Capítulo 31 final: Parte 2

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Estaba paralizada.

Mis labios quedaron entreabiertos por el potente beso que Evan me había dado recién, tan así que aún no caía en cuenta de quién estaba frente a mí.

Liam desbordaba furia y decepción por donde lo vieras. De un tirón logró separar a Evan de mis labios y ahora se encontraba todo golpeado. Cómo no, él practicaba boxeo.

- Piérdete. -  le dijo rebajándolo con una sola mirada fulminante.

Evan me miró dudoso como preguntándome si quería que hiciera lo que Liam dijo. Sólo asentí.

Algo en mi cabeza hizo click y me di cuenta de lo que acababa de pasar.

¿Por qué demonios lo besé?

El sonido del motor fue lo único que escuché antes de ver a Evan alejarse. La mirada de Liam me estaba quemando por dentro y ya no sabía qué hacer.

Decidí mirarlo y vi que tenía sus ojos cristalizados. Los cerró con fuerza derrotado y por fin habló.

- Así que... ¿Por eso me contestaste tan indiferente el teléfono?

No me dejó responder y asintió con cinismo.

- ¿Por qué, Emma? No lo entiendo.

- Eso mismo debería preguntarte yo. -  respondí en un murmuro.

- No, escúchame. -  me tomó por los brazos logrando que me levante del suelo.  - ¡¿Hace cuánto me quieres ver la cara de idiota, eh?! ¡No entiendo que hice mal! Yo te amaba y tú... -  me soltó de golpe como si me tuviera asco.  - Me clavaste un puñal por la espalda, Emma. Esto lo pude esperar de cualquier persona menos de ti. La mujer que no soportaba ver a su novio hablando con otra sin ponerse celosa ¡¿A qué mierda querías llegar?! ¡Dime!

- ¡¿Y tú qué?! -  las lágrimas se acumularon en mis ojos.  - ¡¿O acaso vas a seguir fingiendo que no te acostabas con Beca?! ¡Ya no me mientas, lo se todo!

- ¡Yo nunca me acosté con ella, maldición! -  gritó al borde de la desesperación por lo que se apoyó en la pared para calmarse.  - ¿Cómo puedes pensar que te sería infiel?

- ¡No lo sé! ¡Tú atendiste el teléfono de su habitación!

Frunció el ceño y apretó los labios.  - ¿Tuviste que llamar a la habitación de Beca para confirmar que no te esté engañando? -  preguntó dolido.  - ¿Hasta eso tuviste que llegar? ¡¿No confías en lo que te dije?! ¡¿No te bastaba con eso?!

- ¡No! ¡No me bastaba! ¡¿Y sabes por qué?! ¡Por tu culpa! ¡Tantas mentiras que ya no se si de tu estúpida boca pueda salir algo verdadero!

- ¡Esto es imposible! -  exclamó y golpeó la pared con una fuerza que me asustó por completo. Me miró negando con su cabeza y tomó mi brazo.  - No quiero verte nunca más, Emma. En dos minutos tuviste esa capacidad de matar todo el amor que... -  me analizó completamente asqueado.  - ... sentía por ti.

Sus palabras eran como cuchillos que se estaban clavando en mi pecho. Me soltó con fuerza logrando que solloce y simplemente se alejó de mí.

Y esta vez no creo que nos reconciliemos.

Nunca más.

(...)

- No, corta tú... -  dijo por milésima vez de forma coqueta con el teléfono en su oreja.  - No, tú... no pienso hacerlo, hazlo tú...

- ¡Mierda! -  exclamé estresada y le quité el aparato.  - ¡Yo corto! -  finalicé la llamada.

- ¿Qué te pasa? -  Brooke de quejó.  - Desde que llegué has estado así ¿Qué pasó con el bombón chico malo ese? -  preguntó con una sonrisa pervertida en el rostro.

Conocerte Es Difícil © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora