
- Cuéntame que ha pasado entre tú y Ana.
- Oh... - soltó una risa. - Volvimos.
Chillé de felicidad y lo rodeé con mis brazos, al fin una buena noticia después de todo.
- Pero de todas formas Ana regresará a Canadá cuando terminen las vacaciones.
- ¿Qué? - arrugué la nariz. Esta mujer tan estúpida es capaz de volver sólo para seguir estudiando. Creo que necesita un golpe de razonamiento...
- Y yo también. - sonrió con ternura.
Mis ojos se abrieron a más no poder aunque no estaba segura, mi mente podía haber sido capaz de engañarme imaginando cosas. - ¿Tú también qué? - quise asegurarme.
- Iré con ella.
Ahogué un grito de felicidad, me sentía muy bien de repente. Era un alivio saber que dos de mis personas más queridas por fin podrían estar juntas otra vez.
Aquí la única que no sabía qué hacer consigo era yo.
«Siempre tan lenta, Emma.»
- Me siento muy feliz por ti. - sonreí abrazando a Luke.
- Estoy seguro de que pronto podré decir lo mismo. Y escúchame... - tomó mi rostro con ambas manos. - Aceptaré a cualquier hombre que sepa que te ama. No te apresures en encontrarlo, tal vez esté más cerca de lo que piensas.
Asentí. Después de todo tenía razón ¿Quién era yo para forzar al amor? Porque seguramente aquello era algo imposible y de donde seguramente saldría lastimada. Otra vez.
- ¿Emma? - habló una voz dulce que hacía mucho tiempo no escuchaba. Volteé sonriendo, a pesar de todo me ponía feliz volver a verla. Era la madre de Liam.
- Dinah.
- Ya regreso. - escuché murmurar a Luke antes de que desaparezca por la sala.
- Ha pasado tanto tiempo querida. - suspiró sentándose a mi lado.
- En efecto ¿Cómo están? - ladeé mi cabeza. Desde que su reconciliación madre e hijo dio resultados, la había notado más feliz que de costumbre. Claro, eso fue antes de que yo desapareciera por cinco años.
- Bien... supongo. - de repente su mirada parecía preocupada. - No se si sabes algo sobre mi hijo, él se peleó con sus hermanas.
Alcé ambas cejas sorprendida. - ¿De verdad? Wow, yo no estaba enterada. Emily nunca me lo dijo.
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Conocerte Es Difícil ©
Romance«Trilogía incluida» Conocer: acción que realiza el sujeto con el fin de tener una noción o idea de algo o de alguien y, así, poder decidir y actuar en relación a ello. El conocer se basa en investigar para obtener información y conocimiento sobre un...