Capítulo 10:5 - El mayor reto

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Un silencio incómodo se formó de la nada, no sé cómo responder al respecto; al levantar la mirada puedo ver la cara de Derrien, quien está casi tan sorprendida como yo y el resto de los estudiantes que están presentes. Con un movimiento lento agarro el hombro de la albina e intento separarla un poco de mí, para poderla mirar a los ojos, el problema es que me tiene sujeto con mucha fuerza y no parece tener intensiones de soltarme ahora mismo. —Zullah, tenemos que hablar en otra parte...

—No... —, me responde muy suave, sin levantar la mirada para encararme, —... sé qué es lo que dirás, y sé que estás comprometido, pero... yo... yo... yo también te quiero...

Tales palabras me hicieron sentir muy extraño, recordé por unos segundos a mi yo del pasado, durante la ceremonia de graduación en mi carrera profesional. Un suceso vergonzoso que verdaderamente no quería rememorar y que ahora mismo me está presionando. —No sé qué es lo que viste en mí, solo soy el hijo de un panadero y una guerrera, no hay nada más que sea interesante de mi parte como para que quieras solo tenerme a mí.

Me siento mal, verdaderamente muy mal al tener que platicar con ella incluso con tanta gente viéndonos, esto no es una situación que debería desarrollarse de tal manera, es anticlimático. —Arthyr, ¿no crees que soy bonita? —. Nuevamente mi pecho sintió una opresión incómoda, son casi las mismas palabras que yo estaba usando en aquella ocasión.

—No lo eres, pero...

—¿Pero qué Arthyr? ¿No tengo derecho a quererte también? ¿No puedo competir por tu cariño? ¿Acaso no tengo siquiera la oportunidad de anhelar tus abrazos, tus caricias o tus besos? —. ¿Cómo actúo? ¿Qué hago? Este guion está muy difícil de interpretar, todos están expectantes ante mi respuesta, ella mostrando unos sentimientos muy intensos que de ser rechazados podrían afectar mi nombre y reputación de por vida.

Con los ojos doy una mirada al auditórium, y me centro en mi prometida, quien tiene una expresión complicada de interpretar. Una mezcla entre frustración e ira, como cuando estás frente a una persona con cáncer y le dices que todo estará bien, aun sabiendo que le diagnosticaron una muerte temprana. Así de mal está su expresión, y es como si tuviera el impulso por intervenir y lo perdiera justo un segundo después, está sufriendo una ambivalencia abismal en este instante.

Y la comprendo, pues yo también me alegro de alguna manera por el avance que logró el día de hoy, no solo superó la carrera de mazmorras, sino que también rompió el cascarón donde estuvo encerrada por tanto tiempo. —Tú sabes que estoy comprometido con Derrien, y la quiero de verdad, por eso es muy difícil que estemos juntos, ¿lo entiendes?

—Lo entiendo, lo entiendo perfectamente... —, levanta sus ojos, ahora bañados en lágrimas, no reprimirse, es una sensibilidad que de alguna manera consigue romper mi alma. Hasta el punto de que debo morder mis labios para no llorar. —... lo más de lo que puedes pensar, pero no lo acepto, yo también te quiero, ¿es un error quererte entonces? ¿¡Lo que siento por ti no está bendecido por la diosa Chirié!?

Varios de los estudiantes están conmovidos por el despliegue sentimental que ella está teniendo, sus lágrimas surcan caminos salados por su piel clara y desembocan en mi alma, que no puede soportar más esto, lo que siento en mí es tan basto y pesado que no lo puedo comprender. Yo, que ahora mismo tengo cuarenta y ocho años de edad, ¿por qué no encuentro la manera de escapar ahora? Esto es algo más difícil de afrontar que un dragón o un monstruo de película.

Y cuando menos lo esperé, yo también me desbordé en un llanto silencioso, producto de la situación actual y los momentos del pasado que siempre he querido olvidar; he tenido una larga vida y hay etapas que se supone que ya pude cerrar, ¿¡por qué vuelven a abrirse ante mí!?

Con la mano derecha me froto los ojos, antes de levantar mi triste expresión, veo a la multitud chismosa por el resultado de tal desarrollo, y tan solo me centro en la chica que quiero. Ahora también se derrama en sollozos, que solo yo aprecio pues soy que la observa. Y el solo hecho de verla destrozada basta para que la copa se colme en mi interior, haciendo que mi cordura se quiebre por un instante, así que empujo a Zullah con violencia y salgo corriendo de allí.

Mientras que mi cabeza solo reproduce esa situación una y otra vez en mi cabeza, como una película raya o un cede con una sola canción. Lo escucho, lo escucho perfectamente riéndose desde dentro, el maldito Thyar se burla de mí en una situación así.

En cuanto retomo consciencia de mi situación me encuentro completamente solo, llegué al cuarto instintivamente en búsqueda de refugio contra los problemas. Mi respiración está anormal y no puedo hallar calma cuando pienso en lo que pasará después, ¿qué especularán ahora sobre mí?

Debí ser firme y rechazarla con dureza, mostrando que estoy más que decidido a contraer matrimonio con mi prometida, pero todo lo que hice fue abrirme a todos, declarando con hechos que soy débil y no puedo tomar decisiones difíciles cuando se trata del corazón.

Golpeo el suelo una y otra vez, intentando satisfacer la ira que ahora me corroe, un revoltijo emocional que me da una vista despectiva de propia repugnancia. Soy el monstruo que he querido ser, y sin querer me hiero al herir a los demás, sensible y duro, loco y cuerdo, no concuerdo ni yo mismo con lo que soy.

Me tomo el cabello y tiro de él sin reducir el dolor, para sentir que de alguna manera me estoy castigando por lo mal que actué. Esto es desesperante, llego incluso a pensar que mi peor enemigo no es el Color, sino el amor mismo, y por tanto la diosa Chirié es la que más me está fastidiando. —Portal entre planos de existencia.

La brecha aparece frente a mí y me muestra el otro lado de un mundo claro, por lo que ingreso de inmediato y veo a una chica de cabello azul, sentada en una silla de madera pulida disfrutando de la brisa suave bajo el sol. En sus manos hay un libro de pasta blanca y sobre su cabeza descansa un sombrero de bruja, esta es una dimensión que creé hace tiempo, solo para albergar a una persona que aprecio demasiado...

—Dalila, discúlpame por venir de la nada...

ROMUGUVI [Vol. 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora