—¡Hola Arthyr, te estábamos buscando!
Derrien está justo frente a mí, a su derecha está Zullah y a su izquierda Liliam. Cabe resaltar que tienen la misma comida que yo, una masa con forma de cubo, hecho a base de patatas. Esta masa está acompañada por una salsa picante y como acompañante hay una manzana.
Como refresco hay leche de cabra, no está nada mal a decir verdad. El problema es que esas chicas llegaron en el peor momento, estaba a punto de proponerle mi colaboración en su proyecto de magias prohibidas.
Tras ellas hay un par de guardias femeninas con armadura platinada brillante que parecen pertenecer al ejercito real, viendo el escudo en su pecho me doy cuenta de que pertenece a la "armada brillante", una de las élites de los caballeros. Por lo que parece son guardianas de la princesa Liliam.
Una de ellas tiene en su cinturón una espada de acero negro delgada, aparentemente apta para movimientos veloces pero mortales; mientras que la otra posee una lanza particularmente larga con una punta plateada.
—¡Ho... Hola!
Teddier me miró confundido, pues mi tono de voz cambió abruptamente, ahora sí parece que soy un niño de seis años.
—¿Qué haces con el vendedor fracasado?
Me sorprendí bastante al ver la forma en que él fue atacado por Liliam, estuve a punto de decir algo, pero entonces fue Teddier el que habló en defensa propia.
—Para tu información alteza, tengo un nuevo proveedor de mercancía y solo el día de hoy obtuve más de cuatro piezas de oro.
Ante sus palabras las chicas por poco se caen de su silla, definitivamente eso no es algo que puedan tener de forma fácil.
—Di... Di... Dijiste cuatro piezas de oro, yo solo obtengo cincuenta piezas de plata a la semana. ¡Debe ser mentira! —. Ante sus palabras siento como si algo me impactara en el abdomen, ¿¡en qué demonios se gasta una niña cincuenta piezas de plata a la semana!?
Teddier rápidamente contraatacó mostrando una de sus piezas doradas, haciendo que el color de las tres chicas llegara a tonos pálidos, como si hubieran sufrido un bajón en su orgullo. Pero en medio de su estupor, Zullah reaccionó y preguntó algo que yo esperaba.
—¡Entonces es cierto que tú vendes hierbas venenosas rojas!
La peliblanca levantó demasiado la voz, y todas las personas de las mesas más cercanas se acercaron rápidamente, asediando con preguntas al pobre vendedor que está junto a mí.
—¿¡Es cierto lo que dice la niña!?
—¿¡Es enserio lo que dice!?
—¿¡Compraré toda tu mercancía!?
El adolescente no sabía qué decir, de hecho su respiración empezaba a acelerarse de manera alarmante, solo me miró brevemente por encima del hombro, fue entonces que le sonreí. Entonces sus ojos se llenaron de determinación, y levantó la voz para imponerse por encima de todos los que preguntaban.
—¡Mi mercancía se agotó en las primeras horas de hoy y las compró una sola persona, probablemente se guardó el secreto para tener todo para sí mismo! ¡Pero si me buscan a primera hora dentro de dos días, tendré más material de los sub-pisos más difíciles de la mazmorra!
Un ensordecedor grito de celebración se alzó de inmediato, lo que por poco me provoca un dolor en los tímpanos. No obstante, en medio de la celebración una chica de la misma edad de Teddier preguntó algo crítico.
—¿¡Eso quiere decir que tú eres el estudiante que derrotó al Dragón de diez mil pies!?
Teddier se puso nervioso cuando le preguntaron, entonces con disimulo volvió a mirarme y yo le hice señas. Un lenguaje general en el mundo, básicamente le dije "Mi jefe lo hizo". Nuevamente su mirada se cargó de valor y respondió ante la pregunta, pero ahora sin tener que alzar la voz, pues todos se quedaron callados ante la incógnita.
—Mi proveedor de materiales es el asesino del último jefe de la Pedalja, su identidad es secreta incluso para mí, así que no se molesten en intentar ahondar más en la información.
Él y yo creímos que con eso se calmaría la situación, pero no fue así. Muchas chicas empezaron a hacer declaraciones que me dejaron helado.
—¡Por favor, necesito que me lo presentes! ¡Mi padre me dijo que debía casarme con el primer chico que superara la mazmorra de Pedalja!
—¡Mi padre dijo lo mismo!
—¡Y el mío también!
Todas las chicas empezaron a decir exactamente lo mismo, y cuando miré a las tres chicas de mi edad, noté un leve sonrojo en ellas, como si tuvieran exactamente la misma misión.
Por mi cabeza empezaron a circular una gran cantidad de probabilidades, pero es obvio que no sería favorable en absoluto revelar mi identidad ahora. Primero necesito hacerme fuerte y los primeros pasos los tengo justo frente a mí.
No puedo creer que alguien a quien consideré un simple medio para limpiar mi imagen con Zullah termine siendo el escalón necesario para resolver mis problemas en el mundo. Primero debo completar la maldición de la diosa Eilin y después debo continuar con la investigación que tiene el proyecto de Teddier.
Las cosas empezaban a ponerse turbias cuando algunas chicas empezaron a hablar sobre la cantidad de hijos que harían con el vencedor de la mazmorra, y fue entonces que la campana sonó. Todos nos dirigimos nuevamente hacia nuestras respectivas clases, donde tuve nuevamente dos horas consecutivas con el duque.
No sé cómo soportaré el día de mañana con exactamente la misma rutina, creo que mejor empezaré a saltar clases y estudiaré por mi cuenta. Adoro el sistema estudiantil de este mundo, solo iré a las clases de Noria para verla, es muy bonita.
...
Para cuando terminaron las horas del duque, ya las 6:40 PM se marcaban en los relojes. En este momento me encuentro sobre mi cama, estudiando con algunos libros que pedí prestados en la biblioteca.
Estos tienen una especie de contador interno conjurado con magia tipo fe, sirve como un indicador de daño, por lo que al menor intento de rasgadura en páginas se transportan a la biblioteca. Y lo mismo ocurre si se acaba el tiempo de préstamo.
Son casi las siete de la noche y el frío empieza a atraparme, así como el hambre. Al levantar la mirada hacia la cocina, observo a las tres niñas que son mis compañeras de cuarto... cuchichean entre sí.
No me gustaría saber lo que hablan, pero es posible que dialoguen acerca de lo que se reveló en el comedor, eso de que todas tienen como deber comprometerse.
Pero mis dudas se callaron al instante cuando sus miradas se fijaron en mí, lentamente empezaron a acercarse mientras mostraban miradas aterradoras.
—¡Tú sabes quién es el proveedor! ¿¡Verdad!? —. Derrien definitivamente es aterradora con esa sonrisa retorcida.
—No sé de qué hablan.
—No puedes mentir, ya vimos el baúl debajo de tu cama.
Debe ser una broma, estas niñas se dan demasiadas libertades con mis cosas, ¿acaso no les han enseñado a respetar los bienes ajenos?
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ROMUGUVI [Vol. 1]
FantasíaRenací en otro mundo con un gugoldúplex de vida, abreviado ROMUGUVI. Es una historia centrada en William Salinas, quien era un profesor de matemáticas muy respetado, con unas costumbres sexuales bastante activas. Este un día fue asesinado por uno d...