- ¡Levántate! Me tengo que ir. - se quejó Alli observándome desde la puerta.
- Vete, yo me quedo.
- Obviamente te quedarás. Pero te quiero levantada. Ahora.
Negué con la cabeza y volteé para seguir durmiendo. Hacía frío. Está claro que Londres no es la ciudad más cálida del planeta pero Toronto seguramente la superaba. De un momento a otro ya no tenía las mantas que me cubrían y arrugué la nariz.
- ¡Allison!
- Emma tengo que irme, en serio. Levántate.
- ¿Es necesario que vuelvas? - pregunté pasando mis manos por mi rostro.
- Eh... no. Sólo va a nacer la hija de mi hermana, nada importante.
Bufé y salí de la cama para ir al baño.
Mi vida en Toronto no fue tan diferente a la que llevaba en Londres. Con la diferencia de que aquí no tenía a mis amigos.
Bueno en realidad, desde que llegué, pasé por un proceso hasta llevar una vida relativamente normal.
Primer año:
Lo único que hacía era tomar helado y llorar. Oh, y ver películas románticas. No salía del departamento más que para ir a la Universidad o juntarme a hacer un trabajo.
Segundo año:
Progresé. Salí a la primera fiesta como universitaria. Obviamente todo se descontroló y terminó viniendo la policía debido a las quejas de los vecinos.
Tercer año:
Decidí superar. Tomé todas las cosas que me recordaban a Liam - y eran muchas - y las guardé en un armario que no he abierto desde entonces.
Cuarto año:
Primera cita. Salí con un compañero de clases a tomar algo y sinceramente me cayó bien pero no espero que tengamos algo formal.
Quinto y actual año:
Depresión nuevamente. He caído en la cuenta de que viví cinco años sin una maldita llamada o algún contacto con Liam. Las veces que mis amigas vinieron a visitarme dijeron que no me dirían nada para hacerme sentir mal.
Peor es imaginar lo que debe estar haciendo ahora.
Tal vez vaya por su quinto hijo con alguna abogada francesa. Quién sabe...
- Emma, voy a ir a la biblioteca ¿Me acompañas? - preguntó Ana una vez que ya me había vestido.
Asentí y me puse la campera enorme junto con una bufanda. Me miré en el espejo.
Sip. Parecía una bola.
- Llévame rodando. - bromeé.
- Cuídate. Oh, y luego nos dices las nuevas noticias. - le dijo a Alli antes de salir y se abrazaron.
Hoy se supone que las tres tendríamos que haber viajado a Londres para el casamiento de Brooke que sería en dos semanas. Desgraciadamente, a Ana le faltaba un examen para aprobar y seguir con su licenciatura por lo que decidí quedarme con ella unos días más.
Desde que llegué, no había vuelto mi casa. Mis padres y mis amigas vinieron en las vacaciones pasadas, por lo que no se mucho qué ocurrió con los demás.
- Busco el libro y nos vamos, lo prometo. - dijo antes de que entremos.
Abrimos la puerta de la biblioteca y nos invadió un fuerte calor. Claramente, pasamos de la hipotermia al incendio.
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Conocerte Es Difícil ©
Romance«Trilogía incluida» Conocer: acción que realiza el sujeto con el fin de tener una noción o idea de algo o de alguien y, así, poder decidir y actuar en relación a ello. El conocer se basa en investigar para obtener información y conocimiento sobre un...