Capítulo 20: Dolorosa verdad

649 39 2
                                    

- Aquí tienes. - solté las bolsas en la mesada.

- No gracias, ya estoy vieja para comer tantas porquerías. Te recuerdo que te fuiste hace como... - frunció el ceño mirando su inexistente reloj. - ¡Dos horas! ¡¿Qué mierda te quedaste haciendo?! ¿Acaso fabricaste la nutella?

Rodé los ojos y seguí caminando para desconectar mi teléfono del cargador.

- ¿Y el jugo de mango?

Ups.

- Bueno...

- ¿Qué hiciste con él, Emma? - se asustó.

- Fue algo productivo, lo juro. - alcé mis manos.

- ¡¿Qué le hiciste a mi Jumex?!

- Él está en un mejor lugar ahora. - suspiré mirando hacia el techo.

- Te mato.

- ¡No! Espera, con eso quise decir que un mejor lugar era por ejemplo... la melena oxigenada de Melanie.

Abrió sus ojos como platos. - ¿Qué hiciste?

- Accidentalmente se me cayó en su cabeza, cosas casuales. - alcé los hombros.

Chilló emocionada. - Ahora te amo.

- Yo igual. - suspiré señalándome a mí misma.

- Buenos días, Brooke. - mi hermano entró en la cocina dejando un beso en su mejilla, alcé una ceja.

Lo que faltaba.

- Dormí genial, Luke ¿Y tú? - hablé con sarcasmo.

- Ah, yo también. Especialmente porque tenemos una nueva huésped en la casa. - le guiñó un ojo.

Saldré de aquí antes que la viole en la cocina.

- Ya vuelvo, voy a buscar tus cosas.

- ¿Mis cosas? - frunció el ceño.

- En la casa de Amalia...

- Es verdad. Muchas gracias, no sé por qué haces todo esto por mí. - sus ojos se llenaron de lágrimas y rápidamente la abracé.

Antes de salir de la cocina volteé justo cuando Luke me estaba mirando.

- Cuidadito. - susurré señalando con dos dedos mis ojos y luego los suyos, como queriendo vigilarlo.

Corrí hasta mi auto para ir a la casa de Amalia, cuando mi teléfono sonó.

Liam:
Hola, amor
¿Quieres que almorcemos juntos?

Sonreí como idiota, era la primera vez que me llamaba así. Aunque esto de que fuera por mensaje le quitaba la magia.

Emma:
Hola :)
¿En dónde?

Liam:
¿Recuerdas a donde fuimos con Emily la última vez?

Emma:
SIIII
AMO ESE LUGAR

Liam:
Te espero en media hora

Chillé por su cambio de trato hacia mi persona y abracé el celular.

- Lo amo, lo amo, lo amo, lo amo, lo amo... - me detuve en seco cuando una mujer cruzó la calle y me vio como si tuvieran que enviarme a un manicomio. Volví a sonreír y encendí el auto.

Una vez en la entrada, toqué el timbre y nadie abría, lo que me empezó a molestar.

- ¿Si? ¿Qué necesita? - preguntó quién supuse era una empleada a través de la máquina.

Conocerte Es Difícil © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora