mi gran historia de amor Antonio José 2

capítulo 327

Hoy es el día de los enamorados, aunque para mí, es ese día todos los días de mi vida, me despierto y Antonio José no está en la cama, Nadia está despierta y sonriendo, la lleno a besos y se pone a buscar el pecho, me pongo a darle el pecho, mientras come acarició su carita, luego le cambio el pañal, bajo abajo y está llegando Antonio José viene con un ramo de flores y un peluche con una rosa más bonito que supongo es para Nadia, nos lo da y me da un beso.
- yo: gracias mi amor.
Nos damos otro beso

- Aj: el primer san Valentín de mi pequeña, nuestro 2 san Valentín juntos, por muchos más mi amor
Nos damos un beso, justo hoy hace un año que concibimos a Nadia en París que bonita aquella noche, con mucho amor se hizo.
Sonrió al acordarme de esa noche, Antonio José tiene más regalos, un finde semana rural con todos y un colgante con nuestras iniciales

Le doy el suyo

Nos damos un beso, le encanta el regalo, el coge a Nadia mientras preparo el desayuno, desayunamos entre besos y risas.
Luego nos damos, un paseo por Córdoba junto a Mila, nos damos un paseo, me acuerdo de Paris de este día tan bonito, de como lo vivimos, me parece mentira un año ya
Comemos todos juntos, nos enseñamos los regalos de san Valentín, estamos felices de pasar otro finde Juntas, el pequeño Antonio le da un regalo a Nadia por san Valentín, es un corazón de cartulina hay que mono

- Antonio: para Nadia.
Le da un beso en su frente, mi niña lo mira y sonríe el le da un beso en su frente, Antonio José los mira con ternura, pasamos una tarde entre risas, planeando lo de la casa rural.
Vamos a ir a la misma casa rural, que fuimos Antonio José y yo miro Antonio José acordándome de esos días, el me da un beso y también ríe, seguro que también se acuerda.
Nos damos un beso, nos preparamos para ir a cenar, vamos a dejar a Nadia con María y Antonio con biberones llenos, luego iremos a recogerla, miro a Nadia que está dormida en el pecho de Antonio José, beso su mejilla.

Nos vamos a casa de mis suegros y allí dejamos a Nadia, nos despedimos de mis suegros y nos vamos a cenar con los chicos.
Cenamos entre risas y bromas y por un rato desconectamos de todo, solo somos nosotros y me doy cuenta que un año después soy la mujer más afortunada del mundo.