Any Way the Wind Blows [Freddie Mercury]

Friends Will Be Friends

1996 - Londres

Crisco Disco, el lugar favorito de Londres de Joe Fanelli. Dónde habían bailado por última vez antes de que este estuviera demasiado débil para continuar saliendo. Uno de los clubs más horteras con la peor música dance y pop del momento, pero el mejor lugar para pasárselo bien, además del Heaven y del Copacabana.

Al parecer Freddie había dado la voz de alarma y cuando entraron en Crisco Disco Leena se encontró con casi todos los protagonistas de su antigua vida. Elton John, Peter Straker, Brian May, Anita Dobson, John Deacon con su inseparable Verónica, Roger Taylor y un buen puñado de amigos de Fred.

Un poco confundida por las muestras de afecto que no paraban, Leena se dejó abrazar, besar y abroncar por todos y cada uno de ellos. La alegría la inundó cuando Roger la levantó por la cintura, plantándole un beso en la boca.

—¡¿Qué pasa, rubia?!

—¿Qué pasa, rubio?— rió ella revolviéndole el cabello entre risas.

—No vuelvas a irte o asesinaré al puto Freddie Mercury.— la amenazó Rog.— Va en serio. Es insufrible, la jodida reina del drama.

—No volveré a irme, prometido.

—Nos alegramos de verte.— la abrazó Brian con una amplia y sincera sonrisa.— ¿Qué tal por Barcelona?

Leena los besó a todos y los puso al día brevemente, para luego escuchar atentamente todas las novedades de sus viejos amigos. Elton le presentó a David, su novio desde 1993, y Leena se enteró que Roger había vuelto a ser padre con Debbie por segunda vez.

—¿Cuatro hijos ya? Joder, vas a ser peor que John y Veronica.— rió ella.— Debbie por favor, no dejes que te preñe más.

—Descuida.— sonrió la modelo.

Leena escuchó como el DJ había puesto una insoportable canción de Ace of Base. Pensó que hubiera sido un grupo que habría encantado a Joe. Llevada por un impulso, pidió silencio y levantó su cerveza.

—Me gustaría brindar por Joe y por todos los amigos que hemos perdido durante estos últimos años.— dijo Leena cuando se hizo el silencio en la mesa.— Lo echo de menos terriblemente, pero estoy segura que algún día me lo volveré a encontrar en el infierno y bailaremos ABBA juntos hasta el fin de los tiempos.

—¡Por Joe!— gritó Freddie, chocando su vaso de vino con la cerveza de Leena. Todos lo imitaron, chocando sus bebidas.

—¡POR JOE!

Leena apuró su cerveza hasta el final como si se bebiera la vida misma.

—Muy bien, basta de ponerse sentimental. ¿Quién se viene a bailar esta mierda conmigo? ¿Straker?

—¡Siempre, cariño!

—Venga, que no se diga que estamos viejos.— se apuntó Elton colocándose bien las gafas.

Ella se inclinó ante Freddie y le aplastó los labios en un húmedo beso.

—Te quiero.

—Anda, ve a mover ese culito.— contestó él, pellizcándole el trasero con fuerza.

Roger se sentó al lado de Freddie y le pasó un protector brazo por los hombros. Fred le correspondió cogiéndolo de una mano.

—¿Brian, querido?

—¿Sí, Fred?

—Creo que deberíamos sacar ya ese nuevo disco de Queen.

Brian y John sonrieron hasta las orejas. Roger le estrechó por el cuello hasta casi ahogarlo, riendo feliz.