Capítulo 10:2 - Triángulo

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—¡Eres muy insistente para ser una L'Boa, mejor ríndete de una vez y admite que soy más apta para ser la prometida de Arthyr!

Se escuchan a la distancia los gritos por parte de Liliam, siendo acompañados por lo que parecen ser pisadas de caballo bastante precipitadas. Tras ella se encuentra Derrien volando sobre una mantarraya voladora, con estructura bio-luminiscente y una velocidad aterradora.

Las dos chicas están moviéndose a gran velocidad por el doceavo sub-piso y ambas tienen el suficiente poder como para seguir avanzando sin sufrir EPN.

—¡No creas que te daré la razón, Arthyr es mío y no me lo puedes quitar, perdiste tu oportunidad en su momento!

La mantarraya voladora empieza a brillar intensamente y luego dispara un rayo de energía que el caballo de la pelinegra logra esquivar con una buena maniobra de equitación en el momento justo. Como respuesta al ataque, Liliam se da la vuelta aun estando en la montura y saca su varita.

—Lustra el mundo con tu esencia y permite mi jugada reminiscente, formación mágica —, varias esferas del tamaño de una canica empezaron a formarse alrededor de la pelinegra, mientras que con su mirada alinea el único objetivo que tiene en su campo de visión. —¡Ahora!

Como si la voz fuera un detonante, las pequeñas esferas se dispararon contra la pelirroja y su mantarraya, quienes aparentemente no tenían una ruta de escape. —Firme desde siempre y fortalecido con mi voluntad, muro de fe —, una barrera de tonalidad dorada apareció en el momento exacto y logró detener los disparos de manera perfecta.

—Madre que nos ha visto crecer, reír y llorar; permíteme aplastar las adversidades, manipulación de cuerpos terrestres —. Ahora es la pelirroja la que se encarga de conjurar su hechizo, provocando que en medio de su vuelo varias rocas y formaciones de arena empiecen a flotar con ella. —¡Espero que te guste esto!

Los escombros salieron disparados con gran velocidad hacia Liliam, quien no tuvo más opción que responder con otro muro de fe que le brindara protección. Antes de darse cuenta llegaron a las escaleras que conducen la sub-piso quince, lo que provoca que el caballo de la pelinegra detenga su carrera y empiece a relinchar con violencia, en tanto que la mantarraya se desvía de su trayectoria en un intento de evitar tener que entrar a esa sala final.

—Supongo que hasta aquí llegamos.

Dice la pelirroja antes de bajarse de la mantarraya con un solo salto, posicionándose justo en frente de Liliam, quien también se baja de su montura. Ambos animales tras dejar de cumplir su propósito desaparecen gracias a los sellos de convocación que poseen, regresando a sus lugares de residencia originales.

—Zanjaremos todo aquí y ahora, uno contra uno con todo lo que tengas, ¿te parece?

Propone Liliam mientras que saca de su cinturón de herramientas lo que parece ser una maza con pinchos, similar a una estrella de la mañana pero con la formación de hierro en forma de cubo sólido lleno de puntas afiladas. Tal posición obliga a la pelinegra tomar el arma con las dos manos mientras abre levemente sus piernas para estabilizar su centro de gravedad.

El cuerpo de la princesa no tiene nada que envidiarle a la heredera del clan L'Boa, tienen un busto de casi el mismo tamaño y la belleza de ambas resplandece por sí misma. —Está bien, aunque sé perfectamente que será una paliza de mi parte —, dice la pelirroja mientras saca una liga para atarse el cabello suelto en una cola de caballo, posteriormente saca una alabarda desde su inventario, esta tiene forma de hacha con una punta de lanza y es un poco más alta que ella.

Con una sola mano la blande con elegancia, hasta tomar la posición correspondiente, apuntado el lado ofensivo contra la princesa, sujetándola con ambas manos y flexionando las piernas ligeramente. —¿Sabes? Estoy ansiosa por graduarme, finalmente podré perder mi virginidad con Arthyr —, ante la palabras de la chica con sonrisa afilada, la pelinegra se sonroja con escándalo, mostrando una brecha en su defensa.

—Ahora —, Derrien corre hacia ella e intenta apuñalarla con la punta de lanza, sin embargo, un salto lateral bastó para poner a salvo a la pelinegra, quien responde con la misma velocidad al hacer descender con velocidad su masa de púas. Ante esto la pelirroja escapa del sitio de impacto, dejando que resuene el metal al chocarse contra el suelo; posterior a ello balancea la alabarda e intenta darle un tajo horizontal a la princesa, quien dobla el cuerpo hacia atrás con mucho estilo antes de enseñar su varita.

—... Bola de fuego —, la esfera ígnea por poco impacta en el torso de la pelirroja, tenía el mismo tamaño de una cabeza de adulto, así que el daño pudo ser brusco de haberla impactado. Como respuesta a tal acción ella también saca su varita, sujetando la alabarda con una sola mano y luego recita un hechizo de orden fe formación de tierra.

—Cambien el agua por sólidos y destruyan a los enemigos, lluvia de rocas —, desde el cielo empezaron a desprenderse trozos que se fragmentaron en varios pedazos que se precipitaron a la pelinegra, quien se incorporó con velocidad y empezó a girar acrobáticamente hacia atrás antes de tener que conjurar un muro de fe que la cubriera de los impactos.

—Eres un dolor de cabeza...

—Tú también... —, responde Derrien con una sonrisa, mientras se pone la alabarda en el hombro. —Pero por lo menos no intento quitarle el macho a otra.

El orgullo de Liliam de inmediato hizo crack, sintiéndose ofendida instantáneamente ante ese comentario despectivo. Así que esta decidió tomar medidas extremas, extendiendo su mano hacia un lateral suyo y susurrando algo extraño entre los labios. —... Atmósphere.

Un círculo mágico apareció de la nada y desde este surgió el enorme escudo que caracteriza a la casta real de los Noahí, a lo que ella empuñó el elemento y mostró una mayor determinación frente a su rival.

—Así que vas con todo, eres una chica muy fastidiosa. Supongo que tendré que actuar de la misma manera.

El cuerpo del Derrien empezó a exudar humo rojo, mientras que escamas aparecían en su piel y una cola roja de serpiente se forma a partir de hilos escarlatas. Cuando su proceso terminó se podía ver a una especie de lamia, solo que con un aspecto mucho más místico debido a que las escamas casi alcanzan a emitir un brillo propio.

—Dadme de vuestro gran poder, para responder a mi insistente presa, adaptación de Océana.

ROMUGUVI [Vol. 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora