Capítulo 11:6 - Gas pimienta

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—¡Wow! ¡Eres increíble cazando mamá!

Grito con emoción mientras observo a mi madre cargando un enorme alce salvaje, estos tienen el mismo tamaño de un elefante adulto en la tierra y sus cuernos irradian una luz azul muy hermosa. Mi madre lo mató utilizando una flecha en su enorme arco, es definitivamente una tiradora demasiado diestra y no creo que esa sea una gran habilidad para ella.

—Eso no es nada cariño, no me has visto cazar en el agua —, presume mientras avanza lentamente y descarga su trofeo a mi lado. —Ahora solo debemos dejarle el resto a tu padre, hará un maravilloso platillo, incluso si no es su especialidad será capaz de darle un muy buen sabor.

—¡¿Enserio?! —. Creo que mis ojos están brillando de la emoción, realmente me emociona el presenciar hechos tan impresionantes, incluso cuando yo mismo he sido capaz de realizar hazañas similares. Aunque me deja más excitado la forma en que lo mató, un disparo certero a más de quinientos metros con un arco enorme, tan enorme que yo no lo puedo ni siquiera levantar con mis estadísticas, creo que necesita el doble de fuerza que tengo.

Recorrimos el camino hacia el campamento que montamos en un pequeño prado, hay una fogata en el centro y dos casetas de campaña que la rodean. Papá se encuentra afilando sus cuchillos de cocina y tiene una enorme olla calentando con agua sobre la hoguera, creo que será la misma que empleará para quitarle el pelo al alce.

—Creo que puedes ir a jugar un rato mientras que nosotros preparamos un delicioso aperitivo, ya verás que será una delicia.

—¡Está bien, regresaré en unos minutos con algo que haya cazado yo mismo, ya verán que será más grande que ese alce! —. Digo emocionado antes de salir corriendo con un arco pequeño y un paquete de flechas de tamaño normal, con esto no creo que logre matar algo en este bosque, pero por lo menos me ayudará a pasar desapercibido ante mi verdadera intención.

Cuando tuve la distancia suficiente empleé mi conjuración de portal entre dimensiones, ingresé sin perder el tiempo y aparecí en un palco altísimo. A mi lado se encuentra Teddier, aunque no se ha percatado de mi presencia, junto a él hay otras personas que pertenecen a la realeza y está observando el enfrentamiento que está sucediendo.

Un policía Dalilense está evadiendo los ataques sucesivos de un caballero enorme con armadura negra que aparte de eso es capaz de flotar, es un verdadero reto para los hombres que se formaron en mi pueblo, pero creo que está perfecto para dar apertura hacia nuestro viaje a la victoria. Incluso si mis planes se desvían un poco de este torneo será entretenido presenciar unas cuantas batallas antes de darle una sorpresa a todos los presentes.

El miembro de la fuerza pública evade los tajos mortales de esa gran espada que porta su contrincante, no sé si está calmado o nervioso, solo sé que no tiene heridas superficiales, lo que quiere decir que de momento se ha mantenido con una salud física por encima del 75% y eso me deja calmado, aunque no creo que pudiese hacerle mucho daño ese gorila con el uniforme que yo mismo diseñé.

En un giro inesperado de hecho el policía arroja su tonfa hacia el rostro del caballero y hace que su casco salga volando, esto enfurece notablemente a ese caballero negro, quien vuela a toda velocidad e intentar cortar en dos al miembro de Dalila; a pesar de que evade el peligro del corte con una evasión precisa, no logra percatarse de la otra mano de su oponente, que lo toma por el cuello y lo alza con una enorme facilidad, dando una muestra clara de la diferencia de tamaño y fuerza entre ambos.

—"¿Ahora que harás para salir de esa situación? Demuéstrame su entrenamiento" —. Con puños y patadas el joven intenta liberarse del atroz agarre que posee su oponente, quien permanece inamovible ante los intentos de escapar por parte del miembro de Dalila. Los movimientos de escape empiezan a cesar hasta que él se queda quieto, sujetado por el cuello, en tanto que ese caballero lenta su gran espada con la intención de terminar el conflicto de una vez por todas.

Sin embargo, ocurre algo que definitivamente nadie esperaba. En un movimiento corto el policía saca un elemento de uno de los bolsillos de su pantalón y lo empuña frente al rostro de su contrincante, no lo alcanzo a reconocer a esta distancia y tengo la fortuna de sorprenderme tanto como el público en el momento en que se escucha el sonido de gas escapando a presión, es una granada de gas pimienta.

—¿Qué es eso? / ¿Pretende golpearlo con una piedra? / Es ridículo que le gane al representante de Ysth.

Al estar directamente puesta en el rostro del caballero, este no tuvo tiempo para prepararse ante lo que conllevó el inhalar aquello. El gas los envolvió a los dos y perdimos visibilidad, solo se escuchan toses fuertes proviniendo desde ese epicentro de humo blanco que generó la granada. Justo cuando parecía que nada más ocurriría, salió el representante de Dalila a toda velocidad y se arrojó directamente por su bastón policial que había arrojado.

—¡Su intención era escapar! / ¡Qué cobarde! —. Los comentarios por parte de los nobles se escuchan, no obstante, los ignoro mientras sigo apreciando lo que ocurre.

Lo tomó con velocidad y regresó hacia el epicentro de gas que lentamente se despejaba, allí se podía ver al enorme caballero de rodillas y gritando por clemencia mientras se restriega el rostro. Uno de los entrenamientos militares más difíciles de superar es la tolerancia al gas pimienta, es un tormento insoportable los primeros días debido a que este elemento provoca ardor en los ojos, dolor en la piel que se encuentre húmeda, dificultad y agonía al respirar, y sobre todo una desesperación enorme ante la situación en que te pone.

Sin dejar espacio de reacción a su contrincante que ahora espada débil, el policía golpeó directamente una zona roja del cuerpo, el pómulo izquierdo junto al oído, provocando de su enemigo caiga al suelo irremediablemente. No solo por el dolor, sino por la incapacidad de mantener el equilibrio ante un daño severo en el tímpano. —¡Ríndete o activo otra granada de gas!

ROMUGUVI [Vol. 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora