Esposo mío, no deberías escuchar a escondidas

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Zhiyin estaba rojo, tanto que sus orejas palpitaban. Ahora que había puesto los pies sobre la tierra y recapituló todo lo anterior se dio cuenta de lo que acababa de hacer con su esposo, el estado de la ropa sobre su cuerpo y como Yanhuan los había sorprendido en una posición algo comprometedora. Para una persona virgen como él eran muchas cosas. Giró su rostro hacia adentro esquivando la mirada del recién llegado  totalmente avergonzado y sin poder ver al rostro tan cerca de Fengxiao.

-Yanhuan sal un momento- lo escuchó decir mientras este se incorporaba sobre él y comenzaba a restructurarle la túnica cubriendo las evidencias húmedas, hasta estar medianamente decente.

Luego le extendió la mano para que se levantara de la cama con cuidado previendo que no cayera pues debía estar agotado por el actual tratamiento, pero para su sorpresa, el cuerpo de Zhiyin se encontraba bastante bien. El menor de incorporó y movió su cuello dándose cuenta del pequeño cambio y tenía sospechas de a que se debía.

Yanhuan los esperaba a fuera intranquilo.

-Mi señor, el almuerzo está preparado- se inclinó ante Fengxiao.

-Lleva a Fujie primero y ven a verme al estudio después-

-¿No vas a comer conmigo?- Zhiyin lo miró pestañeando pero este le negó con la cabeza.

-Tengo unos asuntos que primero tengo que resolver, después me reúno contigo- y antes de que Zhiyin pudiera protestar o decir algo Fengxiao dio media vuelta y se separó de ellos.

-Fujie, por favor- Yanhuan le señaló con la mano el camino a media reverencia. El menor se extrañó que no sonara tan agresivo con él y se inclinó pellizcando la mejilla instigado haciendo que este se separara sobándose la piel roja y con los dientes apretados.

-Sí, eres el mismo de antes- Zhiyin inclinó la cabeza.

-Tú- Yanhuan lo señaló con la mano temblante aguantando su rabia – y yo que quería ser amable porque salvaste a mi hermano- se cayó de golpe al ver lo que había dicho.

-Eres realmente tierno- Zhiyin sonrió al ver las intenciones del chico- No me tienes que agradecer, como mismo estoy bajo el cuidado de tu hermano, él está bajo el mío y nadie tiene derecho a hacerle algo sin mi consentimiento-

Yanhuan lo miró impresionado y después giró la cabeza a un lado sin comprender sus sentimientos. Por momentos prefería al otro Fujie, antes que perdiera la memoria, era una persona más fácil de prever que haría incluso con lo desagradable de su carácter, pero la persona que tenía delante de él solo lo confundía más. Indicándole el camino lo llevó hacia una habitación al lado de la de Fengxiao que servía como una sala donde había una mesa baja con varios platos. Tantos que a Zhiyin casi se le salen los ojos y su estómago crujió.

-Fujie- Yangfeng corrió hacia él y se arrodilló bajando la cabeza casi hasta el suelo- Discúlpeme, si solo hubiera estado junto a usted y no me hubiera demorado nada malo hubiera pasado.
Al parecer el suceso en el campo de entrenamiento ya se había regado por toda la secta, sí que los chismes corrían rápido en esa época. Se inclinó y le revolvió el cabello al joven que levantó la cabeza solo para ver la sonrisa de su señor.

-Vamos, no te disculpes por todo, ves no pasó nada, además yo fui el que se puso a dar vueltas. Compénsalo sirviéndome mucha comida, esto y yo estamos que devoramos lo primero que tengamos delante- tocó la pancita que no paraba de gruñir y le pasó por al lado para sentarse en la mesa lamiéndose los labios.

-Hermano- Yanfeng jaló la manga de su gemelo y este solo lo miró y le negó la cabeza para que no comentara nada.

-Déjame hablar con el líder de la secta- se le acercó y le susurró al oído íntimamente haciendo que su hermano se estremeciera- No apartes la vista de él-

Enamorado de un idiota (Novela original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora