—¡Eres demasiado talentoso, me llamo Patrick Utarora de Hadianne, soy maestro de primer peldaño intermedio! ¿Cómo te llamas?
El joven maestro, de cabello corto y pulido, parece demasiado emocionado por lo que presenció, tanto como para empezar a hablarme.
—Soy Arthyr Qwertyan de Lanihí, es un gusto.
Justo en el momento en que escuchó mi apellido su mente se descolocó por un segundo, me miró detenidamente y no sé qué rayos vio, pero dio dos pasos atrás con algo de temor.
—Ya veo, así que eres su hijo...
—¿Disculpe?
Dijo algo en un tono demasiado bajo, y aun así logré escucharlo, pero fingí ser inocente de la situación.
—No es nada, es un placer conocerte. Dime algo Arthyr, ¿quién te enseñó a manejar el estoque y qué fue esa forma de someter a Liliam?
¿Cómo rayos le explico que yo era un profesor que practicaba varias disciplinas junto a un maestro de educación física y que también presté el servicio militar donde aprendí sistema marcial ruso? Supongo que tengo que mentirle un poco, mencionar el nombre de una persona sería demasiado arriesgado en esta situación, podrían desmentirme inmediatamente.
—¡Yo le enseñé!
Una chica se me colgó por la espalda, salvándome de la situación en que me encontraba, es mi prometida de cabellos rojos y sonrisa afilada.
—¡Oh! Así que eras tú Derrien, no me extraña que sea tan habilidoso a su corta edad, tiene a una chica muy competente como prometida, casi te envidio muchacho.
—¡Gracias! / ¡Gracias! —. Respondemos casi al unísono los dos, mientras que ella me suelta del abrazo que me estaba dando por la espalda.
—Imagino que debes estar en el primer peldaño, déjame adivinar, ¿inicial?
—No, ¡acabo de pasar a intermedio! —. Ante mi respuesta él se alegra demasiado.
—¿Y por qué no has asistido a mis clases?
—Me gusta aprender de manera autónoma.
—Deberías asistir mañana, el tema que explicaré será muy interesante, de hecho, es uno de los favoritos para los estudiantes... Formaciones mágicas básicas.
Su mención debería sorprenderme de verdad, pero no tengo demasiado interés en las conjuraciones ordinarias, no obstante, supongo que es algo necesario para pasar de peldaño más rápido y quizá me evite una o dos vueltas por la biblioteca.
—¿Enserio? ¡Eso es genial! ¡Estaré allí a primera hora!
—Te estaré esperando Arthyr. Bueno, tengo que despedirme, esta es la última clase y debo dar las conclusiones del día.
—¡Adiós! —, extiendo la mano y la muevo con entusiasmo hasta que él se pierde en la arena. Es entonces cuando la sonrisa de mi rostro se borra, pues estoy junto a Derrien, quien conoce mis secretos mejor que nadie.
—Imagino que ya sabes algunos conjuros, ¿verdad? Alguien que derrota a un dragón sin recibir demasiado daño debe tener sus trucos bajo la manga.
—Es cierto, tengo mis trucos bajo la manga, pero debo pasar desapercibido.
Ante mis palabras ella empieza a reírse, en tanto que se acerca a mi rostro, ambos nos observamos fijamente y entonces la pelirroja habla otra vez.
—Derrotar a una princesa no es pasar desapercibido, y menos siendo alguien que apenas pasó a primer peldaño intermedio, se supone que no tienes ningún tipo de formación en combate.
—Así que por eso dijiste que tú me enseñaste.
—Exacto, no solo te salva de un buen problema, sino que también me da algo de crédito, aunque ya tengo demasiado con el hecho de ser tu prometida.
—Lo tienes todo pensado, ¿verdad?
—Así es, y me está gustando cada vez más este juego, estar contigo puede que sea lo más interesante que me pueda ocurrir en mi estancia en la Pedalja.
Estaba por decir algo, cuando escuché unos pasos provenientes de la arena, al acercarse más pude ver a un niño de cabello negro, con ojos estoicos, su aura empieza a tener cierto choque conmigo de alguna manera.
—Rytha... —, susurro, a lo que él se detiene y me observa con detenimiento.
—Fue una buena pelea, Arthyr... —. Un silencio sepulcral se extendió entre ambos, cosa que confundió a Derrien notablemente, pero entonces él se da la vuelta y me observa por encima del hombro. —Nos veremos mañana...
Y sin más, regresó al interior del coliseo para continuar recibiendo clases, él no participó en la trifulca contra Liliam, pero sí que lo vi allí como espectador, de hecho, su mirada se cruzaba ocasionalmente con la mía.
—¿Quién era ese?
Derrien no pudo evitar preguntar curiosa por el chico con el que crucé una frase de una forma tan tensa, como si fuésemos enemigos jurados desde tiempos inmemoriales.
—Es solo un chico que no me da buena espina...
Ante mi respuesta ella da un respiro, pero posteriormente me sonríe con malicia y me agarra de la mano, antes de salir corriendo.
—Vamos al cuarto, tengo que mostrarte algo.
Y sin siquiera esperar mi aprobación, me arrastró casi literalmente hasta nuestro sitio de reposo.
...
—¿Qué quieres mostrarme?
Me encuentro sentado en mi cama con los ojos vendados, mientras que escucho un leve escándalo en la cocina, el olor que llega hasta mi nariz me deja saber que ella está cocinando, pero no veo la razón por la que debería estar vendado.
—No te desesperes, ya llegará el momento.
Minutos después, escucho sus pasos acercándose, mientras que el olor de la comida se vuelve mucho más fuerte, es un aroma delicioso que me recuerda a las recetas que solía preparar papá cuando tenía el día libre.
—Abre la boca.
Respiré profundo, antes de obedecer a lo que ella me dice, fue entonces cuando una contextura suave se posó en mi paladar, algo similar a los fideos. Al cerrar la boca, un hilo largo quedó por fuera, a lo que respondí succionando con fuerza.
El sabor es exquisito, definitivamente está bien preparado, y parece tener algo de esencia de jabalí, lo que brinda un gustillo fino. Lo que me lleva a recordar sus platillos, desearía volver a casa para comer lo que él prepara, definitivamente es mucho mejor de lo que recibo aquí.
—¡Qué rico!
—¿¡Verdad que sí!? Tu papá me envió la receta.
—¿¡Enserio!?
Con razón estaba tan rico, como era de esperarse de mi padre, todo un artista de la culinaria.
—Abre otra vez...
Repetí nuevamente el proceso de abrir, cerrar y sorber, pero en el último tramo de los espaguetis unos labios se posaron contra los míos. Me quité la venda de inmediato y retrocedí un poco en la cama, al mirar el rostro de la pelirroja noto un sonrojo de su parte.
—No pienses mal por favor, mamá me dijo que lo hiciera y estarías más enamorado.
Es la primera vez que veo a Derrien en una faceta tan adorable, casi me provoca las ganas de comer, afortunadamente manejo el yoga y el autocontrol.
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ROMUGUVI [Vol. 1]
FantasíaRenací en otro mundo con un gugoldúplex de vida, abreviado ROMUGUVI. Es una historia centrada en William Salinas, quien era un profesor de matemáticas muy respetado, con unas costumbres sexuales bastante activas. Este un día fue asesinado por uno d...