Mi vida es excelente.
Un montón de flashazos se dejaron venir sobre mi persona, yo posaba en diferentes ángulos, una media sonrisa de lado y la mirada entrecerrada. Todos me amaban.
¡SeHun! - todos los fotógrafos gritaban mi nombre. Querían que volteara en su dirección. Yo me tomaba la libertad de decidir a quien le concedía el derecho de posar de frente.
¡Acá, SeHun! - ya llevaba varios minutos ahí parado, el staff tuvo que moverme de lugar y hacer que avanzara. Era la alfombra roja de uno de los productos que diseñaban esas chicas de sociedad.
Era un evento donde sólo se podía acudir con invitación a la fiesta y obviamente yo tenía una para poder entrar a la fiesta.
Estaba en medio de una conversación con un par de chicas cuando uno de mis teléfonos móviles sonó.
Diga - hablé mientras le pedía unos segundos a mis acompañantes - ¡Pero apenas son las 11! - dije de mal humor, al percatarme que mis palabras fueron demasiado fuertes hablé en voz baja pero sin dejar el tono molesto de lado - ¡Pero apenas son las 11! Y mañana no tengo nada que hacer.
Escuché el monólogo que tenía que decir mi madre. Ella se preocupaba sieeempre por mi horario de dormir.
¡Estaré bien! - seguía hablando en voz muy baja para no captar la atención de los invitados a la fiesta - ¡Mamá no! - puse mala cara cuando me colgó la llamada. Me habia dicho que iba a mandar a alguien por mi. Suspiré, si lo decía ya no había nada más que hacer para impedirlo. Me despedí de las chicas con las que estaba y escuché un par de risitas detrás de mi cuando les dí la espalda. Me volteé y les dediqué una mirada nada amistosa.
Cuando salí del club nocturno donde la fiesta se llevaba acabo, ya estaba el auto esperando por mí. Seguramente mi madre lo había mandado desde antes. Negué con la cabeza y poniéndo los ojos en blanco me subí en la parte trasera del coche. El auto arrancó y vi por la ventana como el bullicio de la fiesta se iba quedando detrás.
¿Siii? - el teléfono volvió a sonar en mi pantalón, era mi madre nuevamente - ya voy en camino.
Colgué la llamada, estaba de mal humor, siempre era lo mismo, siempre me sacaba de las mejores fiestas cuando apenas iban empezando, según ella aún estaba demasiado joven para estar en esa clsse de ambientes, según ella solo debía limitarme a mi trabajo y ya después vendrían las fiestas cuando tuviera la edad. Si papá estuviera aquí... ¡Las cosas serían diferentes!
El auto se estacionó afuera de un edificio alto y el chico que recibía en la puerta abrió el auto y me indicó que saliera. Viviamos en un departamento en uno de los edificios mas exclusivos sobre la quinta avenida de la gran manzana. Mi madre fue una reconocida modelo que se casó con un empresario baaastante mayor que ella, me tuvieron a mi, el hijo más apuesto del mundo. Lamentablemente... mis padres se divorciaron hacia apenas unos años. Mi madre trabaja en una agencia de modelos entrenando a las chicas para cualquier camapaña de cualquier marca reconocida. Gracias a ella fue que yo me hice de mi propia fama, también modelaba para marcas de ropa, en pasarelas, en campañas de perfumes, podría decirse que mi rostro estaba de moda y todo causaba más sensación por mi corta edad.
Cuando llegué al departamento mi madre estaba viendo fotos de chicas en su ordenador -SeHun, ven - me indicó con una mano, me acerque a ella y miré la pantalla, reconocí entonces a las dos chicas con las que estaba en la fiesta.
¿Qué pasa? -pregunté sentándome en el cómodo sillón.
¿Cuál de ellas te gusta más? - me acurruque a su lado y fruncí el entrecejo.
Ninguna - dije sin más al recordar como aquel par se había reído.
¿¡Ninguna!? - preguntó sorprendida.
No, ninguna - me cruce de brazos y me estiré un poco a comer de la botana que comía mi madre - están feas y se ven muy aburridas, a ver más - el coraje ya se me había pasado y ahora quería husmear en el trabajo de mi mamá, le pique al touchpad de su computadora portátil y comence a ver las fotos de las demás chicas.
Nos quedamos hasta tarde viendo las fotos y hablando de ellas, ah~ sii... por eso elegí vivir con mi madre en lugar de con la nueva estirada familia de mi padre ¡Y miren que lo digo yo! Un chico al que no le puedes hablar sin que ya este juzgándote de una y mil maneras.
La razón por la que estoy en esa escuela es porque mi madre me lo pidió, estudiaba en una escuela de artes en Nueva York.
SeHun tienes que ir a una escuela en Suiza, no dejes que tu padre malgaste su dinero en esos niños horrendos - se refería a mis hermanastros. Me reí de como los había llamado, pero era cierto, quien sabe porque ese par de gemelos le habían salido tan mal cuando había hecho tremenda obra de arte conmigo.
¿Y qué le digo? - le pregunté mientras buscaba su teléfono en mi celular.
Pues que quieres estudiar negocios o alguna cosa de esas - era una manera convincente, otra razón por la que escogí vivir con mamá era porque ella si me dejaba hacer lo que me gustaba.
Entonces entre los dos le inventamos que quería seguir sus pasos y convertirme en un empresario reconocido. Y así, sin mayor dificultad, conseguí entrar al colegio. Como realmente no tenía la disposición de estar en esa escuela mas que para hacer gastar el dinero de mi padre, no tuve ningún interés en formar amistades, hasta que....
~~♡~~
Ese chico, su altura, sus ojos, su mirada, sus labios... ¡Yo lo conocía! Me acerque rápidamente al chico que estaba sentado en su lugar con los brazos cruzados y mala cara.
¡Hola! - dije de manera animada mientras aquel chico sólo me dedicaba una sombría mirada -yo te conozco, eres hijo de ....
El chico hizo una seña con la mano para indicar que me callara. El chico se volteó dándome la espalda.
¡KyungSoo! - recordé su nombre, el más bajito regreso su vista a mi. Me veía con un adorable tick en el ojo. Soltó un suspiro y desde ese instante salimos juntos... ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! No de salir, salir... ChanYeol me mataría... salir... como amigos. KyungSoo en realidad casi nunca hablaba, pero era divertido estar con él y fastidiarlo en secreto, le "prometí" que nunca nos juntaríamos con la "bola de haraganes" pero ahh~ ¡Pero ah! ¡Ellos tenían tantos chicos interesantes! Seguramente tendrían muchas cosas de que hablar, fue por eso que desobedecí al enano y un día simplemente me senté a comer al lado de JongIn.
Después de que KyungSoo me aplicara la ley de hielo, sucumbió a nuestra buena vibra y se unió a la pandilla.
Sigo sin tener interés en la educación que pueda brindarme esa escuela tan aburrida, pero ahí están esos bobos a los que quiero tanto, además... no me pienso ir hasta que ChanYeol finalmente se anime a invitar a Soo, o si no... ¡Lo haré yo! (?)
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☆☆The marvelous misadventures☆☆ [ChanSoo]
Fiksi PenggemarEn un exclusivo internado, donde los hijos de los políticos más poderosos, herederos de monarquias, hijos de famosos internacionales y uno que otro talentoso becado conviven durante 24/7, las aventuras no se hacen esperar, con edades que oscilan ent...