Conocerte Es Difícil ©

Capítulo 4: Especialmente loca

Me quedé un poco paralizada al escuchar su apellido ¿Quiere decir que ella es la hermana del imbécil que casi me toca el trasero?

«Genial. Así conseguirás amigas.»

Cállate que si yo no consigo amigas, tú tampoco.

— Emily ¿Sabías que una chica le pegó a tu hermanito? Escuché algo así en el pasillo recién. — miré mal a Amalia. Yo no le había pegado.

«Vamos bien.»

— Eso les iba a decir, parece que le salió mal una conquista a mi hermano. — río y eso calmó mis nervios un poco.

Espera, ¿Nerviosa yo?

Nunca. El estúpido de su hermano se lo merecía.

— Sí, y a la responsable la tienes en frente tuyo.

«Genial, ya gané una enemiga.»

— ¿En serio? ¿Tú, Emma? — esta vez la cara de Emily demostraba asombro.

— Eh... Sí, fui yo. Es decir, en realidad no lo golpeé pero...

— ¡¿De verdad?! ¡No lo creo! — Emily se lanzó hacia mí abrazándome mientras me felicitaba por lo que había hecho. Creo que nos llevaremos bien después de todo.

— ¿Qué? Pero... ¿Por qué se ponen así?— pregunté confundida.

— Todas las chicas a las que Liam coquetea le siguen el juego hasta caer en sus redes, y que una nueva que no lo conoce muy bien se haya atrevido a rechazarlo, y no solo eso, sino también golpearlo, merece nuestro respeto. — las palabras de Amalia hizo que todas asintiéramos y luego comenzáramos a reír.

La campana sonó informándonos que terminó el receso, por lo que cada una debía ir a su respectiva clase.

¿Y ahora qué me tocaba? Historia. Amaba historia. Cuando era pequeña, no fui de esas niñas que pedían libros de princesas, sino históricos, como la conquista de América y eso, además mi madre estudió el profesorado haciendo crecer mi pasión por la materia. Claro, todo hasta que la adolescencia hizo su aparición atrapándome en libros como Bajo la misma estrella.

Lo malo de esta clase es que no me tocaba con ninguna de las chicas ya que Amalia tenia Francés, Emily música y Brooke iba a faltar a su clase de lengua para poder dormir y recuperar las horas de sueño que perdió esta mañana.

Estaba pensando en acompañarla pero como prefiero tener la única clase que me gusta, esta vez lo dejé pasar.

Al entrar al salón lo primero que mis ojos divisaron fue a un Liam sentado adelante con un chico moreno de ojos azules y un semblante bastante serio, lo que hizo que soltara una pequeña risa al recordar el momento de hace unos minutos.

Por desgracia, para poder llegar al único lugar disponible tenía que pasar por su lado. Pero cuando lo hice, este me miró con diversión y mordió su labio inferior de la misma manera que lo hizo la primera vez, sólo que ahora lo acompañó guiñándome un ojo a lo que le respondí con una mirada de asco.

¿Que acaso no se cansa este idiota?

«Al menos admite que se ve terriblemente guapo haciéndolo.»

No.

Liam POV

No se que tenía esa chica, pero apenas la vi me encantaron sus ojos, y ni hablar de su sonrisa. Era simplemente perfecta. Justo cuando fui a hablarle para conocerla me di cuenta que no es como todas, es especial.

Especialmente loca.

Si no fuera porque fui un idiota apresurado, ahora podríamos estar entablando una conversación de cómo la pasaríamos juntos en lo que quedaba del año. Porque difícilmente una chica me atrapa tanto como lo hizo ella. Claro, hasta que tuve que cagarla y seguramente ahora está odiándome.

No me importan en lo absoluto los sentimientos. Las mujeres solo te engañan si logras enamorarte de ellas para luego destrozarte. Así que buscaré a la tal chica nueva porque no creo que pueda resistirse a mí, eso es imposible. Además la vi hablando con mi hermana, aquello podría serme de ayuda para conquistarla y usarla a mi antojo.

Luego de la clase de historia fui a hablar con Emily para que me diga quién es esa chica. Y para mi suerte, la encontré al lado de su casillero.

— Emily.

— ¿Qué quieres, Liam?

— Necesito tu ayuda para algo importante.

— Sólo dime.

— ¿Cómo se llama la chica con la que estabas hablando en el anterior receso? — A lo que soltó una carcajada que me dejó bastante confundido ¿Dónde está lo gracioso?

— ¿Hablas de Emma Price? ¿La chica que te golpeó? — al decir las últimas palabras comenzó a reírse más fuerte.

«Así que Emma Price...»

— No me golpeó. — bufé.

— ¿Acaso te gusta hermanito? — dijo mirándome a los ojos mientras alzaba sus cejas divertida.

— ¿Qué? No. Tú sabes que no soy así.

— Mmm... claro. — habló entrecerrando sus ojos mientras me miraba tratando de analizar cada uno de mis gestos. No lo conseguirás hermanita, porque no me gusta para nada. Es solo diversión y ella sabe perfectamente eso.

Fui al gimnasio para ver si ya podía inscribirme en boxeo. Ese era el mejor momento del día, en donde podía desquitar toda mi furia. Pero me quedé paralizado al ver la escena que se presentaba frente a mis ojos.

Una chica morena estaba hablando con el entrenador mientras parecía que él le explicaba algunas cosas y ella reía. Luego, Clara, la entrenadora, se acercó a mí y me dijo que yo sería el instructor de una chica nueva, entonces señaló a la susodicha. Seguido de eso la llamó y ella se dio vuelta.

Esto será divertido.