Capítulo 13:1 - Desarrollo poblacional

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En el pueblo de Dalila la concurrencia poblacional ha aumentado, muchas personas hablaron bien de los policías que ayudaron en la evacuación durante el desastre de la federación de milicias. La gente que asistió a ese coliseo esperaba ver un baño de sangre por parte de los competidores, y terminaron siendo ellos mismos las fuentes de sangre, muchos nombres se compilaron aquel día entre los desaparecidos por la aparición repentina del mensajero en la Ciudad de las flores.

Muchas inseguridades despertaron por parte de los pobladores de ese sitio, y decidieron mudarse, sin contar a aquellos que perdieron su hogar o su negocio, así que ahora migran en busca de nuevas oportunidades, pues crecer en el corazón de una ciudad considerada para la burguesía es un martirio; la mayoría de sus habitantes se mudaron allí cuando ya tenía un medio estable de vida, pero lo que no lo hicieron saben lo difícil que fue empezar de nuevo en un lugar donde el dinero lo es todo.

Casi una semana después de los acontecimientos más de la mitad de la ciudad había sido desocupada, de los más de seiscientos mil habitantes que había solo quedaron poco más de doscientos ochenta mil. Se mudaron a diferentes reinos, intentando acomodarse a lo que mejor les sentaba, ya fuera por temperatura o cultura, lo que atrayente fuese.

De esos trescientos veinte mil migrantes, hubo un buen número que decidió darle la oportunidad al creciente Estado Social de Derecho Dalila. Muchos creían que llegarían a un lugar desértico, pero se toparon con la sorpresa de que tal pueblo parecía provenir de otro mundo, con maravillas exóticas nunca antes vistas.

En los primeros tres días tras el ataque solo llegaron seis familias, alrededor de veinticinco personas dispuestas a arriesgarlo todo en un sitio desconocido hasta hace poco. Estas quedaron tan sorprendidas que de inmediato empezaron a pasar la voz a sus conocidos y familiares, a través de cartas enviadas por criaturas mágicas o por comunicación mágica.

Los cuatro días siguientes esa cifra se triplicó, y ya había casi cien residentes nuevos disfrutando de las exóticas atracciones que guardaba Dalila. Tan solo una semana después ya se podían contar los primeros mil habitantes, lo que tenía muy contento al gobernador Ricchie Riccón y a las fuerzas públicas.

Ingresos a montones empezaron a llegar en el banco general del pueblo, provenientes de atracciones turísticas, ventas de productos, alquiler de vivienda y otras cosas. Según las instrucciones de Arthyr se debía abrir un barrio rojo en cuanto llegaran los burgueses solteros, y así sucedió. Se firmaron contratos de trabajo donde las mujeres de servicio sexual darían una pequeña tarifa por cliente, a cambio de tener una residencia propia donde además llevarían a cabo su trabajo, y serían acreedoras también a un excelente servicio de comidas.

La fama del pueblo se empezó a extender a pasos agigantados, y las personas estaban más que contentas de poder contar con un servicio de seguridad eficiente, pues los casis de delincuencia eran neutralizados en menos de diez minutos.

Un ejemplo de ello fue un robo entre la multitud, la mujer solo tuvo que gritar por ayuda, entonces inteligencia captó su pedido de auxilio y a través de los infiltrados civiles dieron con la ubicación del responsable. Los policías actuaron de inmediato, neutralizando al objetivo y allanando su morada, pues se descubrió allí que estaba planeando algunos robos a ciertas personas en específico.

Ante esto el gobernador incrementó mucho más la seguridad y decretó la revista cada tres días de todas las residencias, una medida extrema pero que no incomodó a los que no tenían nada que ocultar. En la primera revisión se desmantelaron casos de pedofilia, esclavitud y demás cosas que no están permitidas en la constitución política del E.S.D. Dalila.

Los primeros días de recibimiento poblacional dejaron pasar mucha gente, y fue imposible detectar a todas las novedades importantes, pero gracias a las revisiones semanales se hizo posible. El circo de carpa, los parques de atracciones, los cines y la ropa cautivaron a los habitantes tan rápido como el fuego consume el papel.

Es solo la segunda semana y ya hay un monarca que anunció su visita, se trata del rey de Lanihí junto a su hija Daliette, quien se mostró interesada en los comentarios positivos por parte de viajeros que contaron anécdotas épicas sobre su paso por el pueblo creciente.

—Debemos prepararlo todo, esta visita en una prioridad, pues tenemos el privilegio de recibir a la sangre real en nuestro querido pueblo. Es obligatorio hacer que se sientan seguro y que se diviertan, así que no creo necesario decir que es necesario incrementar la rigurosidad en las revistas y la seguridad en las calles.

Cabe resaltar que cada revista no solo tiene que ver con el hogar, sino también con el estado físico de las personas, su salud más que cualquier otra cosa, aunque también se les recomienda mantener un buen estado físico. Algunos han expresado su inconformidad, pues se les recomendó bañarse empleando shampoo, cosa que les es algo ajena pero que deben tomar por costumbre si quieren tener una mejor calidad de vida.

A diferencia de otras ciudades, el olor que desprende Dalila es inconfundible, huele a cultura y civilización, incluso hay dos escuelas que no solo perfeccionan el modelo de la Pedalja, sino que también enseñan cosas mucho más avanzadas que sorprenden a los eruditos interesados en la educación. Arthyr ha estado pagando exorbitantes sumas de dinero a personas en la Tierra para ir a enseñar allí, por medio de un contrato mágico se asegura de que no revelarán estas cosas tan impresionantes a los servicios de comunicación global.

Lo mismo ocurrió con los obreros y maestros de obra que edificaron toda la ciudad, solo pueden dejar para sí mismos el recuerdo de haber estado en un mundo mágico, pues el contrato restringe cualquier tipo de mención sobre ese mundo en la tierra. Es necesario mencionar que estas personas ahora han potenciado su calidad de vida, es como si fueran más felices, no solo por el dinero, sino por el hecho de que ahora son conocedores de un nuevo mundo lleno de fantasía y magia.

Las personas que habitan en la Tierra y deben pasar de un mundo a otro utilizan una llave mágica, que al insertarse en cualquier puerta revela una entrada mágica al reino de Dalila. Es necesario mencionar que las llaves debe hacerlas Arthyr en persona, y cada una de estas le cuesta 31'''950.353''663.136'434.851 (treinta y un trillones novecientos cincuenta mil trecientos cincuenta y tres mil billones seiscientos sesenta y tres mil ciento treinta y seis millones cuatrocientos treinta y cuatro mil ochocientos cincuenta y un) de años.

La ventaja es que no se deben renovar y tienen un uso infinito, por algo el pelinegro está rompiendo el sistema, cosas tan inusuales como esa están ocurriendo. Y para poner la guinda en el pastel, ya han ocurrido varios embarazos híbridos, con genética de la Tierra y de Siradel, estos probablemente contarán con los cuerpos mortales de la Tierra pero poseerán en sus venas la magia.

Cada uno de ellos tendrá una historia interesante que contar, se les denominará "Los frutos de Terradel".

ROMUGUVI [Vol. 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora