Esposo mío, muérdeme más

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Los dos criados que esperaba fuera de la habitación estaban tan rojos y temblaban por la vergüenza que pasaban en ese momento. La razón, había demasiada melosería dentro de aquel lugar por decirlo vulgarmente. Porque no se podría describir con otras palabras lo que pasaba en ese momento allí dentro.

Por su parte Zhiyin ¿qué le iba importar? Y menos comer en ese momento cuando tenía algo más importante que saborear que los deliciosos labios de su esposo. Como lo estaba haciendo en ese momento. Sentado cómodamente sobre su regazo de lado, agarrando las mejillas del mayor y besando ese manjar.

Las manos de Fengxiao que se movían suavemente acariciando sus muslos y cadera eran una peligrosa estimulación a pesar de que no tenían esa connotación. Después de todo estaban sentados en una de las terrazas de aquel lugar esperando los fuegos artificiales, en el último piso.

En eso la puerta fue tocada y la pareja se separó con los labios y un hilo de saliva que los conectaba. Zhiyin sonrió complacido y enrolló sus brazos alrededor de su cuello posesivamente mientras los criados entraban en la habitación especialmente preparada para ellos. En sus manos la cena que debían servir.

Zhiyin los miró de arriba abajo mientras estos ponían los platos sobre la mesa sin mirarlos a ambos. El menor se apretó más contra su esposo. Los habían interrumpido y con sus cambios de humor un puchero se formaba en sus labios.

-No te molestes. Solo traían la comida- le murmuró el líder contra el oído.

-Pero si ya yo tengo toda la comida que quiero aquí- Zhiyin se incorporó un poco y chupó provocativamente el labio inferior de su esposo aun cuando había personas en la habitación. Notó con el rabillo del ojo como los miraba y les frunció el ceño.

La verdadera razón, los había escuchado como halaban de su esposo cuando entraron. Comentarios como que lástima que no estuviera soltero porque se lo follarían sin falta, fue algunos de los que escuchó. Por lo tanto estaba decidido a demostrar de a quien pertenecía el hombro.

-Zhiyin- Fengxiao volvió a murmurar con voz grave- Nuestro hijo necesita comer, tú mismo lo dijiste- le pasó la mano por la hinchada barriga-

Aun cuando él era muy pasional dentro de su cuarto o en la intimidad, en público solía ser bastante recto. Pero Zhiyin era Zhiyin.

-Esposo mío, el renacuajo se ha pasado el día comiendo de aquí y allá- Zhiyin se puso meloso y se removió sobre su regazo sabiendo que era mirado por aquellos dos descarados criados que fantaseaban con tirarse a su esposo, y como que de la fantasía a la realidad muchas veces podía estar solo un paso

-Amor, cariño. Cuando regresemos podemos divertirnos un poco, que crees - su voz era cada vez más melosa - bajó su mano y notoriamente la posó sobre la erección que sabía que se estaba formando desde que había comenzado la ración de besos.

Y apretó ligeramente sobre la tela. Fengxiao estuvo tentado a soltar un gemido, le encantaban las manos de Zhiyin sobre su cuerpo y sobre todo en ciertas áreas. Pero había más personas y simplemente frunció el ceño arruinando su rostro.

Zhiyin sonrió divertido dándose cuenta que aquellos criados se retiraban con la cabeza baja y avergonzados. Qué ni se les ocurriera que pudieran tocar a su hombre. Fengxiao era solo de él.

-El doctor dijo que nada de vida sexual hasta que des a luz- la voz de esta misma persona lo trajo de nuevo a la tierra olvidándose de los criados.

-Y quien dijo que el sexo se trata solo de penetración- sonrió coqueto para después mordisquear el lóbulo tentador donde descansaba la misma joya que él tenía en su oreja- Hay varias formas de hacer muchas cosas ricas si tener que poner esto dentro de mí- apretó la erección ya formada entre sus dedos- Acaso no quisieras probarlas-

Enamorado de un idiota (Novela original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora