Capítulo 6:1 -Obsequio

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Es delicioso el té cuando está preparado correctamente, al igual que el café que está hecho con un grano de excelente calidad, como el de Colombia o Brasil. El problema es que debido a mi edad, no tengo a alguien con quien disfrutar de tan maravillosa bebida, es prácticamente imposible encontrar a otro niño que tenga regocijo por el sabor amargo.

Estoy en una mesa con Derrien, simulando una especie de cita entre niños, ella bebe un jugo de frutos rojos y yo consumo tazas de café como si se fueran a terminar, de vez en cuando me agarra el ansia de cafeína y quiero comprar demasiado.

—Muy bien Ary, este es mi regalo de compromiso.

La pelirroja saca desde su inventario una manta de tono negro, que parece estar envolviendo algo alargado de contextura extraña. No es por nada, pero lo malpensado puede salírseme de las manos cuando se trata de esta chica, solo espero que no sea lo que yo estoy pensando.

—Tómala, es toda tuya.

—¿Qué es?

—Descúbrelo tú solito.

Dice ella mientras me la entrega con ansias por ver mi reacción ante el regalo, se nota que desea verme contento o alegre con lo que sea que se esconda en esta manta. Tras desenvolver varios giros, me doy cuenta de que el elemento es más delgado de lo que imaginé, pero también es más largo.

—¡Wow!

¡Se trata de un estoque! Parece demasiado caro por los detalles que tiene en su guardia, además su punta es de un tono negro.

[Estoque de víbora: Arma elaborada por una de las más importantes familias que se dedican a aprender de la serpiente Océana. Está fabricada con materiales resistentes pero ligeros y su técnica de metalurgia es única. Daño base: 75 / Peso: 1 Kel (2 kg) / Requerimientos: 16 de destreza y 8 de fuerza / 50 cm de largo / Efectos especiales: Si se aciertan dos punzadas en el mismo punto provoca parálisis muscular y alucinaciones leves en el objetivo]

Es un arma muy poderosa, no tiene demasiado daño pero sus especificaciones son buenísimas para mí, y ese efecto especial me podría beneficiar demasiado. No obstante, tendré que entrenar algunas técnicas y posturas para así dominarlo a la perfección, los estoques tienen uno de los estilos de combate más elegantes desde mi punto de vista.

—¿Te gusta?

—Me encanta Derry, ¡gracias!

Le doy un abrazo de inmediato, mostrando mi contento con el regalo, la verdad pensé de todo, menos en este detalle tan útil para mí. Si tuviera los medios, en este mismo instante le daría un presente, pero no sé qué le podría gustar a ella, parece demasiado excéntrica como para darle algo sencillo,

—¡No sé cómo pagártelo!

—No te preocupes, ya te dije que será una especie de deuda a futuro. Pero te daré una advertencia, si decides usarlo desde ahora le darás a entender a todo el mundo que eres una especie de genio o algo así.

De repente se puso seria, mientras que yo me separo del abrazo que le estaba dando, así que regresé de inmediato a mi asiento. Mientras enfundo nuevamente el estoque, ya que por la emoción lo había sacado ya su funda y lo estaba sosteniendo con una mano sin problema, había olvidado que en este mundo no se puede agarrar objetos que superen tus estadísticas físicas.

—Lo tendré en cuenta.

—Por otro lado, me alegra que te haya gustado.

Ella me regala una linda sonrisa con sus dientes afilados, y yo correspondo,

—Bueno, ya es hora de volver a clase, nos vemos más tarde.

Sin más palabras Derrien se va corriendo, dejando su vaso con un poco de jugo. Es entonces cuando lo agarro y bebo un poco de él por el mismo punto donde ella tomó, dándole un beso indirecto.

—Veo que estás ansioso por mis labios.

Casi escupo el trago de jugo que tenía en la boca, al voltear la mirada la encuentro de pie detrás de mí, como si nunca se hubiera ido. Un día de estos me va a matar de un susto, no sé si es posible eso, pero lo hará de seguro.

—D... Derry... ¿No... No te habías ido ya?

—Lo había hecho, pero recordé que aún quedaba algo de jugo, pero no te preocupes, te lo regalo.

Sin dar más palabras se retira, dejándome rojo como un tomate y sin palabras para explicar lo que estaba haciendo, simplemente me agarró desprevenido. —"Rayos, ¿cómo es que me saca tanta ventaja todo el tiempo?" —. Me pregunto a mí mismo, pues ella parece ir unos pasos por delante de mí todo el tiempo, incluso sabe mis secretos.

Decidido, la próxima vez seré yo quien la sorprenderá, la dejaré tan vulnerable que se sonrojará y no tendrá manera de defenderse. Estaba siendo compasivo porque se trata de una niña, pero si ella va a estar tan activa en este juego de compromiso, pues entonces yo también seré activo y no me quedaré atrás de ninguna manera.

Tras unos segundos de reflexión, pago la cuenta en el restaurante de clase alta, y me retiro con dirección a la habitación, tengo muchas cosas que debo hacer ahora. Si mal no recuerdo, el ritual tiene varias fases que deben desbloquearse con el tiempo, así que necesito ese poder lo más rápido posible, hay enemigos como Dalila que pueden darme palizas si me contengo aunque sea solo un poco.

Debo conocer conjuraciones mucho más poderosas, para sacar ventaja de cada situación y poder darle la vuelta al enfrentamiento, la batalla que tuvimos no la puedo olvidar aunque lo quiera. El efecto que posee el relámpago sobre el cuerpo es demasiado prolongado, no te deja mover debido a la repercusión muscular y nerviosa que tiene.

Ahora que lo recuerdo, no sé cuánto daño recibí al luchar contra Dalila, estaba demasiado apurado como para pedirle un informe a Google.

[Afirmativo. Buscando... buscando... buscando. Encontrado. Durante la batalla usted recibió un daño total de 27.490]

Es aterrador pensar que en un futuro podría enfrentar a miembros del culto de los dioses, cuya afinidad principal es la Fe, que posee el relámpago como uno de sus primordiales elementos de combate.

Doy una mirada hacia la estrella roja que adorna la palma de mi mano izquierda, —supongo que debo cubrirme esta marca —, pienso mientras camino en dirección al cuarto. Al llegar, abro la puerta, doy una mirada alrededor y cierro con seguro, me quito el uniforme y me quedo en ropa interior.

—"Oye Google, ¿qué me recomiendas para potenciar el poder de la marca del padecimiento".

ROMUGUVI [Vol. 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora