Capítulo 3: ¿Reencuentro?

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Liam POV

- ¡Mierda! - Jace soltó de repente los juguetes que traía.

- ¿Qué te pasó? - fruncí el ceño.

- No lo aguanto más. Necesito decirte algo, Liam.

- No puedo corresponder tus sentimientos, perdón. - fingí tristeza.

- No me distraigas. - puso su dedo índice frente a mí. - Lo que pasa es que Emma...

- ¡¿Qué haces?! ¡Levanta los juguetes de Landon, Jace! - exclamó Emily cuando vio los juguetes de su hijastro tirados en el suelo.

- Interrumpiste lo que estaba diciendo. - gruñó.

- Tú y yo hablaremos de ese tema luego.

- ¿Qué tema? No entiendo nada.

- No tienes que entenderlo, no importa. - rodó los ojos.

Luego de recoger todos los juguetes que Jace había tirado, escuché sus susurros provenientes de la cocina. Últimamente todos estaban demasiado raros y eso ya me estaba molestando porque no me decían las cosas de frente.

En cualquier momento voy a explotar.

Prácticamente corrí hasta la cocina en donde Jace y mi hermana hablaban susurrando.

- ¿Qué mierda les pasa? Hace bastante tiempo que se comportan extraños. Díganmelo ahora.

- Eh... hermanito... - rió nerviosa.

- Ya no importa, era una estupidez.

Entrecerré mis ojos viéndolos con recelo. - Detesto que me mientan.

Desvié mi vista a mi teléfono que acababa de sonar e instantáneamente sonreí cuando apareció su nombre.

- Mmm, señor White, lo necesita su empresa.

- ¿Querrás decir la empresa o tú?

- Ambos. - admitió entre risas.

- ¿Es muy importante? - fruncí el ceño dándole un mordisco a una manzana.

- Necesito algunas firmas tuyas para enviarlas a Estados Unidos, es sobre la reunión ¿Puedes venir ahora?

- Está bien. En unos minutos estoy allá.

- ¡Hey! ¿Ya te vas? - me preguntó Emily trayendo una caja en donde sobresalían juguetes.

- Beca me necesita.

- Dios, eres tan pesado con esa mujer. Bici mi nicisiti ¡Estoy harta! Prácticamente te está hipnotizando, Liam, vives pendiente de ella. Es como si la... - hizo una mueca incómoda. -... amaras.

Fruncí el ceño.

- ¿Tan difícil se te hizo olvidar a Emma? - me dijo sin poder creerlo.

Esa pregunta me cayó como un balde de agua fría ¿Cómo se atrevía a preguntarme sobre mi ex novia? ¿Acaso estaba loca?

- Esa estúpida pregunta no va al caso, mejor cállate Emily, debo irme. - traté de esquivarla y abrí la puerta pero la cerró.

- No es una pregunta estúpida. Ella pasó muchos malos momentos gracias a tu maldito y repentino cambio ¿Nunca te detuviste a pensar aunque sea un segundo en cómo está? Jamás preguntaste ni te interesaste por ella, en lugar de eso, preferiste refugiarte en los brazos de esa mujer... por no decir algo ofensivo.

Suspiré con los ojos cerrados para tranquilizarme.

- Será mejor que te calles, eres mi hermana y no quiero pelear contigo. Muévete.

Conocerte Es Difícil © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora