Extra #1®

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Luna de miel

— Buenas tardes ¿Quieren algo de beber? —  nos preguntó una azafata con sonrisa de perra. Imité su gesto cuando vi que miraba a Liam demasiado para mi gusto.

— Estamos bien, gracias. —  me adelanté en contestar.

— ¿Te pasa algo? —  él frunció el ceño extrañado por mi brusca respuesta.

— No me digas que no la viste. —  reí irónica.  — Te comía con la mirada mi amor, debo cuidar lo que es mío. Mío. —  resalté la última palabra cuando la mujer volvió a pasar por nuestro lado, volteó a mirarme como si estuviera loca, y sí, lo estoy.

— Ni siquiera me miraba. —  negó con la cabeza.

— Por cierto. —  suspiré levantándome de mi asiento para ver hacia atrás.  — ¿A dónde fueron Emily y Chris? Sus lugares están vacíos.

— Siempre tan inocente, amor. —  habló con ternura tironeándome contra el asiento nuevamente.  — Deben estar en baño, ya sabes...

— ¡Eres un asco! ¿No te da vergüenza pensar en tu hermana teniendo relaciones?

— Ya la he visto. —  rió. Lo miré con mis ojos abiertos a más no poder.

— ¿Qué viste exactamente?

— Ella en una cama desnuda con Chris debajo suyo, fue una experiencia algo traumante debo decir pero al menos estaban tapados con una sábana.

— Entonces arruinaste su momento.

— Emily comenzó a gritarme un montón de barbaridades por no dejarla tener sexo. —  rió divertido.  — ¿No recuerdas la vez que ella nos vio?

— ¡No quiero acordarme de eso! —  tapé mi rostro avergonzada.  — Fue horrible.

— Era más excitante saber que ella estaba afuera y podía entrar en cualquier momento. —  soltó una carcajada sabiendo que eso estaba molestándome.

Es un muy mal recuerdo...

Flashback

— ¡Emma! —  escuché a Emily gritarme desde el pasillo. Liam y yo abrimos los ojos como platos mientras él seguía deslizándose dentro de mí.

— Liam, detente. —  susurré seguido de un gemido. En cualquier momento podía entrar y encontrar a su hermano teniendo sexo con su amiga.

— Será rápido amor. —  murmuró con la voz ronca, nuestra posición era algo extraña de ver si por alguna razón Emily decidía entrar. Yo estaba sentada en la cómoda de mi habitación rodeando con mis piernas la cintura de Liam. Empezó a aumentar la velocidad de su embestidas de modo que nos acercábamos más al orgasmo, cuando estuve por llegar cubrió mi boca con su mano atrapando mis gemidos. Y finalmente él se desplomó sobre mí agotado.  — Te dije que no pasaría nada. —  sonrió acomodándose nuevamente el pantalón.

— Oye, estaba... —  la puerta se abrió de golpe con Emily mirando su teléfono, hasta que alzó la vista y nos vio. Por lo visto le costó un poco entender la situación pero terminó saliendo rápidamente con un posible trauma de por vida. Liam soltó una carcajada.

— ¡No te rías! —  me sonrojé acomodando mi vestido. Si bien no alcanzó a ver nada era obvio lo que estábamos haciendo, con sólo ver nuestros aspectos alguien podía darse cuenta.

— Antes era Jace y ahora mi hermana ¿Cuándo encontraremos un lugar para nosotros solos? —  sonrió besando mi hombro desnudo repetidas veces.

Conocerte Es Difícil © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora