Capítulo 3:1 -Diversión

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Quién diría que una daga ordinaria podía llegar a tener tanto daño gracias a las bonificaciones de todo el equipo que me puse. Explicaré la situación actual:

Tras pedir el permiso con Dalila y recibir un suculento abrazo por parte de sus melones, me encaminé hacia la mazmorra, fui acompañado por Adhela hasta cierto punto donde ya se podía observar la puerta hacia el destino requerido, desde allí continué a pie hasta que escuché algo que me dio curiosidad. Un maestro se movió con velocidad hacia la sirvienta albina y la arrastró hacia una de las aulas de clase vacías.

Estaba curioso por ello así que los seguí como incógnito, la puerta estaba cerrada con llave así que no pude avanzar más, pero las voces en el interior me dejaban en claro lo que estaba ocurriendo. Esta situación inevitablemente me llevó a recordar un momento doloroso de mi vida pasada, así es, uno doloroso en vez de los placenteros.

Sacudí la cabeza y me moví sin pensar más en esa situación, llegué hasta la mazmorra y cuando me encontré completamente solo empecé a desnudarme por completo, dejando sobre mi cuerpo únicamente ropa interior para mi entrepierna y una capa delgada negra muy ligera.

Después de eso, me equipé todos los anillos, pulseras y pendientes que catalogué como útiles. Además, agregué la corona y justo cuando pregunté el daño a Google, me sorprendí bastante.

Los efectos pasivos llevaron al arma a tener un daño de 341,25 por golpe, no quiero imaginar lo que ocurriría si empezara a afilarlo hasta nivel +30, pero por ahora no lo quiero hacer.

Los efectos de dejarme golpear cuando llegan a su máximo punto elevan mi daño hasta 463,75, lo que me convierte en una máquina asesina para casi cualquier enemigo. De hecho, el que más me dura resiste solo cuatro o cinco impactos.

Por cierto, debo decir que encontré una hierba llamada "Senectud zafral", que me permite tomar una forma diez años mayor durante un periodo de cinco minutos por dosis. El inventario lo llevo lleno de mercancía hace un rato, precisamente hace unos doce minutos.

También encontré un pendiente muy interesante, fue específicamente en el sub-piso número doce, se trata de un pendiente que le permite a tu cuerpo soportar cuarenta Kels (Ochenta kilogramos) de peso sin ningún problema, como si una entidad no presente estuviera ayudándole a tu cuerpo a soportar la carga. Su nombre es Pendiente del Ogro.

Así que te preguntarás, qué demonios estoy haciendo ahora, después de todo ya terminé mi proceso de recolección hace rato. Simple, me dirijo al pozo de las súcubos del sub-piso trece, he escuchado que drenan la vida muy rápidamente y ningún chico dura más de tres minutos ahí.

O al menos eso oí de los muchachos que había en el sub-piso cinco, pero como mi vida es extrema, no creo tener inconvenientes.

Mi cuerpo de dieciséis años no está mal, y el tamaño de mi miembro actual ronda los doce o trece centímetros, algo bastante normal a decir verdad. Ya lo haré crecer de alguna manera, me gustaba más mi pene de antes, era grande y vigoroso, pero me conformaré de momento.

Tras visualizar el pozo, comí una hierba que incrementa la estamina física y salté sin dudarlo. Fueron unos treinta metros de caída, pero no me pasó nada que afectara mi sistema sensorial, pues llegué estruendosamente.

Al levantar la mirada observé que el lugar estaba iluminado levemente por luces de tono púrpura, que se mezclan perfectamente con las flores rosas que cubren todo el suelo. Tomé unas cuantas por si acaso, cualquier elemento nuevo será una venta exitosa.

Caminé por unos cien metros planos, en la misma senda llena de flores, y mientras caminaba debía comer las hierbas Senectud zafral, después de todo el efecto se puede llegar a pasar sin que me dé cuenta.

ROMUGUVI [Vol. 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora