Desperté en un escenario vacío, similar al espacio exterior, solo que no reinaba el negro absoluto sino unas nubes similares a nebulosas caóticas en cuyo interior hay brillantes centellas símiles a estrellas. Observé mis manos y solo hallé algo similar a una nebulosa, en tamaño ultra reducido. No podía captar absolutamente nada sensorial, solo estaban mis emociones caóticas totalmente dispersas y lo que podía ver de alguna que no comprendo aun.
Permanecí solo, absolutamente distanciado de lo material, durante mucho tiempo. Nunca en mis 35 años de vida estuve tan aburrido como en ese instante.
Ocasionalmente podía ver que a una distancia incomprensible se movían criaturas de dimensiones que mi ser no puede procesar, de hecho en este lugar no hay luz, sino que parece un componente que viaja mucho más rápido, pues aprecio el cambio de todo al instante y eso hace que todo sea confuso por tanto, no hay siquiera consistencia en las figuras que alcanzo a apreciar.
Fui un fiel partidario de que no había vida después de la muerte, pero allí estaba, recibiendo una inesperada tortura que me estaba colmando lentamente. Empero, eso llegó a su fin cuando frente a mí surgió una figura extraña, era una hebra de color indescriptible que serpenteaba de manera juguetona.
—¿Qué se siente morir ser ondeante? —. De manera increíble recibí un mensaje de comunicación por parte de aquello, lo que me provocó intensas dudas que no puedo entender aun.
—¿Ser ondeante?
—Olvida eso, tu mente no está hecha para conocer la verdad de todo. De hecho, ningún ser ondeante está hecho para eso, solo existen para entretenerme y nada más. Ahora dime, ¿estás satisfecho con tu vida pasada?
—¿Mi vida pasada? Pues siendo sincero creo que pudo ser mucho mejor. No, miento, yo fui quien pudo ser mejor y no lo fue.
—Supongo que eso es un no.
—Por supuesto que es un no, definitivamente estoy satisfecho con la vida que tuve, necesito otra maldita oportunidad para reparar los daños que dejé allí. Debo volver por mis hijos, debo volver para pedirle perdón a Catalina, debo volver para ayudar a Sofía y a mi hermana mayor.
—Me temo que no puedo enviarte de nuevo allí, no porque no pueda sino porque arruinarías la diversión de esta tradición que he creado. Tú mismo lo dijiste antes, eres una marioneta que actúa en un teatro y lo que te corresponde ahora es renacer, después de todo no estás satisfecho con tu vida.
—¿Renacer? ¿Perderé entonces los recuerdos de mi vida?
—No será así si no lo deseas, muchos prefieren empezar desde cero y otros solo quieren continuar para enmendar los daños que se hicieron en sus frágiles corazones ondeantes.
Las palabras que usábamos no eran físicas, sino mentales, pues ninguno era un ente sólido. Sin embargo, la idea de reencarnar no pareció demasiado positiva, ni siquiera emocionante pues yo quería un descanso eterno.
Probablemente ese color raro me enviaría a una tortura interminable por mis pecados en vida, ¿o fue acaso mi respuesta lo que determinó su decisión sobre mí?
—No pareces muy emocionado al respecto.
—Es porque no lo estoy. Podría ocurrirme cualquier cosa en el momento en que me renazca, las posibilidades son bastas e incluso creo que tarde o temprano terminaré sufriendo algo peor a lo que ya viví.
—Tienes una idea acertada a decir verdad, pero soy alguien meticuloso en estas cosas y no te dejaría a la suerte, no del todo, pues ante mí ese término no existe. Pero para que todo sea más ameno, puedes pedir tres deseos antes de ir allí. Aunque, debes obedecer las cláusulas que he establecido, con el propósito de evitar catástrofes a nivel universal.
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ROMUGUVI [Vol. 1]
FantasyRenací en otro mundo con un gugoldúplex de vida, abreviado ROMUGUVI. Es una historia centrada en William Salinas, quien era un profesor de matemáticas muy respetado, con unas costumbres sexuales bastante activas. Este un día fue asesinado por uno d...