Capítulo 18: Augustus

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Estaba en una playa, el viento hacía que mi pelo se volara queriendo danzar al compás de perfect—1D mezclado con el ruido que producían las olas al chocar con rocas.

— Hola, Emm.

— ¿Augustus? ¿Qué estás haciendo aquí?

— Vine a desearte suerte para tu examen.

— Ugh, ni lo recuerdes, me tengo que levantar como a las 6:00 am mañana para poder estudiar todo lo que me falta.

— Okay.

Oh por Dios. Muero y revivo aquí mismo ¡Me dijo okay!

— ¿Por qué no me violas?— pensé. Pero no, no podía mostrarme tan regalada a Augustus Waters.

— ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Te gusta seguirme o qué? — la voz de Liam me hizo voltear para encontrarme con su estúpido rostro.

— Cállate, estoy con el amor de mi vida. — pero cuando volví a voltear para buscar a Augustus, él ya no estaba.

— Qué pena, se fue. — rodé los ojos. — Pero yo estoy aquí.

— Eh... sí, ya noté tu presencia.

— Se te hace tarde, Emma.

— ¿Para qué?

Justo ahí fue cuando desperté, tirada en suelo con una almohada en mis piernas. Y... ¡Mierda! Eran las 7:40 am.

Creo que me vestí en cinco minutos con lo primero que encontré en el closet, me lavé los dientes y la cara, y salí corriendo en dirección a la escuela.

— Emma, ¿me estás escuchando?— la voz de Brooke me despertó. Fruncí el ceño dándome cuenta que había vuelto a dormirme pero esta vez encima del banco.

— ¿Qué? ¿Dónde estoy?

— En el país de nunca jamás. Idiota, en la clase de biología. La profesora se retrasó.

— Ay, gracias a Dios ¿Estudiaste?

— Creo que ya sabes la respuesta.

— Lo tomo como un no.

— Exacto. Oye, ¿estás bien? Te ves fea.

— Pareciera que no dormí nada anoche, pero sí, y tuve un sueño extraño.

— ¿Tú también sueñas con que las frutas cobran vida y te persiguen gritando cosas en alemán? Porque yo también sueño eso. — sólo la mire extrañada mientras tocaba su frente por miedo a que su temperatura esté alta y comience a delirar, cuando vi que la profesora se asomaba por la puerta.

— Buenos días clase. Saquen un lápiz y goma.

Al final había sido el exámen más fácil que di en mi vida, de seguro lo apruebo.

Mentira.

Me fue horrible, si contesté dos preguntas es un milagro, pero apuesto a que están mal.

Ugh, maldito sueño de fangirl con Augustus.

«También estaba Liam.»

Él no importa.

— ¿Por qué tienes cara de muerta? — me preguntó Emily luego de que tocara el timbre del receso.

— Porque lo estoy.

— ¿Acaso murió otro personaje literario?

— Shh, no digas eso. Si hablas de algo así, un escritor mata a un personaje que luego te deja un agujero en el corazón, por siempre. — dije limpiando una falsa lágrima de mi mejilla.

— Yo entiendo. — dijo Amalia levantando su mano derecha. — Es algo así como cuando dices: No creo en las hadas, y una muere.

— ¿Acaso vieron Peter Pan anoche? — les pregunté.

— Sí, es genial.

— Allá está Jace. — golpeé a Brooke con el codo.

Ayer los vi hablando en el pasillo del edificio de hombres, lo que me resultó extraño y mi shipper interior se despertó. Según Brooke, fue a pedirle el cargador de Amalia para usarlo ella porque lo rompió y se quedaron hablando un rato.

No les creí.

Al mismo tiempo vi a Emily salir de la habitación de Chris. Según ella fue a buscar a su hermano y el susodicho justo salió por lo que se quedaron hablando y luego la invitó a pasar.

No les creí.

— ¿Y eso qué? Mira, allá está Liam. — dijo imitándome y golpeando mi brazo con su codo de la misma manera que hice yo.

— Qué bien. Luego lo voy a saludar. Al menos Brace es real. — dicho esto salí corriendo por miedo a que Brooke quisiera pegarme o algo por el estilo.

Aún sigo pensando en el nombre de la pareja de Chris y Emily, ¿Chrimily? No suena bien. Pero bueno, ahora tengo que prepararme mentalmente para la próxima clase, gimnasia.

— ¿Qué te pasó? ¿Te peleaste con la almohada y ella ganó? — preguntó Liam colocándose a mi lado mientras guardaba unas cosas en mi casillero.

— Cierra la boca. Tú... — dije apuntándolo con mi dedo índice —... interrumpiste mi fantasía con Augustus, inoportuno.

— ¿Qué? ¿Quién es Augustus?

— Nada, déjame a mis problemas y a mí en paz.

— Como digas. Bueno, te estaba buscando porque Chris y yo queríamos ir este fin de semana al cine con tus amigas y los hermanos de Amalia, ¿Qué dices?

— Otro estúpido lugar cliché para que Brace sea real. — dije para mí misma.

— ¿Brace?

— Nada. Por supuesto que nos encantaría ir, tengo que irme a decirles a las chicas. Adios. — dije rápido dándole un beso en la mejilla y seguido de esto salí corriendo.

(...)

— Ah, genial. — contestó Brooke limándose las uñas.

¿Diva? Por supuesto.

— Es tu momento para estar en una relación con Jace. Reacciona. — dije estampando mi mano en su mejilla izquierda

— Auch, ¡idiota!— dijo pegándome una cachetada más fuerte que la anterior.

— Oigan, ya deben superar eso de verse como un golpeador humano. — habló Amalia mientras acariciaba nuestras mejillas notablemente rojas.

— Dile que acepte lo del cine.

— ¿No quieres ir, Brooke?

— Es que la señorita Cupido quiere que vaya especialmente por Jace. Pero yo quiero ir por ustedes, para salir de esta asquerosa prisión y pasarla bien.

— Qué asco, mi hermano ¿Qué le viste?

Brooke sólo se fue fulminándonos con la mirada mientras caminaba como toda una diva por el medio del pasillo.

Quizá me esté pasando de pesada con este tema de las parejas.

Pero sólo quizá.

Conocerte Es Difícil © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora