Staying Power

1.9K 175 31
                                    

12 de julio de 1986 - Londres

Dejaron a los chicos reponerse del show durante un rato. Solían necesitar al menos media hora para que los ánimos se calmaran y la adrenalina bajara.

Dominique se despidió de ellos para llevar a Rory a casa.

—Me debes una noche de chicas por ahí para reventar alguna pista de baile —la acusó Leena cariñosamente.

—Cuando quieras, nena —dijo Dom moviendo el culo con gracia.

La vieron marchan con la niña en brazos y sin Roger. Leena se preguntó si todo iba bien entre ellos dos. Ya hablaría con Dominique con calma y lo averiguaría.

Freddie y Brian salieron del camerino. Fred se había cambiado y llevaba una infame camisa con estampado tropical. A Leena se le escapó la risa.

Para su sorpresa, Freddie le pasó un brazo por el cuello a Olli. Este se dejó hacer con paciencia.

—¿Y bien, querido? ¿Estás preparado para una fiesta de Queen?

—Por lo que he oído por ahí, nadie está preparado para una de vuestras fiestas.

—Uuuh —Freddie se lo llevó hacia la salida mientras Leena los seguía. Él la miró por encima del hombro, luego le observó el culo a Olli y juntó los morros graciosamente en señal de aprobación—. Son mucho peor de lo que te han contado. Mucho peor.

De repente Freddie lo soltó y le dio una soberana bofetada en el trasero a Olli. Este apenas se inmutó.

—Oh. Duro como una piedra. Buena elección, querida —sonrió travieso, mirándola a ella. Leena estaba estupefacta.

Olli no se cortó un pelo y respondió con un importante manotazo en el trasero de Freddie, que dio un respingo con sorpresa. El rubio finlandés se encogió de hombros, como si tal cosa.

—El tuyo tampoco está mal, Fred.

Y como dos nuevos amigos, la dejaron atrás entre risas traviesas.

Leena supuso que era la forma que tenía Fred de firmar una tregua de paz. A su lado, Brian se cruzó de brazos.

—Yo es que ya ni voy a preguntar.

+++

Cuando se abrieron las puertas del ascensor que les llevaba hasta los Roof Gardens, se encontraron con la vieja maquinaria de Queen en marcha.

—Creo que en mi vista he visto tantas tetas juntas —dijo Olli, intimidado por la imagen que se desplegaba ante sus ojos.

—En realidad, parece una de sus fiestas tranquilas. Pero si tienes miedo yo te protegeré.

—Diría que puedo cuidarme solo. Aunque me decepciona no ver enanos con cuencos de cocaína.

—Oh, querido —dijo Fred, metiéndose entre ambos y cogiéndolos por la cintura. Claramente estaba de buen humor—. No te creas todo lo que leas sobre nuestras pequeñas fiestas.

—¿O sea que no habían enanos con cuencos gigantes de cocaína?

—¿Encanto?— inquirió Fred, mirando a Leena. Esta carraspeó.

—Bueno, no eran cuencos. Eran bandejas.

A Freddie se le escapó una carcajada irreverente y los dejó a solas, mientras arrastraba a Jim de un lado a otro, presentándolo a un montón de gente.

Se acercaron a la barra para pedir unas bebidas. Delante suyo, en un pequeño escenario, había una banda que tocaba en directo para animar el ambiente.

Any Way the Wind Blows [Freddie Mercury]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora