Agosto de 1975 - Gales
Dispuesto a hacer historia en el rock y con la cabeza ardiendo de nuevas canciones, Freddie se despidió de Leena antes de irse a los estudios Rockfield de Gales.
La banda había acordado que necesitaban estar aislados y sin distracciones para grabar el nuevo disco, así que novias, esposas y múltiples amantes se quedaron en Londres. Leena lo despidió con una sonrisa algo triste, pero feliz.
—Estoy deseando escuchar ese disco —le había dicho.
La cabeza de Freddie bullía de entusiasmo por empezar a grabar, pero aún pensaba en la extraña conversación que habían tenido el día anterior.
Freddie todavía estaba haciendo las maletas en plena catarsis y Leena lo observaba desde el marco de la puerta. Él farfullaba sin parar sobre ideas y melodías, pero ella le cortó.
—Freddie, deberíamos hablar de algo.
Él se asustó. El tono de su voz era sombrío y preocupado, poco habitual en ella. Dejó las maletas y ambos se sentaron en el sofá.
—Vas a estar varias semanas lejos, componiendo y trabajando.
—Ese es el plan.
—Lo sé. Quiero que sepas que no me importa si en este tiempo te vas por ahí y te acuestas con otra gente. Hombres o mujeres, de verdad que no me importa.
—Leena, ¿hombres? Yo no...
—Da igual. Haz lo desees y con quién quieras. No tengo la mente tan retrograda como para entender que lo que compartes conmigo y yo contigo va más allá de la monogamia.
Freddie calló. Al fin y al cabo, ambos habían ya cometido algunas maldades y participado alegremente de intercambios de pareja en algunas de sus salidas nocturnas a los bajos fondos de Londres. Pero siempre lo habían hecho juntos; nunca por separado.
—Solo te pido dos cosas, y es lo único en lo que voy a exigirte algo.
—Dime.
—Lo primero es que me lo cuentes. Sé sincero hasta dónde tu te sientas cómodo, pero sé sincero.
—Concedido, encanto. ¿Y lo segundo?
—Usa siempre condón, por favor.
Freddie arqueó las cejas. ¿Por qué motivo tendría que usar preservativo follando con hombres?
—En Helsinki ya contraje clamidia y no puedo arriesgarme a otra recaída, Freddie. Pondría en riesgo mi salud.
—Nunca me lo habías contado.
—Lo sé. Tengo la enfermedad controlada y ahora mismo no es contagiosa para ti, pero soy población de riesgo.
Freddie tamborileó los dedos sobre sus piernas. Bueno, tampoco era el fin del mundo ponerse un trozo de látex en la polla.
—Deseo concedido, encanto.
Por fin la cara de Leena transmutó a algo parecido al alivio.
—¿Qué harás mientras yo creo la siguiente obra maestra de Queen?
—¿Estás de broma? Estoy en Londres. No tendré tiempo de aburrirme.
+++
Los estudios Rockfield tenían más de granja que de otra cosa. Estaban situados en una vieja casa en medio del campo galés; completamente aislados de la vida urbanita que los cuatro miembros de Queen estaban acostumbrados a llevar.
Freddie abrió la maleta y sacó varios discos de viejas óperas que llevaba coleccionando desde adolescente. Con ellos en sus manos, subió al ático, donde estaba el estudio.
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Any Way the Wind Blows [Freddie Mercury]
Fanfiction-Tienes que salvar a Freddie Mercury.- dijo Brian May. -¿Perdón? Y así fue como todo empezó. AVISO PARA NAVEGANTES: No es un fanfic soft. Habrá sexo gráfico, escenas de drogas, palabrotas y demás. Al final y al cabo, reflejar la vida de Freddie sin...