Omg. Yes. Era increíble. No había sido su intención pero la situación que se desarrollaba delante de él era algo que lo tenía en las nubes. Sus pezones en su vida anterior no habían sido muy sensibles por mucho que le hiciera, pero este cuerpo Wow, era una terminal nerviosa por todos lados. Eso o su esposo que sabía muy bien lo que estaba haciendo pues el alivio era inmediato en cuanto la leche de uno de sus pechos era drenada, siendo reemplazado el dolor por una sensación bastante placentera.
-Zhiyin- los húmedos labios de su esposo se separaron dejando un leve hilo de saliva que conectaba al pezón, lo miró alzando una ceja- Me parece que te estas divirtiendo con esto-
-Obvio esposo mío- Era consiente que ya se había dado cuenta de la erección debajo de sus túnicas- Como quieres que reacciones si estás haciendo un trabajo maravilloso- Zhiyin pasó su pulgar por el borde de los labios de su esposo y quiso besarlos pero nop, ellos tenían una función más importante y necesaria. Por lo que lo besó en la mejilla- Te vez tan sexy haciendo eso que creo que me gustas más que antes-
Fengxiao suspiró. Estaba haciendo aquello para quitarle el dolor al menor pero este parecía tener otros planes un poco más subidos de tono. No le importaba que fuera así, más bien era bastante estimulante el sabor dulce del líquido que ocurría por su garganta, pero por el día él no tenía mucho tiempo y le gustaba tomarse el suyo para el sexo. Sobre todo después de saber que su esposo ahora era supuestamente virgen y embarazado. Necesitaba prepararlo bien y el hacerse un análisis sicológico para contenerse durante el acto.
Fujie no lo llamaba bestia por cualquier cosa cuando se quedaba tendido debajo de él con una loca cara de satisfacción. Irónicamente era el mismo rostro el que tenía delante, pero se preguntaba cómo se mostraría siendo Zhiyin el que llegara al monstruoso orgasmo que el con orgullo le proporcionaría. La idea también de que al menos la persona con la que trataba era, como había dicho virgen lo tenía realmente ansioso.
-Esposo mío, a que estás pensando cochinadas- Zhiyin le palmeó la cabeza- Ese brillo en esos ojos tuyos es peligroso-
Fengxiao se impresionó que el menor comenzara a saber que estaba pensando, después de todo no era muy abierto a expresiones y difícil de leer.
-Zhiyin concéntrate. ¿Te sientes mejor?-
-Oh sí, créelo. Mucho mejor, así que estas esperando para empezar de nuevo, no tengo solo un pecho, hay un segundo esperando- hizo una mueca exasperado.
Fengxiao quiso reírse pero se tuvo que enderezar, la posición inclinada no era precisamente la más cómoda de todas y su espalda ya protestaba. El rostro de impresión de Zhiyin fue gracioso al ver que no retomaba la tarea. Le pasó a mano por la mejilla ahuecándola para calmarlo.
-Solo cambiemos de posiciones, no quieres que termine en cama sin poder moverme-
Zhiyin entonces comprendió y sonrió.
-Por supuesto, esposo mío, necesitamos que estés bien sano-
Fengxiao no sabía si a veces si esposo hablaba en sentido literal o con doble sentido. El menos podía empezar a entenderlo, en cambio él todavía tendría un largo camino. Se sentó en la cama y se recostó en el respaldar dejando quena una de las almohadas calzara su espalda, mucho más cómodo y atrajo a Zhiyin hacia su regazo ayudando a que se sentara a horcajadas. De esta forma ambos estarían en una posición más adecuada, así que cuando dobló un poco sus piernas el pecho de él quedó a la altura de su rostro. Sus manos rodearon la cintura atrayéndolo más hacia él y atacó al otro pezón succionándolo, cuidado de no poner mucha presión, sabía que le dolía y quería ser delicado.
Zhiyin dejó salir un gemido de satisfacción tras las oleadas de dolor que disminuían una tras otra, mientras tanto se entretenía entrelazando sus dedos con el cabello oscuro y suave.
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Enamorado de un idiota (Novela original)
RomanceTransmigrar de un mundo donde el cultivo es ilegal a uno donde es el objetivo de tu vida, mejor imposible. Que lo hagas a un cuerpo diez años más joven, cuando en la vida anterior a los 31 años todavía es uno virgen. Nada mal. Donde todos te miren...