Punto de Vista de KyungSoo.
En cuanto el emprendimos vuelo, mis ojos se cerraron, mi cuerpo se preparó para las 15 horas de viaje. Me gustaba dormir en los viajes, fueran cortos o largos, sentía que de esa manera el tiempo se pasaba más rápido, así que cuando abrí los ojos una vez más, estábamos volando ya sobre Suiza.
Me acomodé en mi asiento y comencé a alistarme para cuando aterrizáramos, estoy en Suiza por una única razón, terminar mi educación media superior en el internado internacional en el que mis padres creyeron que sería una excelente idea matricularme, odie el primer año sin razón alguna, conocí a SeHun el chico más tonto con el que he hablado y conocí a Krystal, una de las chicas con la expresión más gélida del mundo. Hasta que un día, SeHun el traidor nació y decidió que era más divertido estar con ese grupo de chicos bobos, nadie de ellos se salvaba, eran todos unos torpes...
Íbamos sobrevolando Ginebra cuando nos anunciaron que debíamos apagar nuestros celulares y ponernos los cinturones de seguridad. El primer año fue catastrófico, no tengo un buen recuerdo de ese curso, pero el segundo año... fue una montaña rusa. De pronto los chicos parecían divertidos y geniales, me costó bastante trabajo dejar atrás mi personalidad huraña y pesimista, pero lo logré.
Y justo ahora, rumbo a mi tercer año, las cosas parecen que están donde deben estar.
Aterrizamos, bajé del avión y luego de hacer todos los trámites en aduana, fui por mis maletas para emprender el viaje de no más de dos horas hasta Villars-sur-Ollon. Con una mochila en mi espalda y con las grandes maletas siendo jaladas, caminé por el aeropuerto para encontrarme con la persona que mis padres me habían indicado. No me fue muy difícil encontrarla pues tenía un letrero con mi nombre, era un hombre de mediana edad, vestido casual y lucía bastante sonriente.
-¿KyungSoo?
-KyungSoo- asentí ante aquella pregunta.
-De acuerdo, ven conmigo- dijo el hombre sin borrar la sonrisa, caminé detrás de él jalando el equipaje, salimos del aeropuerto y fuimos hasta el estacionamiento al aire libre, la gente que conozco recién no suele hablarme mucho por la expresión seria e indiferente que posee mi rostro, eso es algo que no puedo evitar, la mayoría del tiempo tengo una expresión neutra. Llegamos hasta un auto bastante hermoso.
-Muy bien, KyungSoo- el hombre me llamó y fui hasta su lado para atender sus instrucciones, entonces finalmente una ligera sonrisa se asomó en mis labios –supongo que ya tienes bastante experiencia manejando deportivos.
Asentí con la cabeza, desde que había cumplido 12 años mi padre me había enseñado a manejar y como regalo cofcofchantajecofcof por entrar a Baeu Soleil me regalaron a Noir, había sacado la licencia desde entonces y lo manejaba cuando estaba en casa.
-Entonces no tengo que darte muchas indicaciones, manejas... ¿Un Maserati?- una vez más asentí. Entonces el hombre abrió la puerta de aquel hermoso, brillante y lujoso auto y comenzó a darme indicaciones sobre el manejo del coche, yo asentía levemente a cada palabra y exponía mis dudas. Y cuando terminó la exposición del coche me entregó las llaves.
-Gracias- sonreí al tener ya la posesión de mi nuevo auto. Convencí a mis padres de que era de vital importancia que tuviera un choche en Europa, que me aburría mucho los fines de semana estando solo en Villars y que era muy cansado viajar en tren, y ellos accedieron a comprarme este bonito, muy bonito coche. Con ayuda del hombre de la agencia subí las maletas en la parte trasera de los asientos y casi enseguida me subí en el asiento del piloto.
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☆☆The marvelous misadventures☆☆ [ChanSoo]
FanficEn un exclusivo internado, donde los hijos de los políticos más poderosos, herederos de monarquias, hijos de famosos internacionales y uno que otro talentoso becado conviven durante 24/7, las aventuras no se hacen esperar, con edades que oscilan ent...