Capítulo 8: El dibujo

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Liam POV

— ¿Quién es la tal Emma Price? ¿Acaso no es la chica que te golpeó, amor?

— No me golpeó. — fruncí el ceño ¿De dónde salen tantos rumores ? — Pero sí, es ella.

— ¿Y por qué estás con esa loca?

— Porque el entrenador de boxeo me lo pidió, igual estábamos aquí justamente para hablar sobre que ya no me necesita.

— Pasas más tiempo con ella que conmigo. — dijo esta vez haciendo puchero con sus labios.

— No te preocupes, ella no se compara contigo. — me acerqué para darle un corto beso desarmándole el gesto que hacía.

«Mentir es pecado.»

Apenas me separé de mi novia, vi pasar a Emma corriendo por al lado nuestro, lo cual me extrañó porque le había dicho que esperaríamos a Peter toda la mañana si hacía falta.

— Ya regreso. — Dije sin esperar ninguna respuesta por parte de Amber para salir corriendo detrás de Emma, la tomé del brazo y la llevé al salón que se encontraba al lado de nosotros.

— ¿Por qué te fuiste del gimnasio? Tenemos que hablar con Peter. — le pregunté con el ceño fruncido.

— Eh... señor instructor, usted estaba con la zorra de su novia, yo no tendría por qué quedarme ahí mientras hacen quién sabe qué en horario de clases.

— Yo estaba afuera esperándolo, Amber apareció y nos quedamos charlando mientras tú jugabas con tu teléfono. Además, no le digas así a mi novia.

Pero no contestó, sólo me miró bastante enojada y recordé al instante la primera vez que hablamos y ella casi me golpea. Por suerte esta vez, no lo hizo.

Estaba dispuesta a salir pero se detuvo en seco frente a la puerta.

«Ahora sí, te va a golpear.»

— ¿Por qué te detienes? — me animé a preguntar.

Se dio vuelta y ahí me di cuenta que estaba verdaderamente enojada, y eso que no la conozco del todo aún.

— La puerta no abre. — se veía más tranquila al pronunciar esas palabras. Sólo es cuestión de segundos para que explote. — ¡Imbécil, me trajiste al salón en donde se quedaron encerrados los estudiantes! — me retracto, su voz comenzó a aumentar de tono y se acercó a mí a pegarme con sus dos puños en mi pecho pero rápidamente me cubrí.

— Espera. Emma. suficiente. — la última palabra la dije también levantando mi voz, provocando que ella se detuviera. — ¡Esto es tu culpa! Si tú no hubieras salido así del gimnasio...

No alcancé a terminar la frase. Su puño chocando contra mi cara de una forma poco violenta a decir verdad no me lo permitió, aunque no dolió tanto, lo que sí dolió fue la expresión con la que propinó el golpe.

Siendo sincero, sí ¡Dios, qué chica más difícil! Hace tiempo que me arrepentí de haberme acercado a ella. Es una loca.

Tampoco le dije nada, sólo fui a sentarme en una silla de las del final.

«Te sentaste en una silla, qué bien Liam.»

Cállate.

Emma POV

Pude ver como la mejilla izquierda de Liam se había puesto de color roja, pero eso se lo merecía por imbécil, y además de calmarme un poco.

— Eres un tomate. — le dije soltando una leve risa para romper el incómodo silencio. Sus ojos lanzaron chispas prácticamente de lo furioso que estaba conmigo, entonces dejé de reír.

Pocos segundos después sonrió mirando un punto fijo.

«Es linda su sonrisa.»

Sí, tienes razón. Pero es un idiota.

— Lo lamento, sé perfectamente que es mi culpa. — habló por fin.

Lo que dijo provocó que yo sonriera involuntariamente, pero al pensar en lo que estaba haciendo borré la expresión de mi rostro. Unos segundos después vi sus intenciones, su sonrisa se tornó arrogante, pero aún así no quise ser tan malhumorada.

— Está bien, Liam. De todos modos yo también tengo algo de culpa.

De repente se paró de su asiento y tomó un fibrón de esos que usan los profesores para empezar a... ¿Dibujar?

¿Liam White dibuja?

«Y parece que dibuja bien.»

Me quedé paralizada al ver como en diez minutos terminó su dibujo pero más aún cuando vi lo que había dibujado.

Era yo.

— Wow. — dije asombrada. — ¿Co—como lo hiciste? No sabía que dibujabas tan bien. — Traducción a lo que dije: No sabía que tenías dotes para algo que no fuera meter la llave en la cerradura.

«Buen doble sentido.»

Esperen.

¿Acabo de tartamudear?

«He aquí lo que Liam White provoca en ti.»

¿Qué? No, para nada.

Liam soltó una suave risa antes de contestar. — Como te conté, mis padres fueron bastante ausentes y mi hermana mayor dibuja muy bien, yo me pasaba todo el tiempo observándola mientras lo hacía hasta que descubrí que también me gustaban esas cosas.

Le regalé una sonrisa bastante sincera pero fue voluntaria esta vez, a veces él podía ser algo tierno. Pero sólo a veces, al rato se le iba y estaba de vuelta el Liam que yo creo que conozco.

Liam POV

Aún no sé por qué había dibujado a Emma, sólo sé que hago lo primero que se me viene a la mente y en ese instante pensé en ella. Su sonrisa me fascinaba. Se veía muy tierna, pero sé bien que ella no es así. Tal vez podamos ser muy buenos amigos después de todo.

Estuvimos unos minutos en silencio y entonces sacó su celular para jugar al candy crush.

Un momento. Su teléfono.

— Emma... tu teléfono.

— ¿Qué tiene? Sí, tengo un teléfono. — respondió obvia.

— Ugh, tonta. Llama a alguien que nos venga a buscar.

— Oh... — miró el aparato con sorpresa. — ¡Tienes razón!

Buscó el primer contacto que vio para realizar la llamada, por lo que vi era Amalia, una de las amigas de Emily y hermana de unos amigos. Pasaron como quince minutos desde que Emma cortó la llamada pidiendo el rescate y se asomó una sombra por la puerta. Al rato la chica logró abrirla y mi acompañante salió corriendo con ella, dejándome solo.

Conocerte Es Difícil © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora