Zhiyin miraba su reflejo por encima de su hombro. Su atención puesta en las dos flores que estaban pintadas en sus hombros.
-Son lindas las malditas- asintió con la cabeza en un intento de convencerse- Verdad que nunca hay que decir nunca y yo que odiaba los tatuajes tengo dos por falta de uno-suspiró y se subió la parte de arriba de la túnica.
Después se puso de lado y revisó su reflejo en el espejo que había hecho que su esposo puliera con su poder espiritual hasta que este pareciera lo más parecido a un espejo de su época anterior. Al pobre lo había mantenido tres días puliendo la gran lámina de plata hasta que estuvo conforme con el resultado. Zhiyin era alguien que le gustaba ver su imagen por lo que un poquito de sacrificio era algo que podía hacer su esposo por complacerlo, y este ni siquiera protestó. Era un amor
No se podía negar. Fengxiao podía tener sus defectos como hombre, ser un adicto al trabajo, tomar decisiones sin contar con los demás, pero era tan atento que daba asco. Por decirlo de una forma. Quizás por eso era que lo amaba tanto.
-Parezco un cachalote con celulitis-
Se pasó la mano por la barriga grande y dura hablando consigo mismo con un enorme puchero. Definitivamente esto no era lo que se esperaba a esta altura. AL menos su barriga no era tan grande como otras que había visto en su vida anterior. Todavía se preguntaba como las mujeres podían caminar con esto cuando él necesitaba de constantes masajes para aliviar los malestares.
-Estoy gordoooo, mis pies están hinchados, tengo tetas, más culo que Kim Kardashian- se palmeó la nalga- Y mi amiguito de allá abajo, hellouuuu ¿sigues vivo?- suspiró agotado…definitivamente solo tendré un hijo-
Se quejó y volvió hacia la cama sentándose con cuidado. Ya tenía fecha de parto para dentro de 20 días por lo que ya su barriga era enorme y no solo eso, estaba hinchado en todas partes. Se sentía horrible. Y no solo eso, pasaba el día adolorido empezando por la columna hasta su cadera. Ni siquiera le dolió tanto cuando Fengxiao había tomado su virginidad…al menos la mental y mira que su esposo estaba bien dotado.
-Ahhhhhh, renacuajo acaba de salir- protestó dramático haciendo que Yanhuan entrara con una bandeja en la mano y con la ceja alzada.
-¿Hablando solo otra vez?- el gemelo se acercó a su señor y dejó el almuerzo sobre la mesa.
-No tengo a Yanfeng conmigo así que tengo que hablarle a alguien. Quien mejor que mí mismo. Ya torturé mucho a mi perro y a mi esposo esta mañana, tengo que darles un respiro- una sonrisa extraña sombreó sus labios- A menos que quieras que te amarre y me escuches-
Yahuan dio un paso hacia atrás sabiendo que era capaz de eso y alzando sus manos en son de paz.
-Yo solo vine a traerte el almuerzo y me voy. No pienso oírte-
-Cobarde- Zhiyin miró la comida y la ignoró- ¿Cómo amaneció Yanfeng hoy?-
El rostro de Yanhuan se suavizó.
-Pues sus heridas han comenzado a cerrar eso significa que la otra persona ya fue influenciado por su poder. Espero que el maldito sufra-
Zhiyin sonrió.
-Me alegra mucho oír eso- su humor mejoró muchísimo- Avísame de cualquier cosa. Le daré un regalo cuando despierte-
Yanhuan inclinó la cabeza en afirmación. Zhiyin pasaba todo el tiempo preguntando por su hermano y si podía colarse en la habitación donde descansaba lo hacía. La primera vez que había visto al gemelo sobre la cama, sin responderle, había llorado tanto que su señor había tenido que llevárselo y al otro día amaneció con los ojos tan hinchados que apenas podía abrirlos.
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Enamorado de un idiota (Novela original)
RomanceTransmigrar de un mundo donde el cultivo es ilegal a uno donde es el objetivo de tu vida, mejor imposible. Que lo hagas a un cuerpo diez años más joven, cuando en la vida anterior a los 31 años todavía es uno virgen. Nada mal. Donde todos te miren...