Capítulo 17: Te amo

681 42 3
                                    

- Déjame. - solté una risa.

- No hasta que te levantes. - insistió y siguió con sus besos.

- Pero es sábado.

- Mentira, es martes y tengo que trabajar.

- Al menos lo intenté. - fruncí los labios.

- ¿No me vas a dejar ver tus hermosos ojos, Emma?

Abrí sólo uno acompañado de una sonrisa y rápidamente me besó en los labios.

- Es un asco besarnos así.

- Mentira.

- Verdad.

- Mentira.

- Cállate, Liam. - volteé dándole la espalda.

- No, levántate. - me quitó las sábanas y traté de buscarlas con mis pies pero fue en vano.

- No.

- Emma ¿Por favor?

- No.

- Ugh, cuando salga del baño te quiero afuera ¿Me escuchaste? - al ver que no respondí, noté su impaciencia. - Emma.

- Sí, sí. Vete anciano aburrido.

Bufó y escuché la puerta del baño cerrarse junto con el ruido de la ducha. Terminé levantándome y fui a la cocina para preparar algo de comer.

- If I told you this was only gonna hurt. If I warned you that the fire's gonna burn. Would you walk in? Would you let me do it first? Do it all in the name of the love. Would you let me lead you even when you're blind? In the darkness... - paré en seco cuando vi a Liam apoyado sobre el umbral de la puerta escuchándome cantar.

- ¿Por qué paras?

- ¿Por qué me miras? - hice una mueca. Rió.

- No cantas mal.

- No mientas.

Su mano fue hasta su pecho y me miró ofendido. - Jamás te miento.

- Eso espero, detesto las mentiras.

- Hey, me tengo que ir. - dijo tomando una corbata del sofá haciéndose un nudo.

- ¿Y me vas a dejar a mí sola? - miré la mesada. - Oh, lo siento tostadas, ustedes no escuchen. - susurré.

- No estás sola, estás con las tostadas.

- Idiota. - hice un puchero fingiendo estar enojada. - Quédate conmigo.

- ¿Por qué tienes que ser tan hermosa? - se quejó viniendo a besarme. Le respondí con la misma intensidad mientras era alzada sobre la encimera.

Sonreí victoriosa y el acarició mi cuello con sus labios sin dejar besos.

- ¿Qué haces? - jadeé.

- Es demasiado para mí, tener una novia tan sexy usando esa camisa... - señaló la prenda. -... Debería considerarse un delito.

- Si ser sexy fuera un delito, tú ya estarías preso. - mordí su labio inferior.

Su teléfono provocó que reaccionara y me bajó del mueble para contestar.

- Estúpida tecnología. - me crucé de brazos.

- Tengo que irme ya, luego hablamos ¿Si?

- Claro. - murmuré sin verlo a los ojos y sentí un beso en mi mejilla.

Al rato, el timbre del departamento sonó y olvidé completamente que aún permanecía en ropa interior debajo de una camisa de Liam.

- Liam te dije que... - comenzó a decir la persona delante mío pero apartó la vista de su teléfono y me inspeccionó.

Conocerte Es Difícil © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora