Capítulo 3:5 -Ganancias

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Para cuando la campana sonó, yo ya me encontraba completamente solo en mesa para riquillos del restaurante, ya que tras la revelación de Derrien, esta simplemente se fue y me dejó procesando todo lo que me dijo.

Ella es peligrosa, definitivamente más peligrosa de lo que cualquiera podría decir, y lo peor es esa máscara de inocencia madura que porta, debo mantenerla vigilada a como dé lugar.

Me levanté con ira de la mesa y caminé iracundo hacia la tienda de mercancías de Teddier. El huracán de pensamientos en mi cabeza ni siquiera me permitió sorprenderme al ver que todos los artículos ya habían sido vendidos, incluso el cofre mismo y ni siquiera ha llegado el medio día.

—Veo que te fue muy bien Teddier.

—¡Oh, pero si eres tú, toma, aquí está tu parte y la del jefe!

No esperó siquiera para mostrarme los exuberantes resultados de su día, pues sacó una bolsa con el tamaño de un puño para mí. Pero cuando la sostuve, sentí un peso un tanto escandaloso a mi parecer.

—¿Cuánto hay aquí?

—Ahí está la mitad de las ganancias, ¡lo puede creer! Es la primera vez en mi vida que tengo más de cuarenta piezas de oro para mí.

¿¡Cuarenta piezas de oro!? Eso es una cifra escandalosa, con eso se podía comprar un terreno de siete metros cuadrados. No parece demasiado, pero teniendo en cuenta el costo de la tierra en este momento, es verdaderamente mucho.

Casi sentí como la baba se escaba de mis labios, pero de inmediato me recompuse y guardé el oro en mi inventario. Posteriormente, retiré algo que debía devolver, pero que también debía analizar.

—Dejando de lado las ganancias.

—¿¡Pero cómo vas a dejar ese tema de lado!? ¿¡No habrá ni siquiera unas palabras de gratificación por mi trabajo!?

Verdaderamente está sediento de halagos, quizá debería darle la satisfacción de tenerlos. Pero, ¿de qué valen los halagos de un niño de seis años?

—¡Muy bien hecho Teddier, el jefe estará muy contento!

—¡Sí! ¡Espero nuevos materiales en dos días!

—Y los tendrás, no te preocupes. Pero ahora necesito hablar acerca de esto —. Le extendí el cuaderno que me había prestado antes. —Tengo un mensaje por parte del jefe: La historia general de la magia profana queda clara en las primeras líneas del manuscrito, no obstante, se vuelve difícil comprender enunciados siguientes, es como si la letra estuviera demasiado difuminada.

—¿Qué? —. Él de inmediato toma el cuaderno y lo revisa por completo, sin embargo, no parece hallar novedades al respecto. —Qué extraño, yo puedo leer todo perfectamente.

—¿Enserio? —. Le saco de inmediato el libro de las manos y empiezo a pasar las páginas hasta llegar a la parte en que definitivamente no se puede entender nada, ahí las letras están mal hechas, repetidas, borrosas o simplemente no hay nada que apreciar. —¡Lee este tramo!

Él me quita el cuaderno y empieza a recitar las palabras con total naturalidad. —"Para conjurar las magias profanas es necesario crear un enlace directo con la generadora de dichos hechizos, ya sea por parte de Lilith o Eilin. Ambas pueden brindar la llave para un poder aún más abrumador a cambio de un sacrificio que requiere voluntad extrema. Empero, nadie ha sido testigo de tal cosa y termina siendo simplemente una suposición por parte de los habitantes del reino de Koss. El poder profano lo puede conseguir cualquier persona, lo que no se puede hallar tan fácilmente es el recital sombrío que es necesario para la apertura de la primera fase de la marca del padecimiento".

ROMUGUVI [Vol. 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora