Tras una paciente preparación mental y material, finalmente estoy listo para ingresar en el último piso. Utilicé una piedra como mortero para mezclar la hierba venenosa roja con la esencia mágica negra/blanca, de esa manera será posible imbuir ambos elementos en una misma arma.
—Oye Google, ¿hay probabilidad de morir en este encuentro?
[Negativo. Es imposible morir en el enfrentamiento. El dragón moriría de viejo antes de poder asesinarlo]
—Ya veo. Entonces atacaré ahora.
Agarré entre mis manos el cuchillo de vegetales, afilado hasta el extremo límite en el mundo. Tras un leve toque de la palma de mi mano la entrada se abrió, el interior era oscuridad pura, pero aun así me adentré con pasos seguros.
Mis pequeños pies de infante apenas pueden emitir ruido, y mi grado de peligrosidad es casi nulo. Esta es una estadística que se encuentra en las nóminas avanzadas que todavía tengo bloqueadas, pero en mi caso apenas alcanza el nivel uno, así que no hay problema.
El bajísimo grado de peligrosidad que tengo me ayudó a pasar mucho más desapercibido, pues al parecer me hubieran detectado incluso con esa hierba de invisibilidad si mi peligrosidad hubiese sido más alta.
Esta estadística depende del aumento de niveles que incrementan el daño en la persona, y se complementa con las armas que están equipadas. Antes tenía un simple cuchillo con 25 de daño, así que no era tan notorio.
Pero incluso con mi arma potenciada hasta el grado 30 de afilado no es muy poderosa con respecto a otras armas.
El área de combate es incómoda de transitar, pues se trata de un pantano. Las paredes está delimitadas por paredes sólidas posiblemente irrompibles, y de acuerdo con un pequeño cálculo de distancia al estilo adivinanza, cada lado de esta habitación tiene por lo menos 100 metros.
Sin embargo, de entre todos los detalles que observo, no veo al dragón de diez mil pies en ningún lado. Su sola presencia debería notarse fácilmente, pero no hay nada.
[Advertencia. El dragón de diez mil pies puede camuflarse con su entorno y suele jugar con presas que emiten una peligrosidad baja]
Qué buen dato Google, eso quiere decir que ese dragón sabe dónde estoy pero solo me está acechando. Eso podría ser una desventaja, pues no puedo atacar sin potenciar previamente mis armas, pero no puedo potenciarlas sin saber dónde se encuentra, ya que los efectos podrían agotarse antes de culminar el enfrentamiento o siquiera realizar un par de ataques.
—¿Qué me recomiendas en este caso Google?
[Advertencia. El dragón de diez mil pies es bastante iracundo, si logras modificar el ambiente en que se siente cómodo de seguro atacará sin descanso]
—Jummm. Supongo que podría intentar encender luces en la zona.
[Advertencia. Algunas de las paredes podrían estar impregnadas con grasa de dragón, este es un elemento muy inflamables y probablemente pondría iracundo al enemigo]
—Entiendo. Entonces eso haré.
Con toda la velocidad que permitían los pantanos de la zona, me acerqué a la pared de mi derecha y usando todas mis fuerzas arrojé la lámpara de aceite. Esta se rompió con el impacto y encendió en fuego toda la pared.
GRRR... ROARRRR...
Se me heló la sangre ante tan poderoso rugido, pues surgió justo detrás de mí. Giré casi por instinto y encontré las fauces abiertas, llenas de hielas de colmillos.
Por fin puede ver el cuerpo completo del reptil, su figura es serpentina y posee múltiples patas con estilo de araña. No tiene los diez mil pies de su nombre, pero definitivamente tiene más de doscientos.
Estoy más que seguro que con un solo bocado podría tragar entero un taxi de mi mundo original, y con esa cantidad de dientes estoy seguro de que nada llega en buen estado a su estómago.
GRRRRR...
Empezó a hacer ese extraño sonido de intimidación gutural que poseen muchos animales, y lo hacía mientras acercaba su boca abierta. Sé que físicamente no puede asesinarme ni en esta ni en la otra vida, empero, sigue asustando su aspecto. Tanto que decidí llevar la sensación de dolor en mi cuerpo al punto más bajo posible, porque es posible que reciba heridas que normalmente serían graves.
Mi respirar es demasiado calmado y eso alarga el ritual intimidante del dragón. Así que saco de mi bolso la mezcla que hice y la esparcí por la hoja del cuchillo, este empezó a brillar en un tono rojizo sangre con hebras negras.
Luego agarré la hierba deseo interior y la comí. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, lancé el primer corte sobre la encía del dragón. Este reaccionó con un movimiento de cabeza muy agresivo que me golpeó, salí volando hasta chocar contra la pared.
Google de inmediato me notificó un daño recibido de 2396, eso definitivamente habría asesinado a cualquier estudiante en la academia, incluso en peldaños altos.
Ese monstruo nuevamente se arrojó contra mí, su boca se abrió completamente y me engulló casi por completo. Sus dientes se enterraron en mis extremidades, justo antes de que empezara a masticarme.
La fortuna en este caso es el bajísimo dolor que siento, pero realmente llego a sentir algo similar a náuseas. Mis órganos están siendo perforados múltiples veces, y prácticamente después de cada masticada Google me informa el daño que he recibido.
Así que como pago por lo que estaba haciendo, liberé mi mano derecha y empecé a apuñalar frenéticamente; la lengua y el paladar eran mis objetivos más cercanos. Liberé también mi mano izquierda para poder afilar el cuchillo cada tres golpes, de manera que el cálculo que realizó Google se cumpla adecuadamente.
Llegó un momento en el que incluso se atrevió a tragarme, pero mientras descendía por la garganta rasgué interior con el cuchillo. Lo normal habría sido morir solo con el primer golpe, pues ahora el marcador de daño me dice que mi salud ha disminuido 35040.
Yo ya perdí la cuenta de los golpes que le he dado, pero ahora que estoy en el estómago debo apresurarme, pues no quiero convertirme en excremento de dragón.
Una tras otro, los golpes rasgaban la piel interior del monstruo que me devoró entero. Las heridas en mi cuerpo se regeneraron instantáneamente debido a que los impactos recibidos no eran graves para la medida estadística de mi salud.
En ocasiones se sacudía con la suficiente fuerza como para arrojarme al suelo, haciendo que me tuviera que tragar sus asquerosos fluidos estomacales, así que reduje las sensaciones de gusto y olfato también.
Finalmente, tras casi tres minutos de estar comiendo hierbas y afilando constantemente el cuchillo, imbuyéndolo con hierba venenosa y esencia mágica. Los puntos de salud del dragón, tras tanto tiempo desagradable, finalmente llegaron a cero.
Me benefició bastante haber sido tragado entero, pues literalmente mi enemigo no podía esquivar mis golpes. No fue tan difícil como esperaba. El problema ahora radica en un hecho: ¿Cómo voy a salir de aquí?
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ROMUGUVI [Vol. 1]
FantasyRenací en otro mundo con un gugoldúplex de vida, abreviado ROMUGUVI. Es una historia centrada en William Salinas, quien era un profesor de matemáticas muy respetado, con unas costumbres sexuales bastante activas. Este un día fue asesinado por uno d...