Sólo quedaba un día ¿Qué iba a hacer ahora?
— Primero que nada, tenemos que ir a una fiesta, emborracharnos y si quieren hacer más loca la cosa drogarnos, pero eso ya es personal. — sugirió Alli sonriendo como maniática.
— ¿Sí te has dado cuenta que sólo tenemos quince años, pedazo de idiota?
«Bueno, ya sabemos con quien NO compartiremos nuestro último día aquí.»
Oye, ¿Y tú dónde estabas cuando hicimos la broma con Luke?
«Sabía que no me harías caso si te decía que era algo ya usado y lo dejaras.»
Mejor así.
— Mira con la loca que me dejaste mientras te vas al internado ese. — dijo Ana refiriéndose a las anteriores palabras de Allison.
— Ja, loca dices. Bueno, está bien me sobrepasé.
— Bastante. — dije mientras agachaba la cabeza y negaba.
— Igual sigue en pie mi propuesta en que vayamos a una fiesta.
— Yo quiero, ¿tú Emm?
— Quizá... Además voy a cuidar que no las violen.
— ¡Genial! Iré a mi casa para buscar ropa, espérenme. — dijo Ana y salió corriendo de mi habitación.
— Oye. — escuché el susurro de Alli llamándome la atención. — Entre nosotras... ¿Liam es lindo?
— Ugh, es común.
«Define común.»
— ¿Cómo que es común? Eso ya lo sé, no esperaba que tuviera poderes o algo así.
— Me refiero a que no tiene nada de especial, es un chico normal. Aparte no me gusta hablar de él.
— Okay, histérica.
(...)
— ¡Ya llegué! — después de media hora, Ana apareció con dos mochilas, donde al parecer en una traía ropa y en la otra maquillaje.
— ¿Es necesario todo eso? — le preguntó Alli.
— ¿Me lo preguntas en serio? Claro que es necesario. Bueno, báñense que huelen feo. — dijo empujando a Alli al baño y cerró la puerta para que se pudiera bañar.
Estuvimos cerca de dos horas cambiándonos y maquillándonos, aunque de lo último se encargó Ana que ella sabía de eso.
Prácticamente nos disputamos por una remera gris que decía Rebel hasta que Ana y yo desistimos dejándosela a la agresiva de Alli. La susodicha llevaba esa remera con una falda negra que le llegaba hasta la mitad del muslo, medias negras y unos zapatos que parecían bastante formales pero con el conjunto se veían muy bien. Ana se decidió por un top de tiras todo floreado, una falda apretada al cuerpo que alcanzaba a cubrir su ombligo dejando algo de piel descubierta, y unos zapatos negros con plataforma que la hacían ver más alta que yo, cosa que era al revés. Por mi parte quise ir más simple, una blusa blanca con un collar que adornaba un poco la parte sencilla del cuello, unos shorts de cuero negro y unas vans.
— Mamá ¿Para qué contrataste payasos? No es mi cumpleaños. — dijo Luke cuando nos vio bajando las escaleras, pero sus ojos pararon en Ana y vi de reojo que ella se había sonrojado.
— Ay cállate estúpido, tú nos vas a llevar. — dije apuntándolo con mi dedo índice.
— ¿Qué? ¿Acaso me viste cara de chofer?
— Eres el único que puede conducir.
— Te recuerdo que todavía no soy mayor de edad, por ende no es prudente.
— No te preocupes hija, yo las llevo. — dijo mi padre entrando a la sala.
¿Cómo es posible que mi papá sea más divertido que mi hermano de diecisiete años?
Sin pensarlo dos veces asentimos y fuimos con él en su auto. No quería mencionar la típica charla en donde decían que nos cuidáramos, no tomemos alcohol y miles de cosas más.
Apenas entramos en la casa, la música estaba bastante fuerte, no reconocí muy bien la canción pero me encantó y al instante me puse a bailar. Era lo más divertido de las fiestas para mí. Ana era mi compañera de baile mientras Alli buscaba algún mayor que pudiera pasarle alcohol sin que nadie lo notara.
No pasó nada interesante, bailé con algunos chicos que intentaron besarme pero yo los aparté y luego fui a buscar a mis amigas, ya que no las veía por ningún lado. Fui a la barra y nada, aunque no podamos tomar tal vez estaban ahí, luego recorrí toda la pista y tampoco podía encontrarlas.
«El baño, piensa un poco más.»
Cierto.
De camino al baño me topé con gente conocida ya que la fiesta era de un chico de la escuela donde iba antes. Mis ojos se abrieron como platos al momento que divisé a Chris. Estaba besándose con una chica semi acostado en un sofá.
Pobre Emily...
Subí las escaleras en busca del baño y ahí las encontré retocando un poco su maquillaje corrido.
— ¿Qué hacen aquí? Las estuve buscando por todo el club.
— Arreglamos nuestro maquillaje, duh. — dijo Alli, al menos no estaba ebria.
— Santa mierda, mi lente de contacto. Estoy muerta. — habló Ana preocupada mientras se agachaba y pasaba sus manos por el piso tratando de buscarlo.
— Sip, porque no los vas a encontrar.
— Qué buena eres Allison.
Luego de una búsqueda fallida salimos del baño, pero nos alertamos al escuchar un fuerte golpe detrás de nosotras.
— Estoy bien. — dijo Ana, al parecer no veía nada y había chocado contra la puerta.
Una vez de vuelta en mi casa, Luke estaba viendo televisión en la sala.
— Son las 5:00 am ¿Qué estás haciendo ahí?
— Veo televisión.
— Eres imposible. — bufé.
— Gracias. — sonrió hipócritamente.
Subí a mi habitación seguida de Ana que quiso quedarse a dormir por miedo a que sus padres la regañaran. Pocas veces esperábamos que la fiesta acabara para regresar, casi siempre volvíamos una hora antes.
Cuando mi cuerpo tocó las sábanas de mi cama caí profundamente dormida y ni siquiera me cambié o quité el maquillaje. Pero a la mañana, desperté notando algo raro, Ana no estaba conmigo.
Bajé las escaleras esperando encontrarla en la cocina y no, no podía verla, fui a la sala y tampoco.
Tal vez ya se había ido...
¡Un momento!
Abrí lentamente la puerta y ahí estaba, acostada en la cama de Luke con él rodeándola por la cintura.
Qué asco. Mi mejor amiga y mi hermano.
Negué con la cabeza varias veces haciendo una mueca de asco y salí rápidamente antes de que despertaran.
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Conocerte Es Difícil ©
Romance«Trilogía incluida» Conocer: acción que realiza el sujeto con el fin de tener una noción o idea de algo o de alguien y, así, poder decidir y actuar en relación a ello. El conocer se basa en investigar para obtener información y conocimiento sobre un...