Drowse

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Julio de 1979 - Munich

Con los años ochenta a la vuelta de la esquina, las ciudades europeas eran un hervidero de modernidad, diversión y subcultura. Pero ninguna ciudad, ni tan siquiera la cosmopolita Londres, ofrecía lo que servía en bandeja Munich.

Munich era una ciudad gris e industrial en aquellos años, pero su depravado encanto se encontraba en sus entrañas. En sótanos privados, en clubs clandestinos, en mazmorras ilegales, en discotecas gigantescas. La noche de la ciudad ofrecía toda clase de placeres para todos los paladares. Podías satisfacer cualquier fantasía, por ilegal y morbosa que fuera.

Queen desembarcó en aquella especie de paraíso retorcido en verano de 1979. Llegaban de una de las giras más exigentes de su carrera, con las relaciones internas más inestables que nunca. Leena jamás había presenciado tantas discusiones, insultos y exceso por parte de los cuatro como en las giras europeas y japonesas del Jazz Tour.

Ya no eran tan solo las continuas infidelidades de Brian y Roger, ni los coqueteos con las drogas duras de Freddie. John bebía como un cosaco después de cada concierto, y de forma alarmante. Pero nadie controlaba a nadie, y ni siquiera el tour manager se atrevía a imponer disciplina entre los miembros de Queen. Porque era imposible.

Leena se preguntaba en qué momento habían decidido que era una buena idea ir a grabar un disco en medio de aquel ambiente enrarecido.

Enseguida quedó claro que la sintonía que había existido entre ellos durante la grabación de 'Jazz' en Montreux ya no estaba entre las grises paredes de los estudios Musicland de Munich. El ambiente general de la ciudad desde luego no ayudaba.

Mientras ellos se encerraban en el estudio sin demasiados resultados, Dominique y Leena salían a explorar la ciudad. Así descubrieron el lado más oscuro de Munich. Y ni siquiera ellas, que habían participado en varias fiestas salvajes de Queen, pudieron creer lo que vieron.

Cansadas de escuchar gritos entre Brian y Roger, acabaron metidas en una especie de oscuro cabaret donde se encontraron con la cúspide del horror.

Habían llegado ahí por alguna invitación privada y entraron sin saber que se iban a encontrar. Pidieron una copa y se sentaron en una mesa, mirando un pequeño escenario donde un travesti disfrazado de Luis XIV cantaba algo aparentemente escandaloso en alemán.

—Pues que quieres que te diga, tampoco me parece para tanto —comentó Dom, mirando alrededor.

Leena tomó un trago de su cerveza e iba a contestar cuando sacaron a un enorme cerdo al escenario, ante el aplauso de los muchos hombres ricos que había ahí.

Comprendió lo que iba a pasar a continuación. Palideció ante la idea de lo que iban a presenciar y sin perder un segundo agarró a Dominique y la sacó en volandas de aquel sitio.

Dominique vomitó en la puerta toda la cena y todo el alcohol que llevaban consumiendo desde hacía horas. Leena se apoyó contra la pared, con las manos en sus rodillas. Intentó concentrarse en mirar fijamente sus botas Dr Martens para recuperar el aliento y detener el mareo que le subía hasta la cabeza.

—¡Joder! —gritó Dom, secándose la boca—. Dime por favor que no iban a... a....

—Me temo que sí —dijo Leena, levantando la mirada hacia su amiga. Ambas estaban blancas como el papel.

—¡¿Pero qué sitio de mierda es este?!

Leena le dio la mano a Dominique y esta la aceptó en silencio. Volvieron al hotel Bayerischer Hof sin soltarse.

Cuando entró en la habitación que compartía con Freddie lo encontró dormido en la cama, boca abajo. Estaba desnudo y totalmente destapado. Fue a taparlo cuando escuchó ruidos en el baño.

Any Way the Wind Blows [Freddie Mercury]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora